Cuando se menciona los macroproyectos de la minería boliviana, sin lugar a dudas se refiere a la explotación del litio en los extensos salares de Uyuni en Potosí y el de Coipasa en Oruro, pero también hay que agregar al rango de los grandes emprendimientos del uso de nuestros recursos naturales, al hierro del Mutún, proyecto que de no haber sufrido una alteración en el curso de su desarrollo posiblemente en este tiempo estaría entrando en fase industrial, pero…para no exagerar, está casi en punto cero, aunque se lo menciona como potencial fuente generadora de divisas, en el futuro.
En realidad son los dos más importantes proyectos de la perspectiva minera boliviana, por el volumen de sus reservorios reconocidos e nivel mundial y por la expectativa en los réditos que se obtendrán una vez que comiencen los procesos de explotación, transformación e industrialización del litio parte de un proyecto retrasado más de dos años con relación a un primer cronograma que ha sido alterado por una serie de factores adversos, especialmente en lo que atañe a procesos de licitación y una definición estratégica gubernamental para definir la mejor asociación con alguno de los inversionistas interesados en el negocio del litio y sus derivados.
Se han hecho importantes inversiones para impulsar el funcionamiento de "plantas experimentales", por una parte con la intención de aplicar un proyecto boliviano en la obtención de litio y aprovechar la producción de baterías con ese elemento básico e insustituible para el objetivo inicialmente planteado.
En febrero pasado el Gobierno inauguró la planta piloto para ensamblar baterías de ión litio, el proyecto significó una inversión de 3,7 millones de dólares, presupuesto que se añade a otras inversiones del mismo emprendimiento que se ubica La Palca, Potosí.
A la fecha, todavía no se conoce una definición sobre la factibilidad operativa de tan importante proyecto, hecho que preocupa tomando en cuenta la relación competitiva ya no solo de Chile, sino también de la Argentina que avanzan apresuradamente en el desarrollo de explotación e industrialización del litio.
En cuanto al Mutún, la situación no pasa de varios anuncios, sobre las posibilidades de explotar el 50 por ciento del yacimiento, el que correspondía a la reserva estatal, pues la otra parte que trabajaba la Jindal, se entiende que está en litigio y por lo mismo las operaciones allí son restringidas.
El proyecto del Mutún es millonario en inversión pues el objetivo principal es poner en marcha una siderúrgica que complete la transformación del hierro en fierro fundido para diversas aplicaciones, pero sobre todo en la obtención de acero, para satisfacer una gran demanda externa, especialmente en mercados asiáticos, justamente de donde provienen actualmente las ofertas de invertir para explotar nuestra fabulosa reserva de hierro.
En este asunto lo que falta es también decisión gubernamental y voluntad política para allanar una serie de trabas que impiden la consolidación del proyecto como tal, considerando que la espera ya es muy prolongada en función al interés nacional y el uso de los recursos naturales no renovables.
Cierto que la Ley Minera no está aún en aplicación carente de su reglamento y la escala de orden tributario, que permitirá a ciertos inversionistas arriesgar sus capitales justamente en estos grandes prospectos de la minería boliviana, sin embargo, los expertos, señalan que "no se puede perder más tiempo y oportunidades para entrar al competitivo mercado del litio y el acero, mientras los vecinos toman posicionamiento en los mercados internacionales, poniendo en riesgo nuestra producción".
Se están produciendo importantes cambios tecnológicos y de la opción de reemplazar los combustibles con baterías de litio, en los vehículos, ya existen industrias que producirán motores que eliminarán combustibles y baterías, disponiendo de sistemas de energía "limpios" y de mucha potencia.
El tiempo es el peor enemigo contra nuestros macroproyectos minero – siderúrgicos y metalúrgicos, el paso de transformar nuestros minerales en metales, es la parte esencial para tener la materia prima que nos permita incursionar en una industria diversificada de alta producción y competitiva a los productos que obligadamente importamos de otros países y que son fabricados con parte de nuestra materia prima.
El Gobierno tiene un reto por delante, aprovechar el tiempo oportuno para ejecutar los proyectos del litio y el hierro. La competencia nos lleva ventaja y los mercados se restringen paulatinamente, aunque para algunos ejecutivos nacionales el tiempo no es un peligro…una posición fuera de la realidad.
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