Los problemas vigentes en los principales departamentos productores mineros del país, caso de Potosí y Oruro, son difíciles de eliminar pero debe hacerse esfuerzos técnicos y administrativos para reducir el efecto negativo de algunas limitaciones que pesan negativamente a la hora de encarar proyectos que permitan mejorar y asegurar los índices productivos en ambos distritos, considerados como el bastión minero nacional.
Naturalmente no debe descartarse la situación del Oriente con el rico yacimiento de hierro ubicado en el Mutún, pero atravesando por una serie de incongruencias más "legalistas" que "oportunistas", en el sentido de no perder por más tiempo la ocasión de encarar el macroproyecto de extraer hierro y convertirlo en acero.
ESTRATEGIA NACIONAL
Sin lugar a dudas y como una estrategia para enfrentar la crisis ocasionada por la caída de precios del petróleo (gas) y de los minerales, el Gobierno prevé enfrentar la crisis con un par de acciones de emergencia, por una parte implementando una mayor inversión pública durante la presente gestión y disponiendo de los recursos necesarios para incentivar la producción en los dos rubros claves, hidrocarburos y minería.
El segundo mandatario, Álvaro García Linera, se refirió a principios del año a la necesidad de afrontar la crisis de origen internacional "con mayor producción y mayor inversión, pero además con mayor énfasis en la parte productiva".
El Vicepresidente aseguró que para cumplir esos objetivos se consignará en el Presupuesto General del Estado (PGE) un gasto superior a 6 mil millones de dólares en inversión pública, consignando esencialmente 4.600 millones de base a lo que debe sumarse 1.500 millones más de dólares de las empresas mixtas. Se trata de una responsabilidad inmediata para contrarrestar los efectos que pudiese causar la caída de precios internacionales en nuestras principales materias primas.
LA SITUACIÓN MINERA
Cuando se toca el tema, el primer referente en la producción minera estatal es el distrito de Huanuni, con casi cinco mil trabajadores y con limitaciones muy particularizadas en lo que corresponde a su producción, la misma que se considera "optima", no precisamente rentable, si la Libra Fina (LF) de estaño se cotiza en 10,67 dólares, parámetro que de acuerdo al registro del INE permitió a ésta mina obtener en enero del 2014 una utilidad de $us 3,8 millones; sin embargo con una leve caída en el precio de la LF de estaño a $us 10,23, en el mes siguiente de febrero registró un déficit de $us 1,1 millones.
Hay que considerar que con la caída en el precio del estaño, la LF, en los últimos meses estuvo oscilando entre algo más de $us 9,00, pero con un bajón a $us 8,78 la LF. ¿Qué está sucediendo especialmente en Huanuni y Colquiri?, además de otros distritos de menor producción, donde relativamente si son cooperativas "aguantan" todavía ese reducido precio que seguramente sirve sólo para cubrir los gastos de producción y en ningún caso para perfilar utilidades.
Los fríos números del INE son más claros al señalar en su estadística de fin de gestión que las ventas de estaño a noviembre del 2014 bajaron de $us 32,5 a sólo 15,7 millones, más del 50%. En el caso de la plata las exportaciones en el mismo periodo disminuyeron de 718,3 a 600,3 millones de dólares. Una situación evidentemente crítica.
EMERGENCIA Y FIDEICOMISO
La solución al problema, según algunos expertos, debe ser el aumento de la producción, situación que el sector minero privado asumió inmediatamente que se produjo la caída de precios y en el sector de la minería estatal tras el planteamiento de los mineros asalariados, disponiéndose para las minas estatales un fideicomiso de 100 millones de dólares, con lo que se pretende evitar el cierre de algunas operaciones y el lógico y masivo despido de trabajadores.
La emergencia conlleva una responsabilidad implícita y es que el "plan de contingencia" que se aplique debe apuntar a elevar la producción de minerales, apoyando algunos gastos de urgencia para intensificar la exploración de nuevos yacimientos (vetas) y la diversificación de extracción minera, caso del sector estatal, además de apoyar la habilitación de nuevos ingenios, en Huanuni y Colquiri.
Las cooperativas esperan otro tratamiento para superar el problema de los bajos precios, pero igualmente la fuente de apoyo corresponderá al Estado.
LAS DOS METALÚRGICAS
La metalurgia tiene también sus grandes problemas. En el caso de la Empresa Metalúrgica de Karachipampa (EMK) en Potosí, el reinicio de operaciones luego de varias décadas de inactividad, tampoco tuvo buenos auspicios debido a las circunstancias negativas de la presión internacional en los precios de minerales, como sucedió cuarenta años atrás con un fenómeno parecido y una inadecuada implementación técnica, situación que se repite en el presente debido a problemas también técnicos que están siendo encarados, aunque a un costo elevado en la dimensión de habilitar a la EMK, sin que todavía rinda financieramente.
Cuando los expertos toman en cuenta la base económica de producción en el caso de Karachipampa, se encuentran con un dato escalofriante…y es que el cálculo de operaciones se hizo con un valor de $us 17 por LF de estaño y la cotización internacional actual no llega a $us 9,00. El parámetro es de simple comparación en las cotizaciones de minerales, en tiempos diferentes, pero con igual impacto negativo en los parámetros de producción y rendimiento.
Finalmente, la metalúrgica de Vinto – Oruro, que debe entrar en operaciones este mes, tampoco tiene asegurado su cronograma productivo, pues es importante que estén aseguradas las fuentes de provisión de concentrados en las cantidades que exigirá el horno Ausmelt.
En materia de minería los mayores problemas que deben ser resueltos con responsabilidad, están en los distritos de Oruro y Potosí, aunque en este último la principal extracción de sus minerales corresponde a importantes empresas mineras internacionales.
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