El mejor perfume se vende en frasco pequeño. Ese parece ser el lema de moda entre mineras mundiales que golpeadas por los bajos precios de las materias primas, alza en los costos operacionales y otros aspectos que las han llevado a replantear la forma en que desarrollan sus proyectos, para poder sacarlos adelante. Durante el boom de altos precios de materias primas muchos proyectos duplicaron y hasta triplicaron la inversión requerida para la construcción (capex). Pero con los valores de algunos de los principales metales en mínimos, estas inversiones de alto riesgo tienen que ajustarse el cinturón para llegar a los tradicionales retornos del 15%. Álvaro Merino, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería de Chile (Sonami), afirma que una de las prioridades de las mineras ha sido precisamente el control de costos, la optimización de procesos productivos, de gestión, la capacitación permanente de sus trabajadores y la innovación continua, con el objeto de recuperar la competitividad y elevar la productividad. La tendencia de adaptarse a esta época de vacas flacas es mundial.
Las mineras han simplificado sus portafolios y desinvertido en activos que no son núcleo del negocio, renegociaron sus deudas y clausuraron operaciones marginales. Ahora, están volcando su atención en obtener mayor productividad de sus organizaciones mediante un enfoque orientado hacia la excelencia operativa, dijo la consultora Deloitte en su reporte de tendencias para 2015.
Un buen ejemplo es el de Barrick, que está reevaluando los proyectos que tiene en cuatro continentes. En el caso de Chile, por ejemplo la minera canadiense analiza su iniciativa de cobre y oro Casale, en la región de Atacama, con el objetivo de buscar alternativas a menor escala, como reconoció en su último reporte trimestral. Cambiar el enfoque para paliar los precios en baja. El cobre a tres meses arrastra una baja de alrededor del 43% desde su máximo nivel en febrero de 2011, y el oro al contado ha perdido 37,5% de su valor desde su récord de $us 1.898,9 la onza alcanzado en septiembre de ese mismo año.Según los pronósticos de consenso de CIBC World Markets Inc., las proyecciones futuras de los precios de los commodities no mejorarán tan pronto. Y aunque hay expectativas positivas para el precio del metal rojo, por ejemplo, desde fines de 2017 -cuando comenzaría un repunte para situarse en mejores niveles, más cerca de los $us. 3,50 por libra, según especialistas; la imposibilidad de confiar en una recuperación inmediata ha hecho que las mineras se enfoquen hacia el logro de aumentos sostenibles en la productividad.
Por ahora la estrategia de reducir costos y ejercer una mayor disciplina en la administración del capital ha reemplazado la inversión en proyectos de capital de alto riesgo. También están cancelando o posponiendo indefinidamente las operaciones marginales y desacelerando el ritmo de expansión de las iniciativas. Las reacciones de las mineras a esta nueva etapa de precios bajos y altos costos no se han dejado esperar. Durante este último período, los altos costos de producción han tomado el centro de atención. Los objetivos de crecimiento, adquisiciones y expansión han pasado a un segundo plano, dijo Germán Millán, Socio de Capital Projects & Infrastructure de PwC Chile. Menos es más Invertir en minería siempre será negocio, pero el objetivo en adelante será la eficiencia. Una manera es construir por fases, ya que las plantas iníciales se programan para generar volúmenes más pequeños cuando los precios son bajos y luego aumentan la producción cuando cambien los fundamentos de la demanda.
Ese paso lo dio la mina de oro y plata Cerro Moro, en la provincia argentina Santa Cruz, en la que Yamana desarrollará sólo una planta, pero con una mayor capacidad. "(Con) mil toneladas por día de rendimiento se considera el tamaño del proyecto óptimo para maximizar el rendimiento y valor", dijo la canadiense cuando en febrero anunció su intención de seguir con el proyecto, pero a menor escala.Mega proyectos como el peruano
Las Bambas ($us 10.000 millones), el Nuevo Nivel Mina de El Teniente (Codelco, $us 7.000) o Pascua Lama ($us 8.000); son la excepción en estos tiempos. "En proyectos chicos, las posibilidades de error son menores", explicó Carlos Gálvez, de la plana ejecutiva de Buenaventura (Southern Copper), a Semanaeconómica.com.
"En los proyectos más grandes hay mayores probabilidades de error y tienes que ser muy cuidadoso con la ingeniería", agregó.BHP se ha sumado a la ola de menos es más, como dejó claro el año pasado su presidente ejecutivo Andrew Mackenzie, al declarar que es poco probable que haya anuncios de "megainversiones" puesto que la empresa preferiría realizar gastos pequeños e incrementales en los proyectos. Así, en marzo de este año confirmó sus planes para escindir en 2015 su cartera de activos de metales básicos South 32 por un valor aproximado de $us 26.700 millones. "Seguimos comprometidos con nuestros objetivos a largo plazo de producir 68 millones de onzas de plata y 500.000 onzas de oro al año para el 2018, pero lo haremos con una visión para maximizar los beneficios para todas nuestras partes interesadas", dijo a Reuters el CEO de Fresnillo, Octavio Alvídrez. Otras señales importantes son, por ejemplo, el anuncio de Glencore de dar celeridad a la concreción de su proyecto El Pachón, en Argentina; las cuantiosas inversiones de Codelco por cerca de $us 25.000 millones para los próximos años, entre otras iniciativas.
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