Parece que por fin las autoridades superiores que manejan sectores estratégicos como la minería, están escuchando consejos de expertos y tomando en cuenta las sugerencias para priorizar proyectos de rentabilidad y operabilidad rápida.
Según el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Marcelino Quispe, el Gobierno nacional ha descartado impulsar la exploración y explotación de uranio, mineral estratégico que en algún momento se mencionó como otra alternativa en los planes de diversificación de la explotación de minerales especiales.
Se dice que expertos de Alemania y Francia "nos recomendaron" dejar de lado el proyecto uranio y apostar por la industrialización del litio, ya que la reserva que tenemos de este mineral en Bolivia, se considera como una de las mayores a nivel mundial y su explotación y tratamiento es posible sin riesgos como el manejo de uranio que genera desechos tóxicos y cuya eliminación es problemática, además que la industria del uranio está prácticamente en recesión.
En algún momento se mencionó que "Bolivia podría producir su propio uranio para desarrollar su plan nuclear con fines pacíficos", sin embargo, entendidos en la materia consideran que el uranio necesario para ese proyecto se puede adquirir en Francia, Canadá o Australia, sin riesgos de ningún tipo. El proyecto nacional es la construcción de un centro de investigación nuclear con fines medicinales y agrarios, bajo asesoramiento ruso y su emplazamiento será en la ciudad de El Alto. Por lo visto las recomendaciones de expertos en la materia han sido escuchadas y evitarán a nuestro gobierno realizar gastos inútiles.
Lo interesante es que paralelamente, expertos en minería han sugerido al Ejecutivo nacional impulsar decididamente el desarrollo de la industria del litio en Uyuni, aprovechando que se cuenta con una inversión programada de 925 millones de dólares hasta el 2019. El plan de explotación del litio incluye la construcción de una planta de producción de carbonato de litio y la infraestructura necesaria para la industrialización de ese componente.
Lo importante de este hecho y por lo que merece ser remarcado es que nuestras autoridades superiores en el manejo de la proyección minera están asumiendo responsablemente su rol de "poner los pies en la tierra" y definir o impulsar políticas mineras que se ajusten a los propósitos de un desarrollo seguro de nuestra minería, la transformación de concentrados en metales, priorizando lo que tenemos propiamente "a mano", como nuestros minerales tradicionales, los de mega proyección como el litio y el hierro, sin entrar en una costosa y dudosa inversión como hubiera sido la del uranio, cuya única mina y de reducidísima producción se liquidó en 1984.
Lo que está faltando para concretar nuestros proyectos objetivos, es un detalle especial que se relaciona con la aprobación de esa exigida "política minera nacional" que debería ser preocupación y motivación ineludible en el Ministerio de Minería y Metalurgia. No es de la noche a la mañana que se habilitan los proyectos mineros, necesitan de mucho tiempo entre su prospección, exploración y consolidación para su explotación, por eso no podemos seguir perdiendo tiempo en planes inoperables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario