No era cuestión de entusiasmarse demasiado con los precios de los minerales a nivel internacional pues para los expertos que conocen el asunto se trata de ciclos cortos o prolongados que de todos modos tienen sus variantes. En función al comportamiento de la economía mundial regida por el poder de los capitales de países altamente industrializados que tiene su efecto directo en la situación de dependencia de los países en desarrollo como el nuestro.
Parece que en el Ministerio de Minería y Metalurgia, posiblemente por los frecuentes cambios de su personal jerárquico y naturalmente técnico, no se llevan adelante controles estadísticos de periodicidad de los precios que rigen en las pizarras de los grandes mercados, como el de Londres o el de Nueva York donde el cambio de las cotizaciones de minerales marca periodos muy determinados que deberían servir de guía a los estadistas de la minería nacional claro, está haciendo un seguimiento inclusive diario de las cotizaciones
Al no existir el seguimiento de precios y analizar las condiciones del mercado externo es muy difícil pensar en previsiones oportunas para cuidar la economía nacional y establecer prioridades para dar adecuado uso a las utilidades que genera la minería en buenos tiempos, estableciendo inclusive un fondo de reserva para compensar al sector en los periodos de "vacas flacas".
Lo que ha sucedido en el último periodo es que la ilusión de los precios que "tocaron el cielo" sirvió para efectuar elucubraciones muy especiales y hasta asegurar que el "boom" de la minería sería de largo alcance… empero la realidad es otra y esos precios, por factores de presión económica externa, tienden a bajar sin haber permitido su aprovechamiento hasta hace poco tiempo atrás en el mismo rubro minero.
El ahora ex ministro de minería José Pimentel reconoció el mes pasado que "la capacidad de producción minera del país llegó a su límite y sólo aumentaría cuando entren en operación nuevos proyectos con nuevo equipamiento". Quién sabe esa apreciación es la causa de su reemplazo porque de manera contradictoria el viceministro de Desarrollo Productivo, Freddy Beltrán, sostuvo que "es conveniente mantener el nivel de producción, puesto que si se aumenta (la producción) bajan las cotizaciones", añadiendo además que "es pura y simple ley económica… a mayor oferta, menor precio". Factor que por supuesto en la realidad no representa ninguna seguridad para garantizar (valga la redundancia) precios altos y sin variantes.
Lo único cierto es que del mismo modo que las cotizaciones se elevaron la mayoría de los precios comenzaron un descenso menos mal paulatino que permite ejercer cierto control en el desfase del sistema productivo. Metales preciosos como el oro y la plata continuaban con cierto registro positivo, lo que indudablemente puede tener variantes en el tiempo, por supuesto en bajada.
Lo que no cambia y debería tomarse en cuenta es que el Erario Nacional seguirá dependiendo del vaivén de las cotizaciones internacionales de los minerales, lo que se observa en las exportaciones que todavía mostraron cifras positivas aunque no sean solución a la falta de previsión en el prolongado ciclo de buenas cotizaciones.
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