Durante la presente gestión, a poco más de tres meses para su conclusión, la Comibol no puede arrancar con un esquema renovado que sea producto de su total reestructuración, todavía en su nivel superior se espera una contrapropuesta de los mineros asalariados, al plan que elaboró el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM), para "refundar" la empresa, alternativa que ha sido rechazada precisamente por la federación sindical minera, que considera la propuesta como "un maquillaje, un retoque de pintura y pare de contar".
En realidad cambiarle la razón social a la empresa y mantener su esquema de administración con algunos ajustes de poca relevancia, no tiene sentido, si hay que pensar en una empresa que se haga cargo y con visión de futuro de todo un proceso de cambio, a partir de su directorio ejecutivo, en el que deben incluirse profesionales de alto nivel y capacidad, para desarrollar un proyecto que comience en la aprobación de una política minera, incluyendo los pasos necesarios para establecer nuevos programas de prospección y exploración, encarar las fases de producción y comercialización, avanzando hacia el fortalecimiento de la industria minera, pero con unidades de garantizada producción, mejorando el actual rendimiento metalúrgico, con las fundiciones de zinc y concretando una planta siderúrgica para la transformación de nuestro hierro en acero y estableciendo la efectividad de las plantas de tratamiento del litio, para entrar en la competencia de la producción de baterías de ión litio.
No es todo, hay muchas otras cosas que deben cambiarse en Comibol, como la reducción de esquema burocrático, que debe ser reemplazado con equipos técnicos administrativos que operen con sentido profesional, al margen de cualquier posición sectaria política y sindical. Por supuesto todo el esquema planteado, es de conocimiento de los dirigentes y asalariados, sabiendo que la urgencia del tiempo presente, es asegurar el futuro de la minería boliviana.
En los hechos, el planteamiento de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), surgió inmediatamente de presentarse la crisis de los precios internacionales, precisamente como una alternativa de solución al bajón de ingresos que soportaría la minería en general. El caso es que ha pasado mucho tiempo y el pedido sindical, si fue tomado en cuenta, no cobró la importancia que mereció en su momento, ya que a más de dos años de ese hecho, la Comibol sigue siendo la burocrática administradora de contratos.
Dirigentes del sector minero asalariado, fueron los que acertadamente sugirieron al MMM, la restructuración del ente minero estatal, rechazando ya en ese tiempo la idea de una refundación de Comibol. Las cosas no han variado mucho, excepto que recién se observa la necesidad de tener "una empresa altamente productiva" para dirigirla hacia nuevos emprendimientos que devuelvan al sector el peso y la fuerza de sus mejores tiempos, en que la minería era "la carta" decisiva en el manejo de la economía boliviana.
ESPERAN PLAN DE
REFORMAS
Recientemente el ejecutivo de la Comibol reclamó a los mineros asalariados del país presenten su "contrapropuesta" para refundar esa institución tomando en cuenta que "ya rechazaron el plan inicial que elaboró el MMM". Eso tiene que ver con un reconocimiento de la autoridad sobre la decisión minera de "reestructurar" la Comibol y no refundarla, aunque el ministro del ramo, de manera directa poco tiempo atrás insistió en la posición de "cambiarle el nombre" a la minera estatal.
Según el ejecutivo de la Comibol hay un plazo que vence este mes de septiembre para presentar el Plan de Inversiones 2018, por lo que urge establecer lineamientos para refundar la institución y programarla en las finanzas de la próxima gestión. "Esperamos que esto sea a la brevedad posible porque estamos compelidos a presentar el Plan de Inversiones del próximo año el presente mes". La autoridad de Comibol insistió en la necesidad de tener una respuesta de los mineros asalariados, porque los plazos no se pueden alargar.
Se espera la determinación de la Fstmb que hace poco realizó un ampliado nacional, evento en el que debieron tomar decisiones sobre el particular para transmitir su posición a las autoridades de Gobierno. A propósito, se sabe que una mayoría de sindicatos mineros se inclinan por reestructurar Comibol, aunque manteniendo su participación en el directorio de la estatal minera y demandando medidas que garanticen estabilidad laboral en sus respectivas unidades productivas.
Por su parte, autoridades del MMM y de la Comibol aseguran que en el plan de refundación se toma en cuenta la seguridad de empleo, además que los trabajadores mineros estarán dentro del Código de Trabajo y no tendrán figura de "servidores públicos", una revelación especial que favorece a los mineros, pero desnuda a los funcionarios públicos, que trabajan sin legislación laboral.
Se cierra la propuesta del MMM, a propósito de la Comibol, señalando que el proyecto integra la cadena productiva minera del país, desde la exploración, fundición y comercialización, por lo que es la mejor oferta para encaminar la refundación de Comibol.
Una mirada sobre el tema por parte de expertos en la materia, determina una serie de dudas, en función a la verdadera estrategia de cambio que necesita la entidad minera, más allá de cambiarle denominativo y abrir condiciones poco favorables para su inmediata adecuación de servicio, con una supuesta estructura renovada.
Lo que se insiste como remedio al problema de Comibol, es definir un cambio general en su esquema administrativo, de modo que se convierta en una organización eminentemente técnica y administrativa de la que emerjan las políticas de trabajo futuro, empezando por donde corresponde, adelantar proyectos de prospección y exploración, asegurar la vigencia de nuevos yacimientos, establecer financiamientos y/o garantías para inmediatas inversiones, nacionales, extranjeras o mixtas que incluyan al Estado, pero aseguren la realización de nuevos emprendimientos mineros.
El hecho es que de momento la Comibol está entre la cruz y la espada, no tiene condiciones para reestructurarse, pero puede refundarse, aunque la opción no sea la mejor para recuperar una empresa que tiene que ver con el futuro económico del país, manejando la importante riqueza minera del país. ¿Mientras tanto qué presupuesto podría aprobar?
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