Un espinoso problema que afecta a la minería y otros sectores, cuando existen problemas y no hay medidas preventivas, impiden lo que se denomina "desarrollo sustentable" y este hecho es patético en el país, al observase la lentitud en el cumplimiento de metas en proyectos mineros, especialmente en los subsectores estatal, el privado chico y las cooperativas.
Rescatamos algunas de las apreciaciones profesionales de Bernarda Elizalde, directora de la Consultora de Desarrollo Minero Sustentable (RMD por su sigla en inglés) que además es creadora de lo que denomina "Un Marco para la Exploración Minera Responsable", que a su vez es la guía de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
En la explicación de Bernarda Elizalde, el desarrollo sustentable es parte de la responsabilidad de todos los actores que puedan estar incluidos dentro de la minería: el gobierno central y los gobiernos locales, las empresas grandes y pequeñas, y las comunidades.
El interesante estudio menciona tres aspectos clave que necesariamente deben funcionar juntos, cuando se trata de exploración y desarrollo minero, y consisten en las buenas prácticas de gestión ambiental, responsabilidad social, y salud y seguridad ocupacional.
Una complementación señala que lo ideal es encontrar a través de la responsabilidad social empresarial y el desarrollo minero responsable puntos de prevención de conflictos, pues está visto que "donde hay conflicto no hay lugar para el desarrollo sustentable".
La nota periodística que nos permite conocer este interesante programa, incluye algunas preguntas de la responsable de su redacción. Tomando en cuenta el caso boliviano, un país donde se registran constantes tomas de minas, ¿será posible aplicar un modelo de prevención? La respuesta recuerda que la industria minera y otros organismos multisectoriales han desplegado herramientas y guías que ayudan en estos procesos. Hay principios que ayudan a las empresas y a los gobiernos a comprender cuáles son los pasos para poder ser parte de este proceso esencial y relevante por la necesidad de prevenir los problemas de crear desarrollo, de crear un aporte a las economías locales o nacionales y de compartir los beneficios generados por la minería, algo que no ocurre si existen conflictos.
Un planteamiento del programa preventivo es que los gobiernos nacionales y los locales trabajen en absoluta armonía y definan estrategias para un reparto equitativo de las regalías. Se ejemplifica el caso con la presencia de algunas empresas mineras ubicadas en poblaciones muy pobres con gente que se pregunta: ¿por qué estoy tan pobre en un suelo tan rico?, y es que la justa distribución de los recursos no depende sólo de las empresas, sino también de muchos otros actores, entre esos el gobierno central y el gobierno local que deben saber cómo redistribuir los recursos de manera equitativa y que llegue a cada una de las familias donde está desarrollada la actividad minera.
Una interesante sugerencia, muy apropiada a la realidad de nuestra minería.
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