En la actualidad un interesante emprendimiento que corresponde a la Comibol y que podría estar listo en su fase inicial para diciembre de este año alcanzaría su producción total hacia el 2015, una vez que sea completada la instalación de una gigante planta que procesará las salmueras del Salar con una separación de otros minerales como el magnesio, el boro o el potasio, que son parte de la riqueza que todavía duerme en la extensa superficie de los salares bolivianos, tanto en Uyuni como en Coipasa.
Datos publicados en el Suplemento Domingo, refieren que nuestro país puede competir fácilmente con la potencialidad de las reservas de litio a nivel mundial, como referencia de menciona a la región de Chile que tiene un yacimiento en la región de Atacama y cuyo potencial alcanza a 13 millones de toneladas de litio.
En el caso de otros países internacionalmente reconocidos por su producción de litio se cuenta a Canadá con 180.000 toneladas, Austria con 150.000 y Estados Unidos con 38.000. Nuestro país está reconocido como una potencia en la materia y los “ojos de poderosos industriales del mundo” fijan su vista en el Salar de Uyuni, al que convergen muchos especialistas, especialmente del Japón, donde la industria automotriz requiere muchas toneladas de litio.
UNA POTENCIA
Ya no causa sorpresa que expertos mundiales desplacen equipos y personal de investigación a la zona del Salar de Uyuni, reconociendo que “en Bolivia está más de la mitad de las reservas mundiales de litio” por tanto se considera una potencia ubicada en la estratégica región occidental del país donde ya comenzaron las tareas de habilitación de un primer campamento que cobije a los pioneros de la futura industria del Litio.
No en vano se han hecho estudios muy delicados de las probables reservas de litio en Bolivia por parte de industriales que están deseosos de invertir millones de dólares para asegurar por lo menos una parte de las cuadrículas en que se dividirá la interminable explanada blanca del salar boliviano. Interés no sobra.
MALA EXPERIENCIA
Cuando se habla de la probabilidad de encarar proyectos de magnitud, es bueno recordar las malas experiencias para no caer en los mismos errores perjudicando el interés nacional y postergando la explotación de una riqueza que ya desde el año de 1992 pudo haber proporcionado una millonada de regalías a los departamentos en los que se ubican los salares.
Fue la norteamericana Lithium Corporación (Litco) que no pudo avanzar en el proyecto de explotación del litio debido a desinteligencias entre los dirigentes cívicos de Potosí y el Gobierno de Jaime Paz Zamora, que para evitar enfrentamientos sociales prefirió desistir del contrato con la Litco que se fue a la Argentina donde todavía sigue operando.
NEGOCIACIONES
Cuando se habla de negociaciones, por supuesto que hay muchas, algunas que inclusive adelantaron a su personal de avanzada para recoger más datos y asegurar sus futuras propuestas de inversión y explotación del litio.
Por su parte las autoridades del gobierno, señalan claramente que una primera fase del denominado “plan piloto” de explotación de las salmueras de Uyuni corresponderá exclusivamente al Estado boliviano, esperándose que muchos clientes, entre estos del Japón, China o Francia, además de otras empresas productoras de bienes menores que utilizan litio, podrán ya asegurar algunos negocios cuando comience la producción de carbonato de litio.
El litio en sus diferentes formas de requerimiento es necesario si se trata de carbonato de litio en Japón, Unión Europea, Estados Unidos y en la China, en esos mismos países además del Reino Unido y Brasil necesitan ácido bórico, mientras que sumándose a esas demandas están Perú, Argentina, Sudáfrica y nuestro mercado interno para sulfato y cloruro de Potasio.
EL GOBIERNO
Indudablemente, resultaría fuera de contexto en la perspectiva minera nacional, que el Gobierno no se interesara en la potencial reserva del litio en Uyuni y Coipasa, por tanto el Ministro de Minería, Luis Alberto Echazú, aseguró que el proyecto del litio comenzará a funcionar en el presente año, una vez que se concluya en diciembre la habilitación de la “planta piloto”. El ministro asegura que la “industrialización del litio marcará el futuro del país”, algo importante si se observa la necesidad de recuperar el tiempo perdido para emprender verdaderos proyectos de explotación de nuestros recursos mineros.
Algo importante será la concientización de la comunidad para evitar que factores adversos como límites de jurisdicción u otros de orden político alteren el desarrollo de un proyecto millonario que no puede seguir dormido.
Datos publicados en el Suplemento Domingo, refieren que nuestro país puede competir fácilmente con la potencialidad de las reservas de litio a nivel mundial, como referencia de menciona a la región de Chile que tiene un yacimiento en la región de Atacama y cuyo potencial alcanza a 13 millones de toneladas de litio.
En el caso de otros países internacionalmente reconocidos por su producción de litio se cuenta a Canadá con 180.000 toneladas, Austria con 150.000 y Estados Unidos con 38.000. Nuestro país está reconocido como una potencia en la materia y los “ojos de poderosos industriales del mundo” fijan su vista en el Salar de Uyuni, al que convergen muchos especialistas, especialmente del Japón, donde la industria automotriz requiere muchas toneladas de litio.
UNA POTENCIA
Ya no causa sorpresa que expertos mundiales desplacen equipos y personal de investigación a la zona del Salar de Uyuni, reconociendo que “en Bolivia está más de la mitad de las reservas mundiales de litio” por tanto se considera una potencia ubicada en la estratégica región occidental del país donde ya comenzaron las tareas de habilitación de un primer campamento que cobije a los pioneros de la futura industria del Litio.
No en vano se han hecho estudios muy delicados de las probables reservas de litio en Bolivia por parte de industriales que están deseosos de invertir millones de dólares para asegurar por lo menos una parte de las cuadrículas en que se dividirá la interminable explanada blanca del salar boliviano. Interés no sobra.
MALA EXPERIENCIA
Cuando se habla de la probabilidad de encarar proyectos de magnitud, es bueno recordar las malas experiencias para no caer en los mismos errores perjudicando el interés nacional y postergando la explotación de una riqueza que ya desde el año de 1992 pudo haber proporcionado una millonada de regalías a los departamentos en los que se ubican los salares.
Fue la norteamericana Lithium Corporación (Litco) que no pudo avanzar en el proyecto de explotación del litio debido a desinteligencias entre los dirigentes cívicos de Potosí y el Gobierno de Jaime Paz Zamora, que para evitar enfrentamientos sociales prefirió desistir del contrato con la Litco que se fue a la Argentina donde todavía sigue operando.
NEGOCIACIONES
Cuando se habla de negociaciones, por supuesto que hay muchas, algunas que inclusive adelantaron a su personal de avanzada para recoger más datos y asegurar sus futuras propuestas de inversión y explotación del litio.
Por su parte las autoridades del gobierno, señalan claramente que una primera fase del denominado “plan piloto” de explotación de las salmueras de Uyuni corresponderá exclusivamente al Estado boliviano, esperándose que muchos clientes, entre estos del Japón, China o Francia, además de otras empresas productoras de bienes menores que utilizan litio, podrán ya asegurar algunos negocios cuando comience la producción de carbonato de litio.
El litio en sus diferentes formas de requerimiento es necesario si se trata de carbonato de litio en Japón, Unión Europea, Estados Unidos y en la China, en esos mismos países además del Reino Unido y Brasil necesitan ácido bórico, mientras que sumándose a esas demandas están Perú, Argentina, Sudáfrica y nuestro mercado interno para sulfato y cloruro de Potasio.
EL GOBIERNO
Indudablemente, resultaría fuera de contexto en la perspectiva minera nacional, que el Gobierno no se interesara en la potencial reserva del litio en Uyuni y Coipasa, por tanto el Ministro de Minería, Luis Alberto Echazú, aseguró que el proyecto del litio comenzará a funcionar en el presente año, una vez que se concluya en diciembre la habilitación de la “planta piloto”. El ministro asegura que la “industrialización del litio marcará el futuro del país”, algo importante si se observa la necesidad de recuperar el tiempo perdido para emprender verdaderos proyectos de explotación de nuestros recursos mineros.
Algo importante será la concientización de la comunidad para evitar que factores adversos como límites de jurisdicción u otros de orden político alteren el desarrollo de un proyecto millonario que no puede seguir dormido.
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