sábado, 10 de julio de 2010

MINERIA Y DESARROLLO EN BOLIVIA: LA LIMITANTE DEL AZUFRE

Nota enviada por Mauricio A. Heit Presidente de Procesos Metalurgicos SA www.miningcons.com
Comenzaremos diciendo que: el ácido sulfúrico es básicamente un ácido mineral producido a partir de procesar azufre, convertirlo en gases, para luego hidratar esos gases con agua. Diremos también que es el producto químico de mayor producción a nivel mundial, con alrededor de 170 millones de toneladas anuales y que las implicaciones del ácido sulfúrico en la vida de las sociedades son muy importantes, al punto que un indicador de desarrollo de los países es su consumo de ácido sulfúrico.
Uno de los grandes consumos es la producción de ácido fosfórico (Bolivia cuenta con fósforo inexplotado), a partir del cual se producen fertilizantes para nuestros agro alimentos, frutos y verduras que consumimos a diariamente, así como también jabones y detergentes, y otros cientos de productos como las sales y los químicos que hacen nuestra vida diaria más fácil. Existen otros de aplicación tan importante como el sulfato de aluminio utilizado en la potabilización del agua que consumimos a diario en nuestras ciudades y el sulfato de cobre que controla plagas en cultivos en todo el mundo, en fin son innumerables sus aplicaciones.
Esta corta reseña, pretende aportar algunos datos a fin de desmitificar al ácido sulfúrico como símbolo de narcotráfico. Sin ánimo de hacer apología de ese terrible flagelo, debemos considerar que el consumo de ácido sulfúrico en esa actividad es ínfimo y reemplazable y que sin embargo la industrialización de Bolivia se encuentra limitada y postergada en muchas áreas, la falta de ácido sulfúrico desalienta las inversiones y desarrollo que tanto necesita Bolivia.
Bolivia no produce ningún reactivo o químico de base sulfuros, todo se importa con un drenaje económico enorme. En el año 2008 las importaciones de sulfato de cobre, sulfato de magnesio, sulfato de aluminio, sulfato de hierro, sulfato de plomo, sulfato de cromo, sulfato de zinc, sumaron cerca de USD 43,900,000. En el mismo periodo las importaciones de otros productos como fosfatos de calcio, fosfatos de sodio y otros sulfatos, alcanzaron los USD 19,900,000.-
Es decir, Bolivia importó en el 2008 unos 65 millones de dólares químicos producidos con ácido sulfúrico y que se podrían producir dentro del país, con solamente contar con producción nacional de este ácido en cantidad y costos adecuados.
Bolivia país rico en cobre, fósforo, zinc, hierro, aluminio, plomo, con cantidades como para producir prácticamente todos estos productos industriales, pero además Bolivia cuenta con enormes reservas de azufre natural, explotable a bajo costo.
Esto tiene un enorme valor estratégico, la fuente de materia prima está asegurada por mucho tiempo, aún con perspectivas de exportación, Bolivia tiene reservas tan enormes, que el consumo en la producción de ácido no afectaría a las mismas, estudios de “GEOBOL” hablan de hasta 50 millones de toneladas en 12 distritos, desde San Pablo de Napa hasta Cerro Michina y sobre todo el distrito Susana, todos en la Cordillera Occidental
La producción de azufre natural, independiza el desarrollo de la industria de Bolivia de los vaivenes de los precios del azufre catalítico, la mayor fuente de provisión de materia prima para la industria mundial de ácido sulfúrico. La industria podría desarrollarse con previsibilidad ya que la fuente de materia prima tiene una base de costo productivo independiente de los mercados internacionales y de la especulación del petróleo.
La producción de cobre en prácticamente todas sus formas, se hace tratando los minerales con ácido sulfúrico y este tema merece un análisis especial. El cobre se ha convertido en uno de los commodities metálicos más importantes del mundo y su valorización no cesa de la mano de la industria eléctrica y electrónica.
Bolivia cuenta con varias decenas de yacimientos identificados con potencial económico, sin embargo el desarrollo no llega. Los países vecinos, Chile y Perú, actualmente primero y segundo productores mundiales de cobre respectivamente, no cesan de habilitar yacimientos y plantas de cobre, mientras tanto la escasez, los costos, los trámites y controles del ácido sulfúrico mantienen postrada la producción boliviana de este, hoy valioso metal.
La producción mundial de cobre actualmente es de 15,6 millones de toneladas y la demanda no cede, sosteniendo los precios internacionales. Si bien los recursos de Bolivia no son del volumen de los vecinos citados, hay prospectos e inversores listos para poner en producción proyectos por 20 mil toneladas anuales de cobre refinado, generando exportaciones al país por 140 millones de dólares sólo en esta primera etapa.
La valoración del zinc es otra deuda pendiente en tecnología minera, esta podría generar importantes recursos, la recuperación del zinc por vía hidrometalurgia, además del valioso Indio contenido en muchos concentrados de Bolivia que se van para ser procesados en el exterior, son un anhelo que requiere en gran medida del ácido sulfúrico para su concreción.
Finalmente y no menos trascendental, es el uso del ácido sulfúrico en la producción de fertilizantes.
Los superfosfatos simple, triple, el fosfato mono amónico, el fosfato di amónico, el sulfato de amonio, el sulfato de manganeso, el sulfato de zinc y otros nutrientes y micronutrientes requieren del ácido sulfúrico para su producción.
Algunos hechos son irrefutables como consecuentes: Bolivia tiene los más bajos rendimientos agrícolas de América, la menor aplicación de fertilizantes por hectárea de América, Bolivia no alcanza la meta de Soberanía y Seguridad Alimentaria, tiene los fertilizantes más caros de América, totalmente importados pues no produce ninguno de ellos, y todos estos hechos tienen consecuencias graves en el desarrollo del país.
Como se ve, hay varios aspectos involucrados, el ácido sulfúrico puede generar industrias de sustitución de importaciones por decenas de millones de dólares y puede a la vez generar desarrollo en la producción de alimentos e industrias de alto valor agregado de exportación.
El ácido sulfúrico debe ser en Bolivia, como en los otros países del mundo, sinónimo de desarrollo y crecimiento, no de narcotráfico y corrupción.

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