Con el objetivo de encarar la explotación de los nuevos yacimientos cupríferos descubiertos en las minas Abaroa y Cobrizos de Potosí, el Gobierno proyecta el nacimiento de otra empresa estatal de cobre que puede demandar una inversión de hasta 300 millones de dólares y que de lejos superará a la instalada en la mina Corocoro de La Paz.
Según el ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, ambos yacimientos pueden ser los nuevos megaproyectos que la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) encare el próximo año, tomando en cuenta que en este momento impulsa el desarrollo de otros importantes emprendimientos como la explotación de hierro en el Mutún, Santa Cruz, y los recursos evaporíticos (litio) en el salar de Uyuni, Potosí.
“Estamos haciendo la evaluación del yacimiento, veremos si está concluido, y si decidimos hacer una inversión en el proyecto integral será un monto considerable de aproximadamente 300 millones de dólares, básicamente en cobrizos”, manifestó el ministro Pimentel.
Como es de suponer, la explotación de Cobrizos y Abaroa, como cualquier gran emprendimiento, demandará la movilización de grandes recursos humanos y de maquinaria, pero el objetivo será generar más excedentes económicos en beneficio del país, agregó la autoridad.
Según el viceministro de Política Minera, Gerardo Coro, el tipo de minería que se desarrolle en el yacimiento cuprífero, ubicado en el sudoeste de Potosí, tendrá que utilizar tecnología moderna y con una gran planta para el procesamiento del cobre.
“Ya no tenemos que pensar en la minería tradicional, con carros metaleros, con rieles; tenemos que hablar de una minería moderna como la explotación masiva subterránea o algo parecido”, señaló la autoridad, quien añadió que los estudios preliminares arrojaron buenos resultados.
En octubre del pasado año y tras más de 20 años de estar paralizada, entró en funcionamiento la Empresa Hidrometalúrgica de Cobre en Corocoro, con una inversión de 18 millones de dólares para la producción de 3.500 toneladas finas al año.
Por otro lado, la empresa Kores viene realizando tareas de exploración en la mayor parte del yacimiento.
Pimentel: Se requerirán más de 500 trabajadores
Para encarar el desarrollo del proyecto se requerirán entre 500 y 600 trabajadores, pero el objetivo no es generar fuentes de empleo, sino más recursos económicos para el Estado, afirmó el ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel.
“Lo que nos interesa en la minería no es tanto crear fuentes de trabajo sino excedentes económicos para que sean distribuidos entre el pueblo boliviano”, señaló la autoridad.
A principios de este año, Pimentel ya había anticipado la existencia de importantes reservas de cobre en el sudoeste potosino, al que calificó como megaproyectos que serán encarados por Comibol.
De acuerdo con el viceministro de Política Minera, Gerardo Coro, el proyecto debe ser encarado por el Estado, pues en este momento existe el potencial y mucho más cuando la cotización internacional de los minerales atraviesa un buen momento que no sólo impulsa a incrementar la producción, sino también las exportaciones.
“En este momento no sabemos cuánto de reservas tiene”, dijo Coro. Sin embargo, consideró que si en Corocoro se trabaja con 300 toneladas día, en los nuevos yacimientos de Potosí la cifra subirá a unos tres mil o cuatro mil toneladas de carga por día.
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