El paso del viento en el Cerro Rico de Potosí se sentía con fuerza. A más de 4.770 metros sobre el nivel del mar se probó, el 22 de noviembre, el primer prototipo de robot explorador minero hecho en Bolivia. Su objetivo: detectar gases tóxicos, la humedad y la temperatura dentro del legendario yacimiento mineralógico, para proteger las vidas de los mineros.
Ese día, cuando la ciudad mostraba una de sus facetas más efervescentes y coloridas en la Entrada Universitaria 2014, los estudiantes de mecatrónica de las carreras de ingeniería mecatrónica e ingeniería electrónica de la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF), en Potosí, guiados por su docente, el ingeniero José Sanabria García, probaron por primera vez al REM-UATF.
El ensayo se realizó cerca de la cima del Cerro Rico donde se registran constantes hundimientos y dentro de la mina San Luis -cuya existencia data, según los investigadores, de la época de Simón I. Patiño- y cuya cercanía con la cúspide implica el riesgo de derrumbes.
"La idea se trata de preservar la vida de las personas. Teníamos información de que los gases tóxicos tenían un alto grado de impacto en la salud de los mineros, la gama de estos gases es enorme como dióxido y monóxido de carbono, sulfuros, entre otros. Decidimos que el robot detecte ciertos gases, pero además que logre medir la temperatura y la humedad dentro de la mina”, explica Sanabria, que lleva años en las investigación robótica.
Este explorador minero -que consta de un brazo robótico, una cámara interna y decenas de dispositivos que hacen posible su funcionamiento- salió airoso tanto fuera como dentro de la mina, al recorrer lugares de difícil acceso para una persona y aventurarse sobre superficies inestables en la cima del "Sumaj Orcko”.
Tomó también muestras de gases, temperatura y humedad. Todo ello, con el objetivo de que el robot, mediante estas mediciones, determine las zonas peligrosas para que de esta manera los mineros dejen de arriesgar sus vidas y su salud al circular o trabajar en esas áreas.
Por las extremas condiciones de la mina se determinó construir un robot con un alto nivel de autonomía. Los investigadores pudieron manejar el dispositivo a más de 200 metros de distancia, se tiene previsto que las siguientes pruebas se realicen a un kilómetro y medio de distancia.
"Ha sido un desafío conseguir los materiales de última tecnología para construirlo, hemos hecho pedidos al exterior del país. Otro reto fue hacer cálculos de potencia a esa altura, la transmisión inalámbrica responde muy bien”, detalla el estudiante chuquisaqueño, Sergio Bellido.
Bellido se encargó de la parte electrónica y eléctrica que constituye en el establecimiento de control e interfaz de potencia.
El REM comenzó a desarrollarse el primer semestre de la gestión 2014. Sin embargo, los estudiantes involucrados y Sanabria decidieron continuar con el trabajo por el resto del año en forma extracurricular hasta concluir el robot con sus propios medios.
El costo del explorador minero es de aproximadamente mil dólares, sin tomar en cuenta la mano de obra; muchos materiales tuvieron que ser importados de otros países.
En Marte y en el Cerro Rico
El REM fue inspirado en el ExoRover Curiosity lanzado por la NASA ( Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio) en el planeta Marte.
El dispositivo consta, además de lo electrónico, de otras dos partes. La parte mecánica, en la cual se aplica la ingeniería mecatrónica y mecánica, que fue desarrollada por el estudiante tarijeño Wilson Yucra.
"Creo que es un gran avance tecnológico (...). Es un robot diseñado para ser estable y los motores tuvieron que intervenirse para que sean más eficientes y funcionar en la altura. El esfuerzo se traduce en salvar vidas, aquí (en Potosí) hay hundimientos todo el tiempo y es necesario hacer algo”, comenta Yucra.
La otra parte del robot, vinculada con las ciencias de la computación -es la inteligencia de la máquina, que dota de un determinado grado de autonomía al REM a través de la programación y un brazo robótico-, fue desarrollada por el estudiante potosino Adrián Bolívar.
Una segunda versión
Una segunda versión del REM se construirá en 2015.
En esta segunda generación, se incluirán diversos módulos adicionales y se aligerará su peso con el uso de materiales más livianos y maniobrables.
La carrera de ingeniería minera de la UATF solicitó al equipo de estudiantes, dado el éxito de esta pionera experiencia, la creación de un sistema que efectúe medidas sísmicas debido a la inestabilidad del mítico Cerro Rico sobre la cota 4.400.
"Lo ideal sería averiguar las características de los hundimientos en el Cerro Rico. Éste es un gran ejemplo de que se puede trabajar en equipo”, añade Sanabria.
El interés del equipo es que este logro, que implica un hito en la robótica boliviana, no sea una anécdota científica sino un paso al apoyo e incentivo de la ciencia y tecnología en Bolivia.
El invento robótico
Patrimonio El pasado 16 de junio la UNESCO añadió al Cerro Rico de Potosí en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro, debido a los más de nueve metros de hundimiento de la cima del yacimiento.
Salud y vida La emisión de diferentes tipos de gases tóxicos que constituyen la atmósfera de la mina afectan la salud de los mineros produciendo inclusive la muerte por edemas pulmonares, según el equipo de investigación.
Sin ciencia El equipo evidenció que actualmente se utilizan métodos caseros para evidenciar los hundimientos en la cúspide del Cerro Rico.
Felicidades a los creadores, creo que el Gobierno debería de financiar una serie de esos robots para prevenir la muerte de los mineros y las cooperativas privadas deberían de adquirir los mismos
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