Los trabajadores enfloraban su paraje y el gas letal les �nockeo� sin que pudieran escapar del lugar
Dos trabajadores mineros pedieron la vida tras inhalar gas venenoso cuándo habían ingresado a un paraje prohibido a ch�allar y enflorar para que pueda irles bien.
Sin embargo, en un par de segundos los mineros quedaron �nockeados� e imposibilitados de escapar del lugar. El responsable de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), subteniente José Luis Conde, afirmó que la muerte de los dos mineros fue casi instantánea.
El deceso ocurrió en el yacimiento minero Korimayu perteneciente a la Cooperativa Unificada cuándo el personal realizaba una vieja tradición ancestral de ch�allar y enflorar los parajes en jueves de compadres.
Esa tradición se cumple el día de compadres y precisamente el jueves realizaron esa práctica pero fue la última porque murieron. Los cuerpos fueron identificados como Anastasio Fernández Galarza, de 24 años y Wilson Calahuana de 25 quienes tenían la firme convicción de que una ch�alla iba a mejorar su situación pero murieron intoxicados.
El subteniente Conde afirmó que, de acuerdo a sus demás compañeros, al paraje dónde ingresaron los ahora extintos estaba completamente prohibido su ingreso por los gases letales.
No obstante, hicieron caso omiso a esa advertencia e ingresaron con tal mala suerte que el gas venenoso les atrapó y mató.
Son los primeros
Anastasio Fernández Galarza y Wilson Calahuana se convierten en los primeros trabajadores mineros que pierden la vida en la presente gestión, según el reporte de la División Personas y Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Aparentemente la imprudencia asociada a la falta de precaución fueron las principales causas para el deceso de los hombres �topo� puesto que no hicieron caso a la restricción de la prohibición de ingresar al paraje.
No obstante, ese hecho está siendo investigado por el personal de Homicidios de la Felcc para determinar la relación fáctica de los hechos históricos que se desarrollaron el jueves de compadres en la mina Korimayu.
Dos trabajadores mineros pedieron la vida tras inhalar gas venenoso cuándo habían ingresado a un paraje prohibido a ch�allar y enflorar para que pueda irles bien.
Sin embargo, en un par de segundos los mineros quedaron �nockeados� e imposibilitados de escapar del lugar. El responsable de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), subteniente José Luis Conde, afirmó que la muerte de los dos mineros fue casi instantánea.
El deceso ocurrió en el yacimiento minero Korimayu perteneciente a la Cooperativa Unificada cuándo el personal realizaba una vieja tradición ancestral de ch�allar y enflorar los parajes en jueves de compadres.
Esa tradición se cumple el día de compadres y precisamente el jueves realizaron esa práctica pero fue la última porque murieron. Los cuerpos fueron identificados como Anastasio Fernández Galarza, de 24 años y Wilson Calahuana de 25 quienes tenían la firme convicción de que una ch�alla iba a mejorar su situación pero murieron intoxicados.
El subteniente Conde afirmó que, de acuerdo a sus demás compañeros, al paraje dónde ingresaron los ahora extintos estaba completamente prohibido su ingreso por los gases letales.
No obstante, hicieron caso omiso a esa advertencia e ingresaron con tal mala suerte que el gas venenoso les atrapó y mató.
Son los primeros
Anastasio Fernández Galarza y Wilson Calahuana se convierten en los primeros trabajadores mineros que pierden la vida en la presente gestión, según el reporte de la División Personas y Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Aparentemente la imprudencia asociada a la falta de precaución fueron las principales causas para el deceso de los hombres �topo� puesto que no hicieron caso a la restricción de la prohibición de ingresar al paraje.
No obstante, ese hecho está siendo investigado por el personal de Homicidios de la Felcc para determinar la relación fáctica de los hechos históricos que se desarrollaron el jueves de compadres en la mina Korimayu.
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