El oro alcanzó ayer una cotización récord de 1.054 dólares la onza troy; sin embargo, el país no se beneficia de este auge debido a que su principal yacimiento, Kori Kollo (de Inti Raymi), se encuentra agotado y el Estado no tiene control sobre la explotación a pequeña escala.
Según el London Metal Exchange, la cotización de este metal se elevó en los recientes meses debido a la crisis financiera internacional y la debilidad del dólar, lo que hizo que los grandes inversionistas volcaran su mirada a este metal como refugio.
Otro factor, de acuerdo con agencias internacionales, tiene que ver con la decisión de algunos bancos centrales de frenar sus ventas y la demanda de países como China o Rusia, que buscan acumular reservas.
El precio del oro hace un año fluctuaba entre 720 y 988 dólares la onza troy.
El director de Minería del Ministerio del área, Freddy Beltrán, explicó que el alza de los últimos meses tiene relación con la crisis económica que experimentó Estados Unidos.
“En 2009 se tiene el promedio más alto en la cotización del oro de los últimos 30 años y se debe a la crisis mundial que ha hecho que el oro y la plata sean un refugio natural”.
Para la autoridad, este auge no tiene repercusión en una mejoría de los ingresos para el país porque no existen nuevos proyectos de exploración.
En el primer semestre de este año la producción de oro fue de 3.796 toneladas y aunque es un 10,4 por ciento menor a la del semestre de 2008, generó 102,7 millones de dólares.
En tanto, la producción de zinc, con 204.151 toneladas métricas finas, logró ingresos por 270,8 millones de dólares. Mientras que la producción de estaño llegó a 8.798 toneladas, generando 104,2 millones de dólares.
En la actualidad las principales empresas productoras, además de Inti Raymi, son la Empresa Minera Paitití que explota el yacimiento Don Mario y el Grupo Minero La Roca de Santa Cruz.
También se dedican a la explotación un centenar de cooperativas en el norte de La Paz, que están afiliadas a la Federación Regional de Cooperativas en Oro (Ferreco).
El director del Servicio Nacional de Registro y Control de Comercialización de Metales y Minerales (Senarecom), Jorge Fernández, comentó que existen también pequeños productores que en su gran mayoría no declaran su producción, tampoco lo que comercializan, mucho menos si llegan a exportar.
Beltrán afirmó que la reactivación en la explotación del oro puede llegar con el proyecto de Amayapampa, en el norte de Potosí, que una vez que ingrese en funcionamiento se espera una producción a gran escala.
La explotación de este yacimiento todavía depende de la consulta pública, la obtención de una licencia ambiental y el arribo de las inversiones de la empresa estadounidense Nueva Vista Gold.
“En capacidad se proyecta como un yacimiento intermedio similar al de Kori Chaka”.
El Director de Minería recordó que en 2009, después de muchos años, se tienen inversiones en exploración con montos pequeños de 20 millones de dólares. “Hemos encontrado algunas minas interesantes de cobre y complejos, esperamos confirmar esos resultados y poder empezar a trabajar operaciones mineras en el norte”.
Agregó que existen posibilidades de hallar nuevas reservas de oro, pero previamente se debe efectuar un intenso trabajo geológico, que demanda inversiones elevadas.
Desde la nacionalización de las minas, en 1952, el país no ha logrado impulsar proyectos de exploración nuevos y sólo se explotan los yacimientos heredados de la Colonia española.
Al primer semestre de 2009, la producción de minerales creció en 19,1 por ciento y su valor fue de 831.165.000 de dólares.
El zinc, el estaño y la plata continúan siendo los principales minerales explotados.
Desde 2007, el Servicio Nacional de Registro y Control de Comercialización de Minerales y Metales se encarga de fiscalizar todas las operaciones de compra y venta de minerales.
Pando y Beni recibirán regalías por la explotación
El Gobierno controlará por primera vez la explotación irracional de oro en el Río Madre de Dios, en la frontera boliviana con el Brasil y el Perú, proceso a partir del que los departamentos de Pando y Beni comenzarán a recibir regalías.
Esta forma de actividad extractiva se desarrolla principalmente a pequeña escala a través de barcazas y de dragas que operan en las dos regiones, donde ahora el Estado pretende ejercer control y tuición sobre la producción y comercialización del oro, con el objetivo de sentar soberanía.
Se trata de un proyecto del Ministerio de Minería y Metalurgia, a través del Servicio Nacional de Registro y Control de Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom), y que a fines de este año empezará a correr en las regiones mencionadas.
Para el director de Minería, Freddy Beltrán, el anuncio de esos productores de regularizar su situación y constituirse en una asociación legal dio pie al Ministerio del área para inspeccionar el trabajo de las barcazas y posibilitar un levantamiento estadístico de su presencia en aquella zona.
“Están legalizando su trabajo, presentarán estudios ambientales y los legalizaremos con el fin de que dejen regalías a la región”.
Beltrán criticó el accionar ilegal de estas barcazas, pues en la mayoría de los casos se procede a la explotación del mineral contaminando el lecho del río con mercurio.
Además, recordó que se extrae el metal “sin concesiones legales, sin pagar al Estado y beneficiándose con la subvención del diésel, lo que viene sucediendo desde hace 50 años y sin ningún control”. No obstante, aseguró que a partir de 2010 se lograrán beneficios para esos departamentos.
En una segunda fase se pondrá énfasis en las cooperativas del norte de La Paz, particularmente en Caranavi y Guanay, en la provincia Larecaja, donde se empezará “a controlar la producción, la comercialización y, si se diera, la exportación”.
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