Reiterativas nuestras apreciaciones en base a los datos que divulga el propio Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) del país, al señalar un especie de "auge coyuntural" por la vigencia de excelentes precios para la exportación de nuestros minerales, especialmente el estaño que sigue batiendo récord en su cotización por libra fina.
En el otro frente generador de divisas, el caso de los hidrocarburos, no se han registrado mejores condiciones productivas y se mantienen los parámetros ya conocidos de exportaciones para cubrir contratos por ejemplo con Brasil y la Argentina, lo que nos deja ciertas utilidades que compensan las operaciones de la estatal petrolera YPFB.
En el rubro de la minería se abrieron recientemente nuevas opciones para garantizar una producción más dinámica con ciertos minerales que al mismo tiempo son cada vez más requeridos en la gran industria mundial de Asia, Europa y los Estados Unidos, incluyendo en el caso de la región al Brasil e inclusive Venezuela.
Lo que debió encaminarse en diciembre del pasado año, cuando se mencionó la posibilidad de aprobar la nueva Ley Minera, no avanzó hasta la fecha debido a una serie de factores –digamos internos – en los organismos que administran y promueven las actividades mineras, sea el MMM, la Comibol y posiblemente algunos organismos del sector minero privado, estos últimos viviendo en la incertidumbre de un proceso que liquidó las concesiones y estableció su migración a contratos, cuya estructura justamente no se conoce, por falta de la dichosa ley minera.
Dichosa o no, como lo interpreten los representantes de los sectores de la minería, hay necesidad de contar con ese instrumento normativo que en realidad definirá la suerte del sector, dado que en base a la nueva estructura de la ley se establecerán las condiciones de seguridad para invertir en la minería boliviana o sucederá lo que muchos temen, la huida de capitales privados o la reticencia de inversionistas en nuevos emprendimientos mineros.
He ahí el problema. Según los actores políticos ligados a ésta actividad de la minería y metalurgia, hay necesidad de reemplazar el Código Minero vigente y convertirlo en Ley Sectorial, pero con una serie de innovaciones, dizque para "defender la riqueza natural del país", especialmente la minería, cuyos réditos actuales no satisfacen las expectativas del Estado, especialmente si se trata de la minería privada, mediana, chica y también la cooperativizada.
Los ingresos que percibe el TGN vía impuestos por exportación de minerales, se consideran insuficientes para satisfacer expectativas más políticas que sociales y reales. Por ejemplo se habla de que algunas empresas mineras perciben "demasiadas utilidades" en relación a lo que dejan vía impuestos y regalías. Claro está que no se han hecho consideraciones precisas sobre el costo de operaciones y tal parece que bajo simples apreciaciones se busca cambiar el esquema tributario minero, aspecto que puede tener muy serias derivaciones en el ámbito de los inversionistas nacionales, pero especialmente internacionales, tomando en cuenta las condiciones que sobre la materia existen en países vecinos como Chile, Perú, Argentina, inclusive Brasil, en los tres primeros con regulaciones altamente favorables a las inversiones mineras y por tanto grandemente competitivas, frente a las restricciones que pueden darse en el nuestro, con una ley inadecuada o no consensuada.
Las más recientes informaciones sobre el beneficio de exportaciones mineras señalan de manera contundente que en la gestión del año 2010, las mismas sumaron 2 mil 405 millones de dólares, lo que significó un crecimiento ostensible de hasta un tercio más que en el 2009, cuando las ventas externas fueron sólo de 1.853 mil dólares.
Esa simple referencia coloca a la actividad minera en el segundo lugar de las "exportaciones mayores" que realiza el país, luego de los hidrocarburos que en la gestión del pasado año, alcanzaron a 2 mil 942 millones de dólares de acuerdo con la relación oficial gubernamental. Como se puede observar, existe una diferencia simple de 537 mil dólares, que con algunas variantes fácilmente pueden superarse, especialmente cuando en la actividad minera se activen los grandes proyectos del hierro y el litio.
Los datos del MMM señalan además que "el incremento de las exportaciones mineras de la gestión pasada fue de 552.83 millones de dólares que representa un 30 por ciento más que en el registro de un año atrás".
Hay variantes significativas en el movimiento de las cotizaciones de minerales, por ejemplo el ascenso permanente del precio en la libra fina (LF) del estaño que alcanzó en la tercera semana del mes que corre un valor de 14,76 LF, aunque luego descendió a 14.69 dólares, lo que significa un precio excepcional que alienta mayores emprendimientos en la extracción de este mineral, no sólo en el sector de la minería estatal, sino también en el caso de la minería chica y la cooperativizada, sectores que explotan yacimientos estanníferos.
Por otra parte los registros sobre producción de zinc, son alentadores cuando la información oficial señala que en la gestión 2010 se superó "el doble" de la cantidad alcanzada el 2009, totalizando 1.182 toneladas métricas finas, que significó un aumento de casi 300 por ciento en la recuperación de recursos, mejorando de ese modo el rubro de ingresos especialmente para la mina de Corocoro. El valor de la producción del cobre subió de 3,66 a 13,73 millones de dólares entre el 2009 y el 2010, lo que representó un incremento de 275 por ciento que transformados en dólares significa 10,05 millones.
Finalmente, con las condiciones siempre variables de la minería, por efectos de orden externo, particularmente, se menciona que el oro y el plomo bajaron en cantidad de producción, pero mantuvieron y en algún caso subieron su registro de recaudaciones. La plata al comenzar la semana llegó al máximo histórico en precio, alcanzando a 33,43 la onza troy. Estas son algunas apreciaciones sobre la importancia de la minería y su proceso generador de divisas y regalías para el TGN y los tesoros departamentales en distritos donde se desarrollan proyectos mineros, que dicho al cierre, merecen ser incentivados y no restringidos. Todo dependerá de las normas que contenga la nueva Ley Minera.
Agencia URU
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