El ministro de Minería de Bolivia, Luis Alberto Echazú, se ha convertido en la mano derecha del presidente Evo Morales para sacar adelante el ambicioso proyecto de desarrollo del salar de Uyuni, que podría contener las mayores reservas del mundo de litio. Él será el encargado de dirigir el Foro Mundial sobre el litio que tendrá lugar en La Paz del 29 al 31 de octubre, donde también deberá lidiar con un sector privado que aspira a mejorar las condiciones impuestas por Evo para participar en el que se perfila como motor de crecimiento económico del país.
Los blogs especializados ya se han hecho eco de la cita y todos destacan la inminente llegada de expertos y científicos de todo el mundo a para participar en un foro que pretende sentar las bases del desarrollo de un recurso natural que podría convertirse en el motor de crecimiento económico del país latinoamericano.
Los analistas advierten, sin embargo, que Evo Morales habrá dado ya instrucciones a Echazú sobre el tratamiento que recibirán las empresas extranjeras interesadas en este proyecto. Y es que el enfrentamiento entre el presidente y las grandes multinacionales que aspiran a hacerse con el control de los yacimientos es más que evidente.
El Gobierno boliviano ha dejado bien claro que sólo aceptará socios a condición de que Bolivia reciba el 60% de los ingresos del prometedor negocio. El Estado siempre tendrá la mayor participación en los proyectos, unas dificultades políticas que podrían provocar la retirada de unas compañías indispensables para financiar la exploración.
Transnacionales como la francesa Bolloré, la surcoreana LG y las japonesas Sumitomo y Mitsubishi Motors Corp han mostrado interés en invertir en Bolivia, aceptando en principio las condiciones planteadas por el Gobierno. Pero las negociaciones están aún abiertas y es posible que estas firmas intenten hacer valer su llave a la financiación para convencer a Evo de la necesidad de cambios en sus planes.
No lo tendrán fácil. El gran interés por la explotación de las reservas permitirá a Bolivia negociar sus acuerdos en posición favorable para exigir sus condiciones. Una de las condiciones de la explotación de dichos recursos debería ser la de una asociación con la boliviana Comibol, para la transformación de la materia prima extraída en metal elaborado
El Gobierno de Evo Morales, con la aprobación de la nueva Constitución, otorgó a los indígenas el control sobre los territorios en los que estén asentados, dándoles así un mayor peso en la sociedad y capacidades que incluso podrían llegar al bloqueo de la explotación de determinados yacimientos. Portal Minero
Los blogs especializados ya se han hecho eco de la cita y todos destacan la inminente llegada de expertos y científicos de todo el mundo a para participar en un foro que pretende sentar las bases del desarrollo de un recurso natural que podría convertirse en el motor de crecimiento económico del país latinoamericano.
Los analistas advierten, sin embargo, que Evo Morales habrá dado ya instrucciones a Echazú sobre el tratamiento que recibirán las empresas extranjeras interesadas en este proyecto. Y es que el enfrentamiento entre el presidente y las grandes multinacionales que aspiran a hacerse con el control de los yacimientos es más que evidente.
El Gobierno boliviano ha dejado bien claro que sólo aceptará socios a condición de que Bolivia reciba el 60% de los ingresos del prometedor negocio. El Estado siempre tendrá la mayor participación en los proyectos, unas dificultades políticas que podrían provocar la retirada de unas compañías indispensables para financiar la exploración.
Transnacionales como la francesa Bolloré, la surcoreana LG y las japonesas Sumitomo y Mitsubishi Motors Corp han mostrado interés en invertir en Bolivia, aceptando en principio las condiciones planteadas por el Gobierno. Pero las negociaciones están aún abiertas y es posible que estas firmas intenten hacer valer su llave a la financiación para convencer a Evo de la necesidad de cambios en sus planes.
No lo tendrán fácil. El gran interés por la explotación de las reservas permitirá a Bolivia negociar sus acuerdos en posición favorable para exigir sus condiciones. Una de las condiciones de la explotación de dichos recursos debería ser la de una asociación con la boliviana Comibol, para la transformación de la materia prima extraída en metal elaborado
El Gobierno de Evo Morales, con la aprobación de la nueva Constitución, otorgó a los indígenas el control sobre los territorios en los que estén asentados, dándoles así un mayor peso en la sociedad y capacidades que incluso podrían llegar al bloqueo de la explotación de determinados yacimientos. Portal Minero
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