El oro marcó ayer un nuevo récord en la Bolsa Mercantil de Nueva York al cerrar a 1.612,2 dólares la onza, impulsado por su posición como valor “refugio” ante la falta de acuerdo en EEUU para elevar el límite de endeudamiento y después de que Moody's volviera a rebajar la calificación de Grecia.
Los contratos de oro más negociados la primera jornada de la semana, los de vencimiento en agosto, sumaron 10,7 dólares por onza al precio del viernes, cuando registraron un leve ascenso con el que cerraron el día a 1.601,5 dólares onza.
Así el oro, que el 18 de julio superó por primera vez los 1.600 dólares, registró ayer un avance del 0,66 por ciento respecto al precio de cierre de la jornada anterior y volvió a terminar al precio más alto jamás alcanzado en este mercado.
Ayer se cerraron contrataciones por un máximo de 1.624,3 dólares la onza, y el oro se vio impulsado por la preocupación que genera el estancamiento de las negociaciones en el Congreso de EEUU para elevar el límite de endeudamiento público permitido, de 14,29 billones de dólares, al que se llegará el próximo 2 de agosto.
La preocupación que genera esa falta de acuerdo aumentó después de que el FMI alertara que la pérdida de credibilidad de la deuda estadounidense tendría “amplios y negativos” efectos en otras naciones.
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