En días pasados se denunciaron nuevamente problemas en la estructura del emblemático Cerro Rico de Potosí, ícono nacional y monumento reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un posible hundimiento en parte de su estructura, en la que todavía se efectúan tareas de los mineros “arrendatarios”.
El reclamo fue formulado por el dirigente cívico Celestino Condori quien llamó la atención de las autoridades potosinas, pero principalmente del Ministro de Minería y los ejecutivos de Comibol, para que tomen cartas en el asunto y dispongan medidas de emergencia para evitar mayores daños en la estructura del Cerro Rico.
Según el dirigente los trabajos que efectúan en el interior del cerro son los que hacen más daño a la estructura del mismo, hecho que en las pasadas horas habría provocado un nuevo hundimiento, cuyo diámetro y profundidad son de verdad preocupantes.
Se culpa en parte a la Comibol que habría autorizado la continuidad de trabajos internos, en la zona de riesgo sobre la “cota 4.400” que de acuerdo a un convenio no puede ser explotada, precisamente para evitar riesgos que son un peligro para la estructura del Monumento y para los propios trabajadores.
Los dirigentes cívicos reconocen también que muchos de los problemas tienen su origen en la descontrolada y exagerada actividad de anteriores “inquilinos” de los parajes del Cerro Rico que inclusive explotaron plata sobre la cota 4.700, dañando seriamente la cima de la también conocida “montaña de plata”.
TRABAJO DE COMIBOL
Sobre este delicado problema se pronunciaron autoridades nacionales y desde la oficina central de la Comibol en la sede de gobierno se dieron instrucciones precisas para que la regional estatal en la Villa Imperial, adopte las medidas de seguridad que se necesitan para conjurar los problemas denunciados.
El gerente regional de Comibol en Potosí, Gabriel Arancibia, explicó que lo ocurrido recientemente es producto de “sifonamiento” en el interior del cerro que ha sido controlado y el peligro conjurado, de manera que en un par de días la normalidad retornará a una zona en la que operan cooperativistas mineros.
El gerente Arancibia recordó que Comibol es celosa vigilante de que se cumplan los convenios y se acaten las restricciones que se han dispuesto en la explotación de áreas especiales en el Cerro Rico, como por ejemplo no se puede trabajar por encima de la cota 4.400 y menos en la zona de la cota 4.700 donde está absolutamente prohibida, inclusive la presencia de mineros.
El ejecutivo de Comibol Potosí reiteró que la estatal minera cuenta con el personal debidamente capacitado para ejercer labores de control y cumple esa misión de manera permanente, día y noche. Por otra parte explicó la autoridad que efectúa trabajos permanentes de fortalecimiento, utilizando material del mismo cerro, especialmente rocas para rellenar y contener posibles hundimientos, que son causados también en algunos casos por el trabajo ilegal de algunos trabajadores irregulares.
Según los dirigentes cívicos, por un lado y las autoridades y técnicos de la Comibol, evidentemente el Cerro Rico posiblemente sea el más estudiado, observado, prospectado y visitado por emprendedores mineros, trabajadores y por turistas. Su cuidado es responsabilidad compartida a través de una comisión especial, por tanto su cuidado merece especial atención y en ese sentido según los dirigentes cívicos las actividades mineras deberían ser controladas y suspendidas paulatinamente. En el caso de la Comibol, existe control y el peligro de hundimiento está siendo conjurado, según se dijo.
En lo que corresponde a las últimas denuncias y las medidas adoptadas por la Comibol, existe un problema interior de sifonamiento, (inundación) en un paraje interior que será subsanado en las próximas horas, debiendo normalizarse las actividades, bajo estricto control que eviten daños en la estructura del portentoso monumento nacional.
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