El Gobierno boliviano descartó ayer la nacionalización de la empresa minera San Cristóbal, filial de la japonesa Sumitomo, y pidió a sus ejecutivos que creen más compañías similares porque Bolivia necesita de inversiones y tecnología. "Estoy aquí para reafirmar el compromiso del Gobierno de Bolivia con la empresa Sumitomo, para darle garantías. No se asuste", afirmó el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, en un discurso ante un ejecutivo japonés, a propósito del aniversario del pueblo de San Cristóbal, donde opera la empresa, cerca de Chile. "Somos socialistas, somos comunitaristas, pero ahora los necesitamos a ustedes para que trabajen para nosotros", agregó.
Empresa. San Cristóbal, la mayor compañía minera privada de Bolivia, produce a cielo abierto plata, plomo y zinc en la región andina de Potosí, removiendo a diario 150.000 toneladas de roca para procesar unas 40.000 toneladas de minerales, según datos de la empresa.
Autoridad. El vicepresidente explicó que el Gobierno de Evo Morales no nacionalizará la filial de Sumitomo porque el país necesita la inversión y la tecnología para la producción a gran escala. Algunos sectores pidieron a Morales expropiar la minera como hizo con otras compañías y hace poco manifestantes de Potosí amenazaron con cortarle el suministro eléctrico como parte de sus presiones para lograr la atención de su Gobierno a varias demandas.
'Gobierno socialista'. El vicepresidente dijo que el Gobierno es socialista y "suficientemente inteligente" para utilizar la inversión extranjera en la generación de recursos e impuestos que ayuden a combatir el hambre y los problemas de la educación y la salud del país. "El revolucionario Lenin, socialista, comunista como nosotros, planteaba la necesidad de que un gobierno revolucionario tuviera acuerdo con empresas extranjeras para producción en gran escala", agregó García Linera en su discurso.
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