Un proceso de limpieza en dependencias de la Corporación Minera de Bolivia, Comibol a partir del cierre temporal de algunas de sus dependencias y el inicio de una auditoría para detectar contratos irregulares entre empresas privadas y varias cooperativas, permitió establecer que además de algunos exejecutivos y otro personal superior, se hubiesen favorecido con la concesión de áreas mineras, incluyendo hasta familiares que se beneficiaron de convenios ilegales
Por disposición del Ministro de Minería se desarrollará otra auditoría dirigida a establecer e identificar a los exfuncionarios jerárquicos y otros de mando medio inmediatamente superior que recibieron áreas de explotación minera en zonas favorecidas por la existencia de importantes yacimientos.
Según el titular de minería existió tráfico de influencias en la jerarquía de Comibol, otorgando valiosa información a determinadas personas que solicitaron directamente yacimientos mineros para su explotación inmediata, concesiones que según el ministro deberán anularse de manera estructural y efectiva, "de lo contrario la minería más que generadora de riquezas, estaría generando la constitución de subestructuras de poder económico para beneficio de grupos", afirmó el ministro César Navarro.
La autoridad se empeñó en señalar que instruyó una auditoría que abarcará varias gestiones retrospectivamente, por lo menos 15 años atrás, para comprobar varias denuncias sobre el tema y que comprometen a exejecutivos, y exdirectores de la Comibol que aprovecharon la coyuntura de sus cargos para legalizar la tenencia de áreas mineralizadas, extendiendo la ocasión a familiares que explotaron esos yacimientos con ventajosas utilidades.
No hay una nómina oficial de quienes estuviesen medrando de la riqueza minera y de forma irregular, empero se habla de exejecutivos, exdirectores e inclusive algunos técnicos y una red de familiares que conformaron incluso empresas mineras para la extracción de minerales.
El hecho así denunciado abre una polémica, porque aún sin identificarse por razones obvias, hay personas que si bien reconocen la existencia de hechos irregulares en la Comibol, consideran que también deberían adoptarse medidas para evitar una distribución abierta de áreas mineras entre cooperativistas no legales, ya que no todas funcionan bajo reconocimiento superior, por lo mismo que este tipo de hechos sumarían a los otros igualmente irregulares por el uso abusivo de las áreas mineras. Sólo que en el segundo caso, existe la salvedad de legalizar el funcionamiento de entidades cooperativas, sea por la vía legal o mediante la presión institucional.
De momento hay que esperar resultados de la nueva auditoría, de modo que se conozca a los jefes de "cuello blanco", que aprovechan circunstancias muy especiales para entrar en el negocio de la minería, aún sin garantizar su participación en la estrategia de una nueva minería, más competitiva, más activa y menos sectorial, como está ocurriendo actualmente, lo importante será que se exija el cumplimiento de normas, la obligatoriedad de tributar, pagar regalías y respetar el medio ambiente, pero gozando asimismo de seguridad para inversiones y suficiente garantía de operaciones en yacimientos mineros establecidos legalmente.
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