martes, 30 de noviembre de 2010

Mejora la calificación de riesgo para el país

Aunque en ciertos niveles del Ejecutivo se minimice la importancia de las calificaciones que se da al país por diferentes rubros de actividad, lo cierto es que tales datos son tomados en cuenta y evaluados por las grandes empresas del mundo que de ese modo examinan las posibilidades de inversión en países que ofrecen mayor seguridad y garantías.

De acuerdo a los datos más recientes de la “calificadora” Fitch las condiciones de riesgo en Bolivia disminuyeron lo que hace subir la evaluación de manera favorable disponiendo una calificación de B+, lo que significa una condición más amplia para tentar inversiones externas que son precisamente las que necesitamos para encarar los macro proyectos de la minería nacional.

Algunos de los aspectos tomados en cuenta en la evaluación del país tienen que ver con la “estabilidad macroeconómica”, la solvencia fiscal, la reducción de la deuda externa y la predisposición para garantizar grandes proyectos.

La calificación podría subir hasta colocar a Bolivia entre los países más seguro, pero sucede que la Fitch también toma en cuenta aspectos tales como la debilidad en la ejecución presupuestaria en inversión pública, problemas de gobernabilidad y falta de seguridad para sostener un adecuado clima de negocios.

Los datos que fueron publicados en los “ratings” más recientes muestran que nuestro país ascendió algunos puntos, pero todavía está compartiendo posición con Venezuela y los países africanos. La calificación obtenida representa el equilibrio administrativo en materia fiscal y la responsabilidad con que actúan los encargados de la administración económica nacional para mantener la estabilidad financiera al margen de conflictos internos. Este último aspecto es el que seguramente está interfiriendo la posibilidad de mejorar el puntaje que como país precisamos para competir en la captación de inversiones con los países vecinos cuyas administraciones financieras priorizan la productividad, fuentes de empleo y seguridad para la ejecución de grandes proyectos.

Datos especiales son los que toma en cuenta la Fitch para otorgar calificación a cualquier país. Se comienza con el análisis de la economía vigente, su ritmo de crecimiento y la perspectiva en materia financiera. En lo que corresponde --seguramente-- a la tasa de crecimiento la evaluadora ha tomado en cuenta que en el 2009 el índice fue de 3.4 por ciento, mientras que la estimación para la gestión que corre 2010 y hasta el año próximo puede superar el 4 por ciento estimado como favorable para las condiciones de seguridad financiera.

LAS DEBILIDADES

Lo interesante en este tipo de evaluaciones es que no sólo se maneja los aspectos positivos, sino que se formulan recomendaciones especiales que tomadas en cuenta pueden facilitar una mejor calificación en la siguiente evaluación.

En el caso de nuestro país y en plena coincidencia con varias observaciones que publicamos, opiniones de expertos, especialmente en materia productiva y más directamente en el rubro de economía la Fitch Ratings apunta a las falencias estructurales evidenciadas en la “debilidad de los indicadores de gobernabilidad y clima de negocios poco favorable que restringe el crecimiento acelerado de la economía.

Entre otros detalles se menciona también la débil capacidad de ejecución de la inversión pública que tiene efecto en el déficit fiscal. Empero lo más importante es que la calificación detecta y advierte una muy marcada dependencia de la economía nacional a los ingresos proveniente de los “commodities” (impuestos y regalías) y los riesgos de una dolarización financiera, que menos mal está en bajada.

Mencionamos estos datos por lo relevante de las apreciaciones efectivas en materia de calificar el ritmo financiero nacional, la situación de riesgo existente y la necesidad de efectuar algunos cambios en materia económica, de tal suerte que en el caso específico de la minería pueda corregirse los errores y abrir las posibilidades más adecuadas para encarar proyectos de gran envergadura que necesitan gigantes inversiones que sólo se harán realidad si se dan las condiciones favorables para tales negocios.

Es importante establecer condiciones particularmente de estabilidad política y social que sean factores claramente perceptibles en el diario quehacer y que sean sinónimos de garantía y seguridad para emprendimientos mineros con inversiones, tecnología de punta y ausencia total de conflictos generados por mala interpretación de normas o por falta de adecuada reglamentación de las mismas.

Hay que aprovechar la imagen del país en el contexto de la calificación que sube unos puntos, aunque todavía se observa la baja capacidad de ejecución en inversión.

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