Un estudio revela que 148 mujeres y sus familias en el Cerro Rico, empeladas por los cooperativistas, viven en la indigencia y marginalidad, con “salarios” que oscilan entre Bs 400 y 800; en condiciones insalubres, sin vivienda, sin servicios básicos y en alto riesgo porque sus casuchas también son depósitos de dinamitas, reactivos y maquinarias.
Musol, Solidaridad con las Mujeres, publicó los datos preliminares de un estudio socioeconómico de mujeres “guardabocaminas” del Cerro Rico de Potosí.
Las “guardabocaminas” son trabajadoras asalariadas, en su mayoría, dependientes de las cooperativas mineras o de los socios de estas cooperativas cuya actividad principal es el cuidado de las bocaminas y las casillas (depósitos) de las herramientas e insumos de trabajo.
Entre el 2013 a octubre del 2014 el número de guardabocaminas ha crecido de 78 a 148, de los cuales 136 han sido sometidos al estudio a través de entrevistas aplicadas en las zonas de Roberto, Pailaviri, Caracoles y La Plata del Cerro Rico de Potosí.
La edad de los guardabocaminas oscila entre 40 y 51 años (33,82%) seguidos por las de 31 a 40 años (29,41%), pero también hay menores a 20 años (1,47%) y mayores a 71 años de edad. El 46% son casadas de las cuales el 46% tiene hasta siete miembros en su familia, el 15% cuenta con cinco pero en general “el tamaño familiar de las guardabocaminas oscila entre uno hasta once miembros”.
El 91% provienen del área rural, el 81% decidió abandonar su comunidad por necesidades económicas, falta de trabajo, comida. “En sus pueblos de origen las condiciones de vida eran en muchos casos, peores que vivir en el Cerro Rico” señala el informe.
VIVIENDA
“El 95.5% de las guardabocaminas y sus familias tienen como único lugar para vivir su fuente de trabajo” en una “vivienda” dotada por sus empleadores entre tanto dure su “contrato”.
Las viviendas, en realidad son casuchas precarias construidas de abobe y en algunos casos de piedra y barro. Al interior de estas casuchas cuentan con una cama o catre (42%), el 30% con dos camas y 20% duerme sobre cueros de ovejas o llamas.
El 70% de estas casuchas también son usadas para depósito de herramientas como máquinas perforadoras y materiales para el trabajo minero como anfo, carburo, dinamita lo que genera un alto riesgo para sus vidas.
SERVICIOS BÁSICOS
El 56% de las guardabocaminas consumen agua de pozo, el 20% captan de algunas cañerías cercanas y el 22 de suministran de camiones cisternas que llevan agua hasta la zona. El 37% necesita hasta una hora para llevar agua a su casucha lo que obliga a abandonar su “fuente de trabajo” y correr el riesgo de robos.
La falta de agua hace que se la use racionalmente lo que genera problemas en la higiene y causa enfermedades. El 35% de las entrevistadas asegura que el agua que consumen está muy contaminada y el 24% asegura que hay contaminación moderada. El informe concluye que “la mayoría de las guardas no tiene conocimiento sobre la contaminación del agua y sus riesgos”.
El 100% de las guardabocaminas no tiene servicio de alcantarillado, menos servicios sanitarios, lo cual hace sus necesidades biológicas las hagan a la intemperie “constituyéndose, esta situación, en otro peligro para la salud”.
58% de las mujeres y sus familias no cuenta con energía eléctrica y el 41% la usa solo para iluminar la noche mientras que para preparar sus alimentos recurren a la leña, bosta, taquia, carbón y kerosene.
SALUD Y EDUCACIÓN
El 49% de las mujeres guardabocaminas no saben leer ni escribir (analfabetas) y el 96% no tienen seguro de salud a pesar de ser “asalariadas”.
El 20% asegura que los directivos de la cooperativa no quieren asegurarle, el 15% no cuenta con documentación, al 8% nadie le habló de éste derecho y el 6% sabe pero tiene miedo a reclamar.
El 72% admite que no tiene lo suficiente para alimentarse porque “el tamaño familiar es muy grande y el salario es muy poco”.
DATOS
- EL 92% de estas mujeres son subcontratadas por la cooperativa, el 6% es socia y el 2% no tiene ninguna relación con las cooperativas.
- Solo el 24% tienen contratos escritos y el 75% contrato verbal pero “el 99,3% trabaja las 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año” por tanto el 98% no cuenta con vacaciones “ni siquiera un día”.
- El 74% de las guardabocaminas percibe un “salario” que oscila entre 400 y 800 bolivianos y al 32% dice que no les pagan con regularidad tanto que a otras les deben hasta siete meses de sueldo.
- El 95% afirma que estos montos no alcanza para mantener a sus numerosas familias, menos para comprar medicamentos, materiales escolares, ropa o juguetes para sus hijos.
- El 62% de las guardabocaminas no reciben pago de aguinaldos pero además el 27% dice haber sufrido maltratos por parte de los empleadores y/o trabajadores de la mina.
Fuente: Red Aclo
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