Como resultado de la emergencia que se vive de manera generalizada en el ámbito minero nacional, se ha producido un interesante "encuentro" entre los mineros asalariados y las autoridades superiores del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) y de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), para tratar de manera específica y abierta la búsqueda de soluciones a la crisis de los precios bajos.
Un prolongado intercambio de ideas, formulación de reclamos, sugerencias de por medio y lo más importante entendimiento entre los ejecutivos sectoriales del Ejecutivo y los representantes de los verdaderos protagonistas de la producción minera, tal el caso de los asalariados, permitió refrendar un hecho concreto que se reduce a reconocer que "con buenas intenciones no se hace minería, sino con inversiones".
El intercambio de opiniones derivó en la aprobación y suscripción de un acuerdo de nueve puntos, en el que sobresale el cuarto que dispone la inmediata reestructuración de la estatal minera, la Comibol, por considerar que a partir del adecuado funcionamiento de ese organismo esencialmente técnico se podrán desarrollar los planes imperiosos de prospección y exploración de yacimientos mineros. Es un reto para la Comibol, reestructurarse y con una estructura renovada delinear una estrategia de "salvataje" y encaminar un plan verdadero de "reactivación de la minería boliviana".
Entre los acuerdos alcanzados entre mineros asalariados y Gobierno se prioriza el fortalecimiento de todas las productivas mineras estatales para enfrentar la baja temporal de los precios de minerales con mayor producción, fortaleciendo las empresas públicas estratégicas. El segundo punto hace referencia a la necesidad de convocar a una reunión tripartita entre sindicatos mineros privados, la empresa minera privada y el MMM para consensuar un plan de apoyo a ese sector para evitar el cierre de algunas minas, como ya anunció Inti Raymi.
Los otros puntos se relacionan con la adecuación de actividades mineras a la Ley de Minería que debe implementar en breve tiempo su reglamento de operaciones y su escala tributaria. Se insiste en otro punto en la necesidad de crear un plan de reactivación y fortalecimiento de la minería y metalurgia del país que se convierta en la política de trabajo que debe desarrollarse en todos los ámbitos de las actividades mineras y el apoyo al crecimiento de la metalurgia nacional.
Otro de los planteamientos tiene que ver con la inversión directa del Estado al sector minero estatal con recursos del TGN para impulsar el salvataje de las empresas estratégicas de la minería. Otro punto exige el cumplimiento de la Ley contra los avasallamientos y otras situaciones de riesgo que atentan contra las fuentes de empleo de los mineros asalariados y contra las propiedades mineras.
Otro fideicomiso
Como corolario del encuentro de "actores mineros" él mismo fue cerrado con el compromiso del Gobierno nacional que erogará cien millones de dólares que irán a un fideicomiso para reactivar la minería estatal. Los recursos provienen del Fondo para la Revolución Industrial Productiva (Finpro) que administra el Banco Central de Bolivia.
Es bueno explicar que los dineros del Finpro salen de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que controla el ente emisor, por lo mismo se trata de un desembolso de las cuentas estratégicas que tiene el país y cuyo uso de emergencia como en el presente, constituye una buena inversión.
Un plan inicial de inversión señala que la misma se hará de manera gradual y sin comprometer íntegramente los 100 millones de dólares. Inicialmente se gastará en equipos y maquinarias y luego se establecerán prioridades para facilitar las operaciones en cada una de las empresas, las mineras y las metalúrgicas.
Entre los casos más importantes se consigna Huanuni de necesidad perentoria para diversificar y ampliar su producción y poner en marcha su nuevo ingenio, que procesará hasta 3.000 toneladas/día. También se consigna como plan urgente la profundización de la rampa de mina Colquiri y por otro lado la consolidación productiva y de comercialización de las metalúrgicas de Vinto y el horno Ausmelt, como Karachipampa y el horno Kivcet, naturalmente que habrá fondos para las otras empresas de la minería estatal.
Algo interesante es que en la reunión que aprobó el documento de nueve puntos, se consigna en uno la necesidad de una reunión con la minería privada dado que en ese sector hay centenares de asalariados. El asunto de los trabajadores mineros denominados "autogestionarios o cuentapropistas", más claramente los cooperativistas, el tratamiento con seguridad que será exclusivamente sectorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario