Ejecutivos de la empresa francesa Bolloré reafirmaron en La Paz su interés en participar de la extracción de las enormes reservas bolivianas de litio y exhortaron al gobierno de Evo Morales a iniciar lo antes posible el proceso de industrialización.
Cedric Bolloré, director de actividades industriales de la compañía, dijo el martes a la prensa que se le planteó al gobierno un proyecto global de industrialización de litio en el salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo.
“Lo que pedimos del gobierno es arrancar el proyecto lo más pronto posible porque creo que es una pena para el país perder el tiempo en el proceso de industrialización, porque hay mucho trabajo por hacer“, dijo Bolloré.
Este miércoles el canciller boliviano David Choquehuanca planteó: “No se ha tomado todavía una decisión política, si vamos a trabajar con ésta empresa, pero toda inversión ahora tiene que estar acompañada por la transferencia de tecnología“.
Según Choquehuanca, Bolivia busca tecnología “amigable con la madre Tierra“, lo cual ofrecería Bolloré con vehículos eléctricos -desde pequeños hasta buses- que no funcionan con carburantes.
Una misión de alto nivel del grupo Bolloré y de su socio Eramet se entrevistó entre lunes y martes de esta semana con autoridades del ministerio de Minería para relanzar su propuesta, formulada en 2009, de desarrollar un proyecto conjunto con el Estado boliviano para industrializar litio.
Bolloré ya expuso su plan el año pasado ante Morales, y desde entonces mantuvo varias reuniones con autoridades de diverso nivel, pero desde diciembre chocó con el silencio del gobierno.
“Tenemos un proyecto con varias fases, el objetivo final es de ayudar a Bolivia a extraer litio del salar de Uyuni“, dijo Cedric Bolloré.
“Lo nuestro es un proyecto global, es un proyecto a largo plazo para no solamente industrializar los evaporíticos en el salar de Uyuni sino también para tener un proyecto industrial después de la evaporación de litio“, explicó.
El consorcio puso por lo pronto a disposición del gobierno procesos de investigación para salvar la complejidad que representa la salmuera de Uyuni, que contiene “mucho magnesio, mucho sulfato“, que hace que “el proceso para industrializar el litio sea complicado“, más que en Atacama (Chile) o el Salar del Muerto (Argentina).
Bolloré quiere participar en la fabricación de carbonato de litio y en extracción de elementos que se usan como fertilizantes, al igual que instalar una planta para producir baterías eléctricas y en el futuro coches eléctricos.
Bolivia “tiene una responsabilidad importante con sus recursos naturales, como el litio. Vamos a luchar juntos contra el calentamiento climático pues el hecho de usar autos eléctricos reduce la contaminación, el ruido“, señaló Thierry Marraud, director de Bolloré.
El salar de Uyuni alberga en sus 10.000 km2 de extensión cerca de 100 millones de toneladas de litio, el 50% de las reservas mundiales, según estimaciones gubernamentales.
El gobierno boliviano tiene en su poder varias propuestas para la explotación del litio.
Con el consorcio Bolloré-Eramet compiten Sumitomo de Japón y Kores de Corea, mientras los gobiernos de Brasil y de Irán hicieron conocer su interés de participar en el negocio.
El presidente Morales señaló el año pasado que Bolivia iniciará en 2013 la producción de litio a gran escala en Uyuni, con una inversión de 350 millones de dólares, y que aspira a tener ingresos por 1.000 millones de dólares anuales.
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