Una reunión de casi cuatro horas entre el Gobierno y la Empresa Minera Himalaya Ltda. abrió el compromiso para establecer un contrato de riesgo compartido y con ello poner fin a la toma del yacimiento de tungsteno por parte de los comunarios que lleva 23 meses sin solución.
En el acta del encuentro, a la que accedió La Prensa, se establecen cinco puntos de acuerdo: primero, que la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y la Empresa Himalaya revisarán y suscribirán en un tiempo breve un contrato bajo las características mencionadas.
De esa manera se modificará la relación de arrendamiento que en la actualidad tiene la compañía y por la cual paga un canon. Con la figura de riesgo compartido la Comibol pasará a tener una participación en el proyecto.
El documento fue firmado por el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Hugo Miranda, y sus directores; Fernando Killman, por la Empresa Himalaya; la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia; el Defensor del Pueblo, el Sindicato de Trabajadores de Himalaya y las autoridades de las comunidades de Hussi y Choro.
El segundo punto establece que la Empresa Himalaya acatará todas las cláusulas ambientales que establezca su contrato con la Comibol.
Tercero, se compromete a incrementar el número de trabajadores, de modo que a los 45 actuales se sumarán 110 en forma inmediata, y en seis meses incorporará a otros 25.
De esa manera llegará a contar con 180 mineros y existe la opción, para cuando suba su producción a 300 toneladas, de llegar a 213 trabajadores.
El yacimiento fue desarrollado en su fase de exploración y tiene inversiones en equipos e infraestructura, pero cuando se aprestaba a ser operado en octubre de 2007, comunarios de la Central Agraria Cayinbaya del cantón Cohoni, provincia Murillo, en La Paz, tomaron la mina y desplazaron a los 105 trabajadores que estaban contratados por Killman.
Desde entonces se suscitaron dos enfrentamientos entre ex trabajadores mineros y comunarios.
En esta disputa también tomaron parte cooperativistas mineros, quienes reclaman la mina como la concesión Cerro Negro, que data de una fecha anterior al contrato de Comibol con la empresa Barrosquira.
Un cuarto punto del acuerdo dispone que la firma minera obtendrá una licencia social para realizar sus operaciones productivas en la zona. Esto se enmarcará en la nueva Constitución Política del Estado .
El quinto punto es un compromiso de Himalaya para
crear una fundación que trate los problemas agrarios de las comunidades cercanas al yacimiento, porque muchas de éstas reclaman por daños ambientales.
Cabe recordar que los comunarios justificaron la toma porque la explotación de la mina pudo haber causado contaminación de los ríos y de la tierra en las comunidades Husi y Choro.
Sin embargo, los trabajadores mineros aseguraron que este daño ambiental empezó cuando se tomó la mina y se perdió todo el control de la
explotación minera.
Fuentes del sector explicaron que es necesario dialogar con los cooperativistas porque el objetivo es que comunarios, mineros independientes y asalariados que fueron retirados de Himalaya, convivan en paz en el futuro.
La Prensa intentó comunicarse con el Presidente de Comibol, pero no contestó a su celular.
Uno de los trabajadores de Himalaya, que mantiene su nombre en reserva, dijo que, como lo que se quiere es encontrar soluciones porque aún no se tenía nada, el diálogo es esperanzador para el sector. Prefirió no pronunciarse sobre el acuerdo hasta que lo den a conocer sus dirigentes.
En septiembre, cerca de 30 trabajadores se declararon en huelga de hambre en las gradas del Palacio de las Comunicaciones, edificio donde se encuentran varios ministerios, entre ellos el de Minería.
Durante más de un mes permanecieron en el lugar hasta que fueron retirados por la Policía. Paralelamente, los cooperativistas, marcharon diariamente para pedir la devolución de la concesión y esta semana se crucificaron.
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