domingo, 8 de diciembre de 2013

Técnicos chinos consolidarán el arranque de Karachipampa

Una delegación de diez técnicos chinos llegó ayer a la Villa Imperial para instalar el turbo expansor para el funcionamiento de la planta de oxígeno y comenzó a evaluar el estado total de la planta de Karachipampa, según el ministro de Minería, Mario Virreira.
El dignatario había señalado que la instalación del turbo expansor se confió a los técnicos que trabajan en su país en una planta similar a la que se encuentra instalada en la zona de Karachipampa del Departamento de Potosí.
“Ellos están haciendo una revisión de toda la planta para que funcione en buenas condiciones, si funciona la planta de oxígeno, luego vamos a poner en funcionamiento el horno Kivcet”, señaló Virreira en el Complejo Metalúrgico a donde llegó ayer acompañado de los técnicos extranjeros.
Presentó a una técnica como experta en funcionamiento de hornos Kipcet y expresó su satisfacción porque le expresó que el mantenimiento de la misma fue excelente y que está en buenas condiciones.
El turbo-expansor se fabricó en Estados Unidos con un costo aproximado de 14 mil dólares, sin tomar en cuenta el transporte ni los trámites aduaneros.
En pasados días el dirigente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), José Elías, expresó su preocupación porqué en su criterio no avanza el proceso de puesta en marcha del complejo metalúrgico.

Historia

El Complejo Metalúrgico Karachipampa nació en el gobierno de Padilla por un contrato con la empresa alemana Klockner y la belga Mechin con un costo de $us. 123 millones.
La planta fue inaugurada en enero de 1984 pero no entró en funcionamiento por la falta de concentrados, la finalización de la garantía de las empresas constructoras y la carencia de capital para el arranque de las operaciones.
El Gobierno apostó por la canadiense Atlas Precius Metals que de 2007 a 2009 no hizo andar el complejo, por lo cual la Comibol recuperó la fundidora y hasta la fecha encara acciones destinadas a ponerla en funcionamiento.
En 2012, el Banco Central de Bolivia dio $us. 50 millones para comprar concentrados con lo que esperan poner en marcha el horno Kivcet que tiene capacidad de procesar 51.000 toneladas de concentrados por año.

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