El Estado cobró una garantía de 18 millones de dólares de la siderúrgica india Jindal debido a que ésta no cumplió con las inversiones prometidas para explotar la mitad de la mina de hierro Mutún, informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro de Minería, José Pimentel, y el presidente de la estatal Empresa Siderúrgica Mutún (ESM), Sergio Alandia, confirmaron en rueda de prensa la ejecución a favor del Estado de dos garantías bancarias por un total de 18 millones de dólares.
Las autoridades del Gobierno sostuvieron que la decisión se enmarca en las obligaciones fijadas en el contrato de riesgo compartido firmado entre ESM y Jindal en 2007.
Desde entonces la compañía india apenas invirtió 12 millones de los 600 millones de dólares comprometidos para un primer período.
El Mutún es una montaña situada en la región fronteriza con Brasil y tiene 40.000 millones de toneladas de reservas de distintos minerales, principalmente de hierro, que Bolivia quiere explotar para la producción de acero.
Las autoridades también reconocieron que a partir de la ejecución de la garantía se ha producido "una controversia contractual con la Jindal Steel", pero explicaron que no podían dejar de cobrarla porque se exponían a ser objeto de sanciones.
La Jindal, que también tiene inversiones en hidrocarburos en Bolivia, intentó en pasados días que no se produjera la ejecución de las garantías.
Los funcionarios bolivianos también subrayaron que mientras "no se agoten y concluyan las vías de negociación directa de solución de la controversia contractual, el contrato continua vigente".
Alandia explicó que para buscar un proceso de conciliación primero se producirán reuniones extraordinarias entre Jindal y ESM, en un segundo paso los máximos ejecutivos tendrán 90 días para buscar un acuerdo y si finalmente no hay convenio las partes pueden recurrir a un arbitraje bajo normas de Bolivia.
Pimentel declaró a Efe que el Gobierno ha dejado en claro que "quiere socios y no patrones" y que si hay una controversia sobre el contrato el Ejecutivo debe hacer cumplir lo acordado.
"Lo único que podemos hacer es sancionar y eso es lo que estamos haciendo", dijo el ministro al apuntar que no cree que Jindal abandone el país porque "el negocio es grande y el prestigio de la empresa está en cuestión".
El Gobierno de Morales también confirmó hoy que iniciará por su parte un plan para explotar la otra mitad de Mutún que sigue en manos del Estado, un proyecto que necesita de unos cuatro o cinco años de "maduración" antes de que se haga realidad.
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