domingo, 24 de julio de 2011

Nacionalización de las minas del 31 de octubre en Ucureña

Con la llegada de la Revolución Nacional de 1952, el gobierno de Paz Estenssoro comenzó la etapa de las leyes trascendentales. La Nacionalización de las Minas y la Reforma Agraria formaban parte de la promesa electoral de 1951 y fueron el bastión político para consolidar el nuevo régimen en la siguiente década.

En páginas interiores de la edición del Decano de la Prensa Nacional del mismo 31 de octubre, en edición extra fue publicado el Decreto de la Nacionalización de las Minas con sus 17 artículos, además del recuento informativo de esas jornadas.

EL DIARIO, 31 de octubre de 1952. “El gobierno del MNR cambia desde hoy el curso de la historia de Bolivia”. Se suscribió hoy en Campo Barzola el decreto de la Nacionalización de Minas que contempla el pago de indemnización y control obrero. Las minas explotadas por el grupo Patiño, Hoschild y Aramayo, en lugar de ser una fuente de beneficio colectivo se convirtieron en instrumentos de dominio y opresión del pueblo boliviano, se procedió a la ocupación inmediata de minas expropiadas.

Se encomienda a la Corporación Minera de Bolivia la administración y operación de las minas nacionalizadas. El Estado reconoce la antigüedad y todos los derechos sociales a los obreros y empleados. Forma de pago de las empresas, se ejercitará el control obrero mediante la participación de delegados de los trabajadores en cada una de las minas.

EL DIARIO, 1 de noviembre de 1952. “Hicimos nuestras las minas con el propósito de que sus riquezas beneficien a los bolivianos”. Bolivia da ejemplo de dignidad porque sus obreros rompen cadenas opresoras.

* Discurso pronunciado por el señor presidente de la República en la concentración popular con motivo de la nacionalización de las minas. “Hoy 31 de octubre de 1952 el gobierno del MNR ha cumplido con su pueblo. Esta mañana en el campo de María Barzola, húmedo todavía de la sangre derramada en la masacre de Catavi, se ha firmado el decreto por el que se nacionaliza las Minas de Patiño, Hoschild y Aramayo. Las riquezas de Bolivia son ya de los bolivianos y la Patria es dueña de su destino; la voluntad popular ha sido histórica y legalmente consagrada”.

“Durante los últimos cincuenta años, nuestras exportaciones eran muy superiores a las importaciones: el hecho era exhibido como motivo de orgullo; pero en realidad, patentizaba la fuga constante de nuestra riqueza, porque los saldos favorables lo eran solo aparentemente ya que su valor no retornaba ni era puesto a disposición de las necesidades del país”.

“Las grandes mayorías nacionales, clase media, obreros y campesinos, volvieron a vivir una especie de destierro en el seno mismo de su tierra. La fuga de capitales y el continuo descenso del valor adquisitivo de la moneda boliviana cerraron todos los horizontes a los hombres de empresa, empobrecieron a los pequeños propietarios, ataron al empleado a una existencia sin porvenir”.

NACIONALIZACIÓN

“El decreto de la Nacionalización de las Minas de las tres grandes empresas ha sido firmado a las 10 y 16 horas de ayer”. Cuatro aviones condujeron el jueves pasado hasta Uncía al primer mandatario, ministros de Estado, altas personalidades políticas de la América, representantes de la prensa extranjera y local. A su arribo el presidente de la República, Víctor Paz Estenssoro fue objeto de un calurosos recibimiento por parte de los trabajadores mienros de Llallagua, Siglo XX y Catavi. Un kilómetro antes de llegar a la población de Llallagua, el presidente Paz Estenssoro, el ministro de minas y petróleos, Juan Lechín, el ministros de trabajo y previsión social, Germán Butrón (...) fueron colocados en sillones especiales y llevados en hombros de los mineros.

A pedido de los trabajadores mineros habló el líder de los obreros mexicanos, Lombardo Toledano, quien expresó entre otras cosas: Vengo en representación de la Confederación de Trabajadores de la América Latina. El siglo XX será la ruptura total con el imperialismo, en toda la fase del mundo. El 31 de octubre será fiesta para todos los pueblos, porque así se inicia el bravo combate de la liberación económica”.

El pensamiento de la COB en cuanto a la nacionalización de las minas es claro y terminante: reversión de las minas a su legítimo propietario y por consiguiente, nacionalización sin indemnización. La comisión ha dado su informe y DS, basado en tal informe establece la forma legal para proceder a la reversión del derecho de propiedad.

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