Pese al compromiso de las autoridades de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) de eliminar el dique de colas de San Miguel como un factor de contaminación, los residuos mineros siguen contaminando, según reconoció el secretario de la Madre Tierra, Felipe Jesús Castro.
La autoridad señaló que ese y otros factores de contaminación aún existen en esta capital y se requieren urgentes medidas para superar esas dificultades.
En febrero de este año, las autoridades de la comunidad de Cantumarca habían anunciado el inicio de un proceso judicial contra las autoridades de la Comibol por no eliminar esos pasivos ambientales, pero hasta la fecha no existe demanda alguna.
El dique es el resultado de 45 años de actividad extractiva de cargas del Cerro Rico por la Empresa Minera Unificada que fueron tratadas en el ingenio Pailaviri.
La actividad de la planta se extendió hasta 1985 dejando miles de toneladas de cargas con contenidos de sulfuros y óxidos que tienen alto contenido de cuarzo, arcilla, pirita, escalerita, galena, calcopirita y otros elementos que en contacto con el agua generan oxidación lo cual se conoce como “copajira” que afecta la calidad de la tierra.
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