Sergeotecmin: En cuatro décadas se hicieron tareas de prospección y exploración. Se halló el mineral pero no yacimientos.
Riqueza radiactiva. En 40 años, el Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) verificó la existencia de uranio en 38 sitios del territorio nacional. Sin embargo, en ninguno de los hallazgos se realizan explotaciones y en algunos sólo se hicieron trabajos de exploración y prospección.
Estos lugares se hallan registrados en el Mapa Metalogénico de Bolivia, elaborado por esta institución estatal en 2000. Se destacan, por ejemplo, el depósito de la localidad Cotaje, entre Sevaruyo y Río Mulato, en Potosí, y el prospecto del Cerro Manomó, al norte de San Ignacio de Velasco, en Santa Cruz.
De acuerdo con técnicos del Servicio Nacional, los posibles yacimientos minerales son de tipo y ambiente geológico muy variados, entre ellos predominan la mezcla de uranio y/o torio con otros minerales. “Hay indicios de mineralización de uranio, pero esto es muy diferente a tener un yacimiento o un depósito”.
Según los registros a los que accedió La Prensa, hay indicios de uranio en regiones mineras de La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz, Chuquisaca y el sur de Tarija. Pero los sitios deben ser sometidos a estudios de campo para verificar su contenido.
Representantes de esta institución estatal comentaron que el registro de estos lugares data de década de 1970, cuando la Comisión Boliviana de Energía Nuclear (Coboen), una entidad privada, emprendió los primeros trabajos de exploración y prospección en Cotaje para la búsqueda de depósitos de uranio.
Con análisis y pruebas de laboratorio procesaron el mineral rocoso y, a través de diversos métodos, extrajeron un producto conocido como yellow cake (torta amarilla, en inglés), una sustancia impregnada de uranio. En esa oportunidad y con financiamiento del Estado boliviano se descubrió la mina de Cotaje.
Coboen realizó estos trabajos hasta 1982. En ese año abandonó el proyecto en Cotaje porque no había logrado extraer grandes cantidades del mineral radiactivo. El estudio fue considerado “subeconómico”, es decir que no había reservas potenciales para considerar el sitio como un yacimiento apto para una explotación de carácter industrial.
Un yacimiento de uranio, para ser explotado a esa escala, debe contener entre cien y 10.000 toneladas métricas de ese elemento, condición que no reunía el sitio de Cotaje. Hoy, la planta de extracción de yellow cake está abandonada en el Instituto de Investigaciones Mineras de la ciudad de Oruro.
Los técnicos del Sergeotecmin dijeron que luego, en la localidad Cotaje, sólo se realizaron operaciones geológico-mineras, pero sin llegar a la etapa de explotación. En 2009, la entidad inició los trabajos de prospección en coordinación con la Gobernación de Potosí, que otorgó un millón de bolivianos. Hasta diciembre se terminó la primera fase, que identificó tres lugares con presencia de uranio en Cotaje. La segunda fase de este estudio inició en julio reciente y su fin es corroborar si los indicios son correctos para empezar trabajos de detalle.
En el resto de los hallazgos, los problemas con los que tropezaron las empresas mineras fueron variopintos. Por ejemplo, en Carguaicollo, también en la región potosina, el mineral hallado es considerado “polimetálico”, es decir que contiene varios metales mezclados con el uranio.
En los otros sitios donde se ha detectado la existencia del elemento radiactivo solamente se obtuvo la identificación mediante fotografías satelitales y no se realizó ninguna prueba o trabajos de prospección y exploración, señalaron en Sergeotecmin.
De acuerdo con el mapa de la entidad estatal, existe una faja polimetálica en el altiplano y la cordillera Occidental, donde los hallazgos de uranio son más frecuentes. También existe este elemento en la frontera con Brasil, donde además hay yacimientos de oro y de otros minerales. El uranio puede estar mezclado con estaño, cobre o plata.
Para el Sergeotecmin, el desafío actual son las prospecciones en detalle en estos 38 sitios en busca de yacimientos.
Un mineral difícil de hallar en el orbe
El uranio es un mineral radiactivo difícil de encontrar en la naturaleza. Por ello, este elemento químico, de color grisáceo, tiene un alto valor, más todavía para el uso en energía nuclear. Los minerales de uranio más importantes son las denominadas uraninitas (óxidos). También se debe tomar en cuenta que el uranio es una materia tóxica y el contacto con éste puede causar reacciones negativas en la salud.
El uranio suele presentarse en yacimientos subterráneos o impregnado en rocas, lo que se conoce como uraninita, que son los hallazgos más comunes en territorio boliviano. Su extracción mineral también requiere normalmente tratamientos químicos específicos.
El principal uso del uranio es como combustible para los reactores nucleares. También se lo usa en la producción de munición y blindajes de alta resistencia personales o de vehículos. Este material también es parte de la construcción de estabilizadores para aviones, satélites artificiales y veleros; se lo usa igualmente para estimar la edad de la Tierra y para hacer emisores de rayos X, entre otros usos.
Irán, interesado
El 30 de agosto, el Gobierno boliviano oficializó el interés de su par iraní de identificar yacimientos de uranio en el territorio nacional.
Entonces, la ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro, afirmó que “hay intenciones de realizar trabajos de prospección” sobre uranio y que para ello hace falta una “carta geológica” en la que colaborará el país iraní, enfrentado con varias naciones por su política nuclear.
Recientemente, sin embargo, se negó que existiera un trato para este fin.
Yáscara Rivera Diez de Medina
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