El último trimestre del año en curso con seguridad que confirmará el importante valor que tienen las actividades mineras y las gasíferas en nuestro país, pues ya se han visto cifras alentadoras en ese sentido y se perfilan además como la parte sustancial de los ingresos que se atribuirán a los departamentos de Potosí y Tarija.
En el primer caso, se trata de Potosí, los ingresos para la gestión del 2011, consignan de forma anticipada una estimación que subirá aproximadamente en 58.7 por ciento, vía regalías provenientes de la actividad minera en esa región.
CASO DEL GAS
El segundo caso también alentador corresponde a Tarija que logrará un 22.8 por ciento más, por la exportación de gas. Hay que añadir en materia de cifras que el Ministerio de Economía y Finanzas prevé que las regalías por hidrocarburos y que serán distribuidas entre las regiones productoras llegarán a un total de 2.639.8 millones de bolivianos. De cuyo total más del 60 % corresponde sólo al departamento de Tarija.
El Presupuesto General del Estado (PGE) 2010 estableció para Tarija un monto de de 1.014,5 millones al que se añadió Bs. 360.3 millones en el proyecto reformulado, haciendo un total de 1.374,9 millones, lo que muestra para el 2011 un incremento del 22.8 por ciento, que beneficiará a Tarija.
APORTE MINERO
En lo que se relaciona directamente con la actividad minera, hay ciertas cifras que se atribuyen a las regalías mineras de Potosí, asignando a ese distrito para la gestión del próximo año 2011 la cantidad de 595.6 millones de bolivianos. Lo que significa un incremento superior al 58.7 por ciento con relación a la gestión en curso que hasta fin de año deberá cubrir el techo asignado de sólo 375.6 millones de bolivianos.
No hay que desconocer la importancia de las operaciones mineras que se desarrollan en Potosí, particularmente con el proyecto privado San Cristóbal que produce y exporta plomo y zinc, además de San Bartolomé que opera en la producción de lingote de plata, debiendo añadirse San Vicente y para la próxima gestión seguramente se incluirá el complejo de Karachipampa, con lo que las regalías por el rubro de minería se incrementarán sustancialmente, claro hablando sólo de Potosí, pero con un valor distributivo inicial para todo el país, pues las divisas que produce la minería van al Erario Nacional y de ahí a todos los distritos de acuerdo a planes específicos.
Con esos datos hay una clara tendencia de elevar los ingresos de esos dos distritos del país, caso de Tarija y Potosí, que con las regalías petroleras y mineras, concentran los mayores ingresos del país.
VENTAJAS INMEDIATAS
Parecería que toda esta proyección económica, conocida fehacientemente en los ministerios de área del Gobierno nacional no tiene mayor trascendencia, sin embargo lo mínimo que se rescata de esa información es que minería y gas son los dos insumos más importantes para mantener la base presupuestaria nacional, luego se añadirán otros insumos que naturalmente fortifican las arcas del Estado, pero sobre las importantes recaudaciones vía impuestos y regalías que producen Tarija y el gas y Potosí y la minería.
En el caso concreto de la minería hay necesidad de puntualizar dos hechos de la coyuntura actual, primero que nada el “boom” de los precios y cotizaciones que han sobrepasado límites previstos marcando récord en su valor, el caso del estaño, el oro, la plata y otros y segundo, el interés que muestran cerca de una docena de empresas mundiales y de países industrializados, en las riquezas nacionales, caso concreto del litio de los salares y el hierro del Mutún, manteniéndose en “bajo perfil”, el exclusivo interés que existe también por el Uranio, cuyo potencial en reservas está siendo estudiado.
Bajo éstas condiciones actuales, no deberían darse muchas vueltas a las medidas que deben adoptarse para cada caso, conociendo esos detalles de coyuntura que se presentan en determinados ciclos, como el buen precio de los minerales y que deben aprovecharse en el momento oportuno, después no tiene ningún efecto positivo.
En el resumen de los ingresos que se perciben en el país, lo sobresaliente entonces, es lo que corresponde a Tarija y Potosí, el gas y los minerales, los dos rubros que permiten avanzar hacia la consolidación de una importante estructura financiera, que bien utilizada tendría que servir de retorno a incrementar justamente esos dos sistemas productivos y coincidentemente en ambos casos, disponiendo presupuestos especiales para la exploración de nuevas áreas gasíferas y otros yacimientos mineros que por supuesto merecen tratamiento especial.
La perspectiva señala finalmente que para la próxima gestión 2011 las regalías favorecerán ampliamente a las dos regiones privilegiadas del país, por una parte Potosí que recibirá un 58,7 % más de ingresos por las regalías mineras y Tarija que alcanzará hasta un 22,8 % de excedente por regalías del gas.
La proporción porcentual, fuera de ciertos aspectos técnicos, muestra que si se otorgase mayor valor de incentivo a la actividad minera nacional, en todos los subsectores que la conforman, es decir la minería chica, la mediana, la estatal y la cooperativizada, los resultados de optimización del sistema arrojarían cifras positivas para mejorar de verdad las condiciones de vida de los bolivianos.
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