El accidente que mantuvo atrapados a 33 mineros en la mina San José en la zona de Copiapó, expuso a la luz pública las debilidades en seguridad de las Pymes mineras. Hoy las autoridades están enfocadas en propiciar mayores estados de desarrollo productivo al sector.
Y en materia de seguridad, la primera tarea que se ha planteado el Gobierno es crear la Superintendencia de Minería, que autorizará los planes de exploración y explotación, fiscalizará la seguridad (incluyendo las sanciones a infractores) y se encargará de las mensuras, registro de propiedad minera y otras estadísticas asociadas.
PYMES MINERAS EN CIFRAS
La pequeña minería aporta alrededor de 100 mil toneladas anuales, siendo formada por productores dueños de minas (60%) y arrendatarios (40%), centrándose principalmente en la extracción de cobre (84,6%) y oro (15,4%). La participación que esta actividad tiene en el PIB es de 1,2% aproximadamente.
La mediana minería agrupa a 35 empresas, que emplean a 10.000 trabajadores aproximadamente, de las cuales 18 venden su mineral a la Empresa Nacional de Minería (Enami), que en el caso de la pequeña minería alcanza el 100% de las faenas.
Gracias al buen precio del cobre –que ya supera los $us. 4 la libra–, las Pymes mineras comenzaron un alza en la apertura de nuevos yacimientos, llegando en la actualidad a mas de 4.000, superando ampliamente los 1.336 registrados en 2009, luego de la crisis financiera que llevó a los pequeños productores a cerrar gran cantidad de faenas.
Producto de este enorme número de faenas y pocas de ellas con fiscalización apropiada, el Gobierno contará con tres líneas de fomento para este sector en 2011: el primero son los Programa de Asistencia y Modernización para la Pequeña Minería Artesanal (Pamma); los Fondos Nacionales de Desarrollo Regional (FNDR) y el fomento de Enami.
FOMENTO 2011
El subsecretario de Minería, Pablo Wagner, aseguró que “esperamos que los programas de fomento alcancen a lo menos $us. 15 millones”. Respecto a la política de aplicación de estos fondos, señaló que “nosotros ahora estamos coordinando estos recursos, para tener un programa conjunto y no separado, para que vayan hacia un mismo objetivo: llevar a la pequeña minería a ser mediana minería”.
Y añadió que “para lograr ese objetivo apoyaremos la regularización de faenas, la asociatividad entre productores y la capacitación en seguridad minera. Los temas de la seguridad y regularización de faenas son fundamentales porque son la esencia y el estándar de la industria”.
Según el subsecretario Wagner, a través de un programa desarrollado en conjunto con Enami y Sonami, se han regularizado 300 faenas. Este continuará en 2011 y se espera regularizar más de 1.000 faenas a nivel nacional.
Además, indicó que desarrollarán un programa de preparación de monitores para tener mayor capacidad de prevención de riesgos al interior de todos los yacimientos, donde se espera que un tercio de las faenas quede monitoreada.
Agregó que parte importante de los recursos se irán a la asociatividad y FNDR, “por ejemplo, ya han comenzado en la zona del Libertador General Bernardo O´Higgins, y en la Región del Biobío”.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Enami, William Díaz, aseguró que “para 2011 estamos viendo la disponibilidad de recursos de, al menos, $us. 6 millones, para diseñar una batería de instrumentos de fomento focalizados en seguridad”.
También destacó que “en este año trabajaremos firmemente en lograr que los pequeños mineros se asocien, crezcan y se amplíen en la cadena de valor. El pequeño minero se queda en el primer paso, sólo en extraer. Enami quiere que ellos se integren colocando plantas de chancado (donde muelen el mineral), de manera que nos vendan el mineral chancado, y así no les cobramos ese cargo, abaratando costos”.
“Otra alternativa es que pasen a un proceso de lixiviación, donde lo que obtienen es un caldo rico en cobre, entonces en vez de estar moviendo una piedra que tiene 2% de cobre, ellos desplazan una solución de sales de cobre que tiene un 30% de concentración”, indicó William Díaz.
Para desarrollar la idea del chancador, es preciso desarrollar un estudio distrital de reservas, “cuestión que está avanzada en algunas asociaciones”, aseguró Díaz y añadió que “hay una asociación que culminó su estudio y ahora esperamos que comience a chancar en el segundo semestre de 2011. Esto les permitirá hacer un plan de explotación más racional y planificado y, por tanto, aumentar la seguridad”.
Por su parte, Joselyn Lizana, seremi (Secretario Regional Ministerial) de Minería de la Región de Coquimbo, zona que concentra más de la mitad de las faenas productivas (2.600 faenas) de la pequeña minería a nivel nacional, comentó que “en 2011 comenzará un FNDR que tendrá como objetivo llegar a las 1.040 faenas regularizadas”. Asimismo, aseguró que “en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística (INE) ejecutaremos un plan que durará tres años para recopilar información estadística de carácter productivo, geológico y social”.
Además, dijo que “esperamos un aumento del presupuesto del 80%, equivalente a $1.400 millones”, y acotó que “pensamos crear, a través de un convenio con la gran y mediana minería, 110 nuevas empresas proveedoras de aquí al 2014, fortalecer a 151 empresas del rubro existentes, capacitar a 440 personas en carreras relacionadas a esta actividad económica y atraer a 15 importantes empresas colaboradoras a la región”.
“Todo esto para fortalecer el emprendimiento en un área que tendrá mucha demanda: los proveedores de minería”, aseguró Lizana.
ACCIDENTES Y FISCALIZACIÓN
Según el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), las principales causas de accidente son el planchón (derrumbes), aprisionamiento y caída desde la altura.
En tanto, la mayor cantidad de accidentes se da –según distribución por rango de edad– entre los 45 a 50 años, seguido del segmento entre 26 a 30 años.
Estrategia
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