La empresa minera Nueva Vista S.A. no inició la explotación minera en su concesión aurífera de Amayapampa (Potosí) por la falta del permiso social de los habitantes originarios de las 16 comunidades de la región.
El director del proyecto minero, Greg Barns, explicó que la compañía extranjera Republic Gold, que en Bolivia es la empresa minera Nueva Vista, no empezó la actividad de explotación del oro desde 1996, año en que recibió la concesión minera.
El gerente de relaciones Públicas de Nueva Vista, Rafael Urioste, afirmó que este año realizarán la consulta a las comunidades que se encuentran alrededor del yacimiento.
Para esto, dijo, se organizan talleres de socialización de los beneficios que tendrá la región económicamente y con proyectos sociales.
El Ministerio de Minería organiza la consulta que la compañía espera para el siguiente año.
El proyecto minero de Amayapampa implica la construcción de una planta de explotación del oro con una inversión de 35 millones de dólares para producir 100.000 onzas anuales.
Barns anunció que se ampliarán las instalaciones de agua y de electricidad y se construirán las carreteras que van a la comunidad de Amayapampa y al centro minero.
Éste, señaló, es otro factor que impidió iniciar una actividad plena de explotación del yacimiento.
Otro es el rechazo de dos comunidades, que pertenecen al cabildo de Chujñuma, explicó Urioste, que no quieren que se explote el oro de la región porque existe el antecedente de otras compañías que no cuidaron la tierra, ni el agua ni el ambiente de las comunidades asentadas en el área.
Nueva Vista hizo un estudio de exploración de las reservas auríferas de la zona y la actividad social de apoyo a las comunidades en educación, refacciones de la escuela y contratación de personal para salud.
Según la compañía, entre 1996 y 2009 se invirtieron 17 millones de dólares, y sólo este año, 1,5 millones de dólares.
Amayapampa es una región con una reserva aurífera, según Urioste, calculada en 1,1 millones de onzas del mineral.
En 1996 se suscitó un conflicto entre la concesionaria de entonces (llamada Vista Gold), el Gobierno, los mineros y las comunidades cercanas al yacimiento minero.
El hecho violento derivó en la muerte de diez personas, entre mineros y campesinos.
Sin embargo, la mina fue entregada después por el Gobierno a Republic Gold.
Urioste informó que, para evitar contaminación alguna, la empresa trabajará en dos aspectos de la protección de la contaminación de ríos y del agua que se convierte en muy ácida debido a los residuos del mineral.
Los campesinos explotaron la mina tras la salida de Vista Gold y la dejaron cuando llegó Nueva Vista.
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