De acuerdo a datos que maneja el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) en su reciente página digital dedicada al departamento de Oruro, establece que la economía de este distrito sigue siendo la actividad minera, considerando que en la gestión pasada (2016) se exportó por un valor de 300 millones de dólares consignándose más de 50 productos y entre estos los principales fueron cuatro metales que captaron el mayor porcentaje de los ingresos, con lo que se demostraría una vez más que la minería, sigue siendo el sustento de la economía departamental.
Puede resultar controvertible tal apreciación, entendiendo que justamente Oruro es el distrito en el que no se ha ejecutado ningún nuevo proyecto mineros, desde los que realizó Inti Raymi en dos operaciones en yacimientos auríferos, aparte de esos emprendimientos, el último en Kori Chaka, muy próximo a la ciudad en la zona de Iroco, no se han producido nuevas inversiones y la minería se circunscribe a la estatal en los yacimientos tradicionales. Hay que añadirle el complemento productivo de la Metalúrgica de Vinto, con la producción del estaño metálico de alta calidad y demanda asegurada en industrias internacionales.
Entre los minerales que sobresalen por producción y exportación, los datos estadísticos señalan al estaño sin aleación, por supuesto el estaño metálico, luego el zinc, plomo y plata en concentrados. Sólo en el plano expectaticio hay que mencionar que la perspectiva industrial se dirige a la fundición de plomo y plata en Karachipampa, una vez que regularice su sistema de fundición, en tanto que ojala con suerte antes del 2020 se pueda mencionar la fundición de zinc.
En lo que corresponde al distrito, aparte de algunos informes de la Secretaría de Minería de la Gobernación y algún otro del Sergeomin no se conocen trabajos oficiales en materia de proyectos específicos para desarrollar nuevos proyectos mineros, por lo mismo es que se manifiesta en niveles institucionales, la necesidad de exigir al Gobierno central, la necesidad de disponer capitales para encarar de manera práctica la identificación y cuantificación de nuevos yacimientos mineros.
Sin embargo y pese a esa limitación en nuevos prospectos mineros, la producción del sector estatal se considera como el generador de los ingresos para Oruro, por el rubro de exportaciones mineras las que tienen como destino especial a Estados Unidos que nos compra el 28% de minerales, la China un 24%, Japón 20%, los países bajos un 6% y Canadá un 4%.
Si bien el IBCE no da cuenta en detalle de los niveles de producción y venta de minerales y metales por rubros, considera de manera global el crecimiento del PIB en Oruro con un registro del 1,33 por ciento por un movimiento económico de 11 mil 415 millones de bolivianos, atribuyéndose el mayor porcentaje a la extracción de minerales y canteras, por un valor de 2.407 millones de bolivianos, completándose el índice productivo con otros rubros generadores de ingresos por exportaciones o servicios prestados.
Bajo esas condiciones, se estima que Oruro, sigue siendo un distrito de importante producción minera, tomando en cuenta sólo la producción del sector estatal, lo que abre la necesidad de impulsar proyectos en el sector privado, para movilizar buenas inversiones en futuros emprendimientos de minería regional. La responsabilidad debe extremarse en el nivel de nuestra Gobernación.
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