El ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro, anunció anoche que inició la reingeniería de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), para elaborar los planes que guíen la futura reestructuración de la compañía estatal que actualmente atraviesa una situación incierta por la caída de su patrimonio y de los bajos recursos económicos que genera.
Este trabajo de reingeniería -dijo Navarro- se inició esta semana y concluye la próxima en la que participan todas las instituciones involucradas.
La reestructuración de la Comibol también involucra al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y al mismo Ministerio de Minería junto a otras instituciones.
“Todas las instituciones adquieren un nuevo rol y una nueva matiz, por eso estamos en la reingeniería institucional que la estamos trabajando en el transcurso de esta semana y la próxima para que establezcamos lo procedimientos para empezar implementar la designación de autoridades”, destacó Navarro.
La nueva ley minera faculta al Gobierno efectuar una reestructuración de la Comibol tal como lo solicitaron los trabajadores mineros y la Central Obrera Bolivia (COB).
MINISTRO ADMITE FALENCIAS
“Nuestra corporación es como un recaudador de impuestos, antes era el poder. La corporación era la fuente de recursos”, afirmó Navarro para referirse al rol que cumplía, hace años la Comibol; sin embargo, ahora la “minería se ha reducido a su mínima expresión” ya que la estatal compañía solo aporta con el 7 por ciento de la actividad productiva minera.
Igualmente, el ministro dijo que el patrimonio de la Comibol se redujo “a su mínima expresión” ya que los bienes que poseía, como compresoras, perforadoras, infraestructuras, áreas de trabajo fueron “rematados y regalados” a las cooperativas y empresas privadas “por absolutamente nada”.
La Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) tiene una deuda pendiente con Comibol por la compra de maquinaria y equipos desde 1.987. Esta deuda superaría los $us 36 millones.
“La Comibol se ha reducido a su condición de residual y se dedica solo a cobrar el porcentaje de riesgo compartido del arrendamiento que tenía con las empresas privadas y las cooperativas. Por lo tanto, vivía de las limosnas que daban los impuestos y los porcentajes mínimos. No queremos una Comibol limosnera”, enfatizó Navarro.
El ministro señaló que para mejorar la situación y como parte de la reestructuración de la compañía debe participar toda la cadena productiva destacando la exploración de nuevos yacimientos, la refinación y fundición que garantizarán nuevos mercados.
En esta tarea también están involucradas las gobernaciones y las alcaldías con miras a la industrialización de los minerales, planteó Navarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario