Son llamadas minas ‘a cielo abierto’ o minas ‘a tajo abierto’ las explotaciones mineras que se desarrollan en la superficie del terreno, a diferencia de las subterráneas, que operan bajo ella.
Desde 1982, la Empresa Minera Inti Raymi (EMIRSA) extrae oro y plata por medio de este proceso en el sector de Chuquiña (provincia Saucarí), con el proyecto Kori Kollo. Mientras que con el proyecto Kori Chaca, ubicado a dos kilómetros al oeste de Oruro, en el sector de Iroco (Cercado), trabaja desde el año 2005.
Entre los pasivos más importantes generados por la empresa están el dique de colas, las lagunas de evaporación-infiltración, los tajos abiertos llenados con agua y las plataformas de lixiviación.
El representante de la Federación de Juntas Vecinales de Oruro (Fedjuve), Yony Terrazas, explica que en las pilas con reactivo químico (cianuro) se necesitan grandes cantidades de agua, para que con el proceso de lixiviación puedan diluirse los metales que existen en esos desmontes.
Tajo. El trabajo de 10 investigadores recopilado en febrero de 2011 en el libro Remediación ambiental minera Oruro-Potosí-La Paz ayudó a develar que con el ‘tajo’ realizado por EMIRSA en Kori Kollo “la empresa hizo desaparecer todo un cerro y excavó un hoyo de 250 metros de profundidad, que fue llenado con agua proveniente del río Desaguadero. Según EMIRSA, se utilizó sólo 50 millones de metros cúbicos de agua, pero otros estudios indican que habría sido el doble”, describe.
El tajo, a la altura de la comunidad de Villa Chuquiña, se produjo en la ribera del lado derecho del río Desaguadero y afecta a las provincias Saucarí y Cercado. ¿Cómo lo hace? “Dificulta el flujo de las aguas del Desaguadero que deberían llegar al nudo Burguillos (de la comunidad del mismo nombre); allí, el río se divide en dos brazos, uno que llega a los canales de riego de El Choro y el otro que se extiende hacia el excanal Comibol y llega a Iroco, y finalmente al lago Uru Uru, narra Terrazas.
Según un artículo publicado en marzo de 2009 por el periódico orureño La Patria, el proyecto Kori Kollo no sólo utilizó 50 millones de metros cúbicos de agua del río Desaguadero para llenar su tajo, sino que en los siguientes años lo recargó con cantidades hasta ahora desconocidas, “pero por la alta evaporación se puede presumir que fueron inmensas proporciones; lo preocupante es que son aguas frescas y dulces”.
“Kori Chaca usa aguas del río Desaguadero que llegan por el excanal Comibol y están excavando un tajo que será llenado con agua del río Desaguadero y debe haber llegado a los 100 metros de profundidad. Este líquido se salinizará y no será apto para el consumo humano, ni animal ni para el riego”, alertaba el matutino.
Evarista Nicasio, que desde pequeña se dedica al pastoreo en el ayllu Sora Chico (municipio El Choro) nos confirma esa afirmación. “Antes, año redondo venía agua del canal Comibol, pero desde hace varios años ese canal se lo ha apropiado Kori Chaca y directo el agua se va ahí; donde (vivimos) nosotros no hay nada, todo está seco y lo único que nos llega es lo que bota la empresa, y ese líquido huele horrible, no se puede tomar ni usar para cocinar.
“Por ejemplo —señala el artículo del diario La Patria—, a mediados del pasado año (2008) de las aguas que provienen del Desaguadero no llegó ni una gota por el sector de Burguillos. Toda la comunidad ha tenido que ir a trabajar, primero en ese sector, donde se constató que el agua corría en mayor proporción por el canal Comibol hacia Kori Chaca. Y viendo que el agua no vino hacia las áreas de riego, dragaron manualmente el río en el puente La Joya.
De todos modos, el agua escaseó, no solamente para el riego de cultivos, sino también para el consumo de los animales”.
RESPUESTA. La empresa minera informa, a través de un cuestionario formulado por La Razón, que en Kori Kollo la explotación minera fue paralizada desde hace un año por el agotamiento de los yacimientos mineros.
En Kori Chaca, se opera desde 2005, con la misma tecnología de Kori Kollo, es decir, en circuito cerrado “con cero descargas al medio ambiente. En la extracción a cielo abierto se afloja el mineral (oro) mediante la aplicación de una solución cianurada mantenida dentro de los límites permisibles y luego se carga el mineral en camiones de alto tonelaje para su traslado a las pilas de lixiviación”.
EMIRSA asegura que para el proceso metalúrgico de Kori Chaca el consumo de aguas representa tan sólo el 0,03% del volumen total que anualmente el río Desaguadero lleva en su camino de descarga a los lagos Uru Uru y Poopó, “por lo que la operación no afecta el nivel de dichos lagos y que el impacto resultante es mínimo”.
Sostiene que son las operaciones agrícolas con canales de derivación de agua, construidos a lo largo del curso inferior del río Desaguadero, las que consumen la mayor parte de las aguas pluviales antes de su llegada a los dos lagos. “Para Kori Chaca se utiliza agua del área de inundación de Iroco y en Kori Kollo se alimenta la planta con aguas del ahora existente lago Kori Kollo, formado en la depresión dejada por el tajo abierto explotado hasta 2002”.
El libro Remediación ambiental minera Oruro-Potosí-La Paz al respecto señala que el lago Kori Kollo se encuentra a escasos metros del río Desaguadero.
Una precipitación intensa, como la ocurrida en 2000, puede provocar una inundación y en consecuencia el cauce del río Desaguadero puede unirse con el del lago Kori Kollo que para mantener su nivel necesita agua en grandes cantidades, “por lo que presumimos que la empresa continúa utilizando aguas del río Desaguadero”.
La investigación determinó que el proyecto Kori Chaca, que también se encuentra a escasos metros del río Desaguadero y en el radio extensivo de la ciudad de Oruro, también ocasionó impactos ambientales negativos a los vecinos del Plan 500 Chiripujio (zona Sur de Oruro) y de otros sectores que de manera constante han presentado sus quejas por las detonaciones y los sólidos suspendidos en el aire y agua.
Advierte que la vertiente de agua dulce de la población de Iroco se habría secado, que las lagunas de evaporación de EMIRSA contienen aguas hipersalinas y que su sistema de tratamiento no tiene ninguna tecnología para que las aguas se recuperen y puedan ser usadas para riego.
La empresa minera responde que la provisión de agua potable en Iroco proviene de acuíferos existentes en la serranía rocosa situada al este, a cuya extensión no llega el impacto por el programa de desagüe, por lo cual —explica— el abastecimiento de agua potable no fue afectado.
Lo cierto es que el manejo de estos pasivos es muy delicado y un error puede afectar el agua, suelo, aire, plantas y animales, advierten los especialistas.
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