Los emprendimientos más importantes del país, se encuentran en la jurisdicción del Departamento de Potosí, un hecho que permitirá “reflotar” la minería en el futuro inmediato, a partir del 2009 y consolidar un proceso de alta recuperación desde el 2010.
San Cristóbal, San Bartolomé y San Vicente son proyectos que datan de varios años atrás y que precisamente en la presente gestión avanzan con mayores opciones para consolidarse en los procesos productivos que han demorado muchos años para encarar los delicados procesos de explotación.
En el caso San Vicente se mencionaba que la extracción de plata y zinc era a mediados de la gestión presente de 250 toneladas por día y se anticipaba que el año venidero podría subir a 750, lo que garantizaría una utilidad para el Estado de aproximadamente 80 millones de dólares luego de 13 años de actividad, tiempo en el que se mantuvo vigente el convenio de riesgo compartido (joint venture) entre Comibol y la Pan Américan Silver, una compañía que además trabaja en grandes proyectos mineros en México y Perú
Algo de historia
San Vicente fue una de las grandes minas de propiedad del magnate Aramayo y se nacionalizó con las medidas del MNR en 1952, sus reservas corresponden a concentrados de plata y zinc, éste último mineral atravesando temporalmente por un descenso en su precio, pero que será tratado con nueva tecnología en el próximo año.
Importantes operaciones se realizaron por cuenta de la Comibol en diferentes periodos como los de 1972 y en 1993 cuando paralizó tareas por un descenso radical en precios internacionales, seis años después en 1999 a través de una licitación pública internacional Comibol estableció un contrato de riesgo compartido con la internacional Pan Américan Silver que se mantiene hasta la fecha y que proporcionará utilidades en la próxima gestión.
Su importancia
Es necesario señalar la importancia de los grandes proyectos mineros y los réditos a favor del estado boliviano, como el caso de San Vicente que pese a realizar sólo pequeñas operaciones durante los pasados casi diez años de labores generó alrededor de 8,8 millones de dólares por pagos a Comibol a parte de unos cuatro millones de dólares sólo por el rubro de impuestos mineros en la etapa de preparación del yacimiento, sin explotación plena.
Por disposiciones del actual gobierno a partir del 2006, el Estado dispuso la revisión del contrato de riesgo compartido que disponía originalmente una participación de las partes en porcentajes del 20 al 30 por ciento dependiendo de las cotizaciones internacionales. Con la revisión y el nuevo acuerdo la Pan Américan Silver reconoce una participación en favor de Comibol del 37,5 por ciento, que equivale al 50 por ciento en producción de utilidad neta en las operaciones de San Vicente.
Los avances
Los ejecutivos de la inversionista extranjera, tienen trazados planes especiales que deben cumplirse hacia delante, aunque en los mismos no se contaba con un periodo tan abrupto que marque la caída de los precios internacionales y en especial del zinc, que es mineral de alta explotación en la mina que se ubica en la provincia Sur Chichas de Potosí, donde se pondrá en marcha un proceso de industrialización para mejorar la extracción de plata y zinc, después del primer trimestre de la gestión venidera.
De acuerdo a la explicación técnica de lo que ocurrirá en San Vicente, se entiende que la producción actual de 250 toneladas diarias podría subir a 750, lo que permitiría al Estado percibir interesantes ingresos por el rubro regalitario.
Los trabajos, bastante avanzados según los informes de técnicos del proyecto, consisten en la habilitación de un nuevo ingenio equipado con tecnología de punta, además de un dique de colas y rampa de acceso a la zona de explotación, trabajos que a mediados del año en curso tenían ya un considerable avance.
Minería sólida
El caso de San Vicente junto a otros importantes proyectos es ejemplo de constancia a toda prueba para concretar objetivos de orden financiero y técnico que muestran la importancia del sistema minero nacional y que es debidamente aquilatado por empresarios que conocen los procesos de actividades mineras de alto rendimiento.
Más de nueve años en el trabajo preliminar en San Vicente, si se menciona San Cristóbal igualmente, han sido muchos años que comenzó el proyecto y recién dará frutos, no precisamente en el mejor tiempo de auge de precios internacionales.
El país se nutre de las divisas que produce la minería, por tanto es necesario que justamente en el periodo actual se dispongan medidas de emergencia para que los grandes, los medianos y los otros proyectos no se detengan haciendo de la minería una actividad estable y sustentable.
De momento inversionistas y trabajadores están esperanzados en que desde el nivel oficial se establezca una política de emergencia para garantizar todas las operaciones mineras, en tanto las mismas sean parte de proyectos que por sus inversiones necesitan más tiempo y garantías para su desarrollo, sin embargo tampoco debe dejarse de lado los esfuerzos de la minería chica y del sistema cooperativo que principalmente quieren salvar fuentes de empleo directo y de multiplicación familiar.
San Cristóbal, San Bartolomé y San Vicente son proyectos que datan de varios años atrás y que precisamente en la presente gestión avanzan con mayores opciones para consolidarse en los procesos productivos que han demorado muchos años para encarar los delicados procesos de explotación.
En el caso San Vicente se mencionaba que la extracción de plata y zinc era a mediados de la gestión presente de 250 toneladas por día y se anticipaba que el año venidero podría subir a 750, lo que garantizaría una utilidad para el Estado de aproximadamente 80 millones de dólares luego de 13 años de actividad, tiempo en el que se mantuvo vigente el convenio de riesgo compartido (joint venture) entre Comibol y la Pan Américan Silver, una compañía que además trabaja en grandes proyectos mineros en México y Perú
Algo de historia
San Vicente fue una de las grandes minas de propiedad del magnate Aramayo y se nacionalizó con las medidas del MNR en 1952, sus reservas corresponden a concentrados de plata y zinc, éste último mineral atravesando temporalmente por un descenso en su precio, pero que será tratado con nueva tecnología en el próximo año.
Importantes operaciones se realizaron por cuenta de la Comibol en diferentes periodos como los de 1972 y en 1993 cuando paralizó tareas por un descenso radical en precios internacionales, seis años después en 1999 a través de una licitación pública internacional Comibol estableció un contrato de riesgo compartido con la internacional Pan Américan Silver que se mantiene hasta la fecha y que proporcionará utilidades en la próxima gestión.
Su importancia
Es necesario señalar la importancia de los grandes proyectos mineros y los réditos a favor del estado boliviano, como el caso de San Vicente que pese a realizar sólo pequeñas operaciones durante los pasados casi diez años de labores generó alrededor de 8,8 millones de dólares por pagos a Comibol a parte de unos cuatro millones de dólares sólo por el rubro de impuestos mineros en la etapa de preparación del yacimiento, sin explotación plena.
Por disposiciones del actual gobierno a partir del 2006, el Estado dispuso la revisión del contrato de riesgo compartido que disponía originalmente una participación de las partes en porcentajes del 20 al 30 por ciento dependiendo de las cotizaciones internacionales. Con la revisión y el nuevo acuerdo la Pan Américan Silver reconoce una participación en favor de Comibol del 37,5 por ciento, que equivale al 50 por ciento en producción de utilidad neta en las operaciones de San Vicente.
Los avances
Los ejecutivos de la inversionista extranjera, tienen trazados planes especiales que deben cumplirse hacia delante, aunque en los mismos no se contaba con un periodo tan abrupto que marque la caída de los precios internacionales y en especial del zinc, que es mineral de alta explotación en la mina que se ubica en la provincia Sur Chichas de Potosí, donde se pondrá en marcha un proceso de industrialización para mejorar la extracción de plata y zinc, después del primer trimestre de la gestión venidera.
De acuerdo a la explicación técnica de lo que ocurrirá en San Vicente, se entiende que la producción actual de 250 toneladas diarias podría subir a 750, lo que permitiría al Estado percibir interesantes ingresos por el rubro regalitario.
Los trabajos, bastante avanzados según los informes de técnicos del proyecto, consisten en la habilitación de un nuevo ingenio equipado con tecnología de punta, además de un dique de colas y rampa de acceso a la zona de explotación, trabajos que a mediados del año en curso tenían ya un considerable avance.
Minería sólida
El caso de San Vicente junto a otros importantes proyectos es ejemplo de constancia a toda prueba para concretar objetivos de orden financiero y técnico que muestran la importancia del sistema minero nacional y que es debidamente aquilatado por empresarios que conocen los procesos de actividades mineras de alto rendimiento.
Más de nueve años en el trabajo preliminar en San Vicente, si se menciona San Cristóbal igualmente, han sido muchos años que comenzó el proyecto y recién dará frutos, no precisamente en el mejor tiempo de auge de precios internacionales.
El país se nutre de las divisas que produce la minería, por tanto es necesario que justamente en el periodo actual se dispongan medidas de emergencia para que los grandes, los medianos y los otros proyectos no se detengan haciendo de la minería una actividad estable y sustentable.
De momento inversionistas y trabajadores están esperanzados en que desde el nivel oficial se establezca una política de emergencia para garantizar todas las operaciones mineras, en tanto las mismas sean parte de proyectos que por sus inversiones necesitan más tiempo y garantías para su desarrollo, sin embargo tampoco debe dejarse de lado los esfuerzos de la minería chica y del sistema cooperativo que principalmente quieren salvar fuentes de empleo directo y de multiplicación familiar.
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