La minera Antofagasta Minerals hasta la fecha no ha recortado producción ni ha hecho recortes masivos de dotación, a pesar del complejo escenario que enfrenta la industria debido a la caída en los precios de los minerales, lo que ha obligado a algunas compañías a realizar planes para reducir costos.
Esto se explica, en parte, por qué su costo neto se sitúa en USD 1,53 por libra (cifras a septiembre de este año), un nivel en el cual siguen generando utilidades. Tampoco han paralizado las obras en curso, que son la planta de molibdeno, que cuesta USD 124 millones, e instalaciones en Encuentros Óxidos, por USD 600 millones, según el presidente de Antofagasta Plc, Diego Hernández ambas estarían listas a fines del próximo año, dijo en entrevista con El Mercurio.
Asimismo, señaló que las definiciones más grandes en términos de inversiones se tomarán después de 2017. Se trata de dos proyectos y suman USD 1.100 millones: una nueva planta concentradora para el distrito Centinela -donde están las mineras Esperanza y El Tesoro- y el desarrollo orgánico de Los Pelambres, que considera una planta desaladora para abastecer a la faena y un aumento de la capacidad de molienda de mineral.
Uno de los temas en los que se ha enfocado la compañía es garantizar el futuro de su principal operación, Los Pelambres. Su viabilidad depende de lograr acuerdos con la comunidad, en especial del pueblo de Caimanes, que han reclamado por la falta de agua, de la que culpan a la minera y a su tranque de relaves El Mauro, en un conflicto que ya lleva 15 años.
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