La caída de las cotizaciones de los minerales está generando condiciones para que las regiones que basan su economía en ese rubro enfrenten crisis sociales. Así lo advierte el experto en minería, Henry Oporto.
En un documento titulado “La minería en caída libre”, el especialista en temas mineros señala: “recientes noticias acerca del abandono de alrededor del 60 % de la población del centro minero Porco, debido a las bajas cotizaciones de los minerales, y que se suman a otras similares conocidas en el último tiempo, debieran encender todas las alarmas. La desocupación en los distritos mineros y, consiguientemente, la emigración forzada, principalmente de cooperativistas mineros, por la imposibilidad de seguir produciendo con niveles mínimos de rentabilidad, se veía venir y fue advertido desde que en 2012 surgieron indicios de la inflexión en los precios de los minerales”.
“La crisis social que se incuba en las regiones mineras puede ser de proporciones. Recuérdese que en el pasado mes de julio hubo una masiva y prolongada protesta de organizaciones potosinas, con miles de cooperativistas volcados a la ciudad de La Paz, y que ya anunciaba la irrupción de conflictos sociales en el nuevo escenario económico”, indica Oporto.
En el último año, el precio de los metales base (zinc, plomo, estaño) cae en un 27 %, mientras que la caída del precio del oro y la plata promedia el 10%. Si se compara los últimos precios con los precios de hace cinco años, la caída es de casi 28 %; siendo la más pronunciada la de la plata (47 %). La dimensión del descenso de precios es todavía más impactante cuando se compara con los precios máximos (pico) del último quinquenio: 50 % en promedio general; 70 % en el precio de la plata; 57 % en el precio del estaño, anota el especialista y autor del libro “Los dilemas de la minería”.
El coordinador del Foro Minero indica que, “si bien los precios de ahora son todavía más altos que los precios de mediados de los años 2000, cuando arranca la tendencia alcista de las materias primas, el problema es que paralelamente ha habido una trayectoria de incremento constante de los costos de producción en la minería, de tal forma que con el nivel actual de precios difícilmente hoy en día se puede hallar operaciones mineras rentables y con posibilidades de generar utilidades suficientes para emprender nuevas inversiones”.
También hizo conocer que el derrumbe de los precios arrastra a las exportaciones mineras. De acuerdo con datos oficiales, entre enero y septiembre de 2015, las exportaciones de minerales se han contraído de $us 3.015 millones a $us 2.180 millones (28 % menos). Son cifras globales que incluyen las exportaciones de oro de dudosa procedencia –la existencia de un masivo contrabando de oro desde el Perú, es algo admitido en esferas oficiales–. De manera que si excluye el monto correspondiente al presunto contrabando de oro, y que podría ser equivalente al 35 % del total de las exportaciones del sector minero, las pérdidas en el valor de las exportaciones mineras en los últimos dos años alcanzan proporciones enormes.
Asimismo, explica que es evidente que la capacidad de los actores productivos para generar ingresos fiscales ha mermado considerablemente; incluso, en las empresas privadas con capital extranjero que conforman el sector que, de lejos, es el que más contribuye a la generación de la renta minera mediante el pago de impuestos y regalías mineras.
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