Las dudas en este caso vienen después de las revelaciones, especialmente cuando estas últimas no convencen a miles de protagonistas mineros y menos a una ciudadanía que está pendiente de la aplicación de cambios en la estancada política minera.
La Ley de Minería y Metalurgia Nº 535 ya está en vigor, pero así como se la conoce y ya circuló en un folleto de 102 páginas con sus 234 artículos y las disposiciones finales y transitorias, todavía no es el instrumento que "motorice" la actividad minera disponiendo de un programa paralelo, que sea resultado de aprobar una verdadera política minera, que permita el buen uso de todos los recursos mineros –no renovables– en las diversas áreas del país, determinando con claridad el potencial de los yacimientos que existen en nuestro rico territorio.
Lo importante es lograr que en el más alto nivel del Gobierno se entienda que la riqueza minera debe ir de la mano del crecimiento económico del país, no puede ser de otro modo, pues se trata del segundo rubro más importante en la creación de riqueza si se aprovechan adecuadamente las condiciones para su desarrollo financiero, tecnológico y materialmente realizable.
Los entendidos reclaman una pronta decisión del Gobierno a través del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) o de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) para delinear y aplicar la tan reclamada "Política Minera", diríamos nosotros de "pronta reactivación", pues de otro modo, el urgente proceso de explotar nuestros minerales, seguirá siendo sólo parte de un instrumento teórico que no resuelve la responsabilidad productiva y competitiva de nuestra minería.
Por lo mismo hay que cambiar el cuadro de las meras especulaciones para "dibujar" un proyecto minero de primer nivel que responda a las iniciativas de inversionistas, industriales y trabajadores del sector, en pos de lograr la mayor ventaja económica para el Tesoro General, para los distritos vía impuestos y para las regiones específicas donde se efectúan operaciones mineras con el pago de regalías que alientan el cumplimiento de proyectos de uso y beneficio colectivo.
La parte de las dudas, persiste, pues en el MMM se continua con el tratamiento del sistema "tradicional" de esperar que los proyectos salgan por cuenta gotas y en todo caso priorizando el cumplimiento de la "consulta previa", que por razones obvias, por lo menos de momento, responde a ciertas presiones de comunaríos originarios, de cooperativistas insatisfechos, que actúan en función de encontrar la manera más fácil de pasar de agricultores a mineros transitorios pero generalmente sin riesgos en inversiones o en definiciones técnicas.
Los malos manejos del pasado en el ministerio o la Comibol, necesariamente deben aclararse, pero ese proceso no debe interferir de modo alguno, las responsabilidades de ejecutivos de encarar la elaboración de una política minera nacional, con sus planes específicos para prospectar y explorar nuevos campos, disponer las condiciones más favorables para su explotación y tratar el mejor modo de su comercialización a los mercados externos.
Debe ser premisa oficial considerar con urgencia el siguiente paso del proceso minero, pasando a la fase de la industrialización de nuestras materias primas, haciendo que Karachipampa empiece a rendir frutos, que la Metalúrgica de Vinto duplique su producción con el nuevo horno Ausmelt y que de una buena vez se defina la participación empresarial de un buen inversionista para la explotación de hierro en el Mutún y su transformación en acero.
Otra historia es la que nos contaron con el caso de los evaporíticos de los salares de Uyuni y Coipasa, donde los experimentos son la norma, donde no se sabe exactamente qué modelo asociativo será aplicado para no perder el interés de varios prospectos extranjeros que ya han puesto algo de su parte, mientras nuestros ejecutivos siguen en la tarea de querer descubrir la mayor cantidad de elementos que poseen las ricas salmueras. Y en ese trajín han transcurrido más de un quinquenio y se están gastando más de cien millones de dólares…sin resultados concretos.
El titular del MMM, fue claro al reconocer que "en el caso del litio estamos atrasados" y si tal apreciación no es un descubrimiento, sucede que así no más es y nadie dice cuál y cuándo será el límite de ese proyecto que sigue siendo en proyección internacional, el más importante por la cantidad y calidad de nuestro gigante reservorio de salmueras y por supuesto litio.
Hay observadores que hacen un minucioso seguimiento a la mayoría de los planes mineros, entre los chicos, medianos y grandes, los que realizan sin muchos problemas en la minería privada que es la que más aporta y se lamenta lo que sucede en la minería cooperativizada, que si bien es la de miles de asociados "cuentapropistas", es también la que no cumple regulaciones técnicas y por lo mismo estaría depredando algunos yacimientos.
Entre algunas "mentirillas" y ciertas declaraciones que son barniz para darle mejor color al asunto, sucede que hay un atraso muy perjudicial en el aprovechamiento de nuestra minería y este hecho significa una fuerte pérdida a la economía de todos los bolivianos.
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