Todas las previsiones de la minería están enfocadas a desarrollar la fase de la industrialización y eso significa la habilitación de la Empresa Metalúrgica Karachipampa, (EMK) un complejo en el que se fundirán concentrados de plomo y plata, que serán provistos por la gigante minera privada San Cristóbal que garantizará el suministro permanente de materia prima.
Sin hablar de los años que se espera el funcionamiento de lo que se conoce como el "elefante blanco" de la minería boliviana, el complejo de Karachipampa solo en la gestión que corre, de mes en mes tuvo traspiés innegables y por supuesto con justificaciones de orden técnico que obligaron a la contratación de técnicos chinos para que pongan "en orden" todo un sistema de antigua data que ha sido mejorado con la incorporación de ciertos equipos y tecnología que ahora debe someterse a la prueba final.
En la última etapa de adecuación, el horno Kivcet fue encendido por primera vez en enero del 2013, lamentablemente el intento fue fallido y tuvieron que suspenderse las demás operaciones inmediatas al calentamiento del horno. Más adelante en marzo se confirmó que se produjeron serias fallas en el turboexpansor de la planta. Equipo que tuvo que enviarse al exterior para su reparación, por lo mismo la programación de arranque demoró varios meses.
Más cercano el mes en que funcione la EMK fue abril pasado, pero no pasó nada, se habló de mayo y en ese mes se pasó a junio, esperándose que si no sucederá el día 12, fijado tentativamente, lo real puede darse el día 17 cuando las operaciones sean parte de un plan técnico de alta responsabilidad para el tratamiento inicial de una parte de las 7.000 toneladas métricas (TM) de los concentrados ya entregados por la minera San Cristóbal y que servirán, según se estima, para los tres primeros meses de pruebas en Karachipampa. Un fideicomiso aprobado por el Banco Central el 2012 consistente en 50 millones de dólares, permitió la compra de concentrados para alimentar al horno Kivcet.
Edgar Pinto, expresidente de la Comibol y luego gerente de la EMK, informó que técnicos de la empresa china que opera en ese complejo realizaron varias pruebas con el turboexpansor de la planta comprobando que se han eliminado algunos problemas y se supera la eficiencia técnica, lo que hace presumir que el nuevo intento para poner en marcha Karachipampa no tendrá obstáculos.
Una vez que funcione el horno Kivcet, la EMK requerirá mayor cantidad de concentrados los que propiamente están asegurados a través de la minera San Cristóbal, además de que el financiamiento está asegurado con los 50 millones de $us que se destinaron para el complejo exclusivamente para la compra de toneladas de materia prima (plomo – plata) que alimentarán, por lo que se dice al voraz horno que se espera funcione desde la próxima semana.
Ya es tiempo de que Karachipampa comience a operar, décadas se esperaron para que el millonario complejo pueda convertirse en parte importante del proceso de industrialización de minerales producidos en el país como plata y plomo, lo que permitirá mejorar por su valor agregado, el precios de nuestras exportaciones, ya no como concentrados sino como lingotes con pureza mayor al 98 por ciento.
Técnicos de la empresa china están extremando esfuerzos para poner en movimiento el complicado complejo (valga la redundancia) que ha sido objeto de una modernización en algunas de sus partes, dadas las condiciones de obsolescencia de una buena parte de los equipos.
Se confirma que el equipo chino de la empresa Henan Complant Mechanical & Electrical, definirán un nuevo cronograma de actividades que se aplicará luego del funcionamiento del horno, responsabilidad de los mismos técnicos asiáticos que deberán garantizar el proceso de calentamiento del Kivcet hasta que alcance los 1.200 grados centígrados de temperatura, ideal para realizar la operación metalúrgica.
Tanto el gerente de la EMK como el Ministro de Minería, señalan que el complejo estará bajo supervisión de los técnicos chinos y los bolivianos de la empresa Ther Consult, encargada del manejo operativa metalúrgica por lo menos 120 días desde la puesta en marcha del elefante, para que con las seguridades del caso a partir de la gestión 2015 las operaciones serán de total responsabilidad de la Empresa Metalúrgica de Karachipampa.
En las previsiones productivas se menciona un plan de alcanzar 51.000 toneladas métricas (TM) anualmente, lo que podrá incrementarse de manera progresiva en función al rendimiento de la metalúrgica y la demanda del producto en los mercados externos.
Técnicamente se menciona que "el requisito principal para que funcione el horno Kivcet es la producción de oxígeno y se estima que su calentamiento se producirá en un periodo de hasta 15 días para cumplir con la temperatura exigible para fundir los concentrados de plomo y plata que se convertirán en lingotes" tan esperados en el avance tecnológico de la industria minera.
Queda en algún canastillo del MMM, documentos sobre el proceso judicial que se inició en la anterior gestión ministerial contra la empresa Royal Silver Company cuyos técnicos brasileños serían responsables del daño que sufrió el turboexpansor de la planta, pero antes se recuerda haberse encomendado a la norteamericana Air Products, como responsable de haber proporcionado datos erróneos e incorrectos sobre el manejo del complicado equipo de la metalúrgica de Karachipampa. En ambos casos el asunto es parte de procesos en curso de tratamiento y que según algunos entendidos son muy difíciles de comprobar, dadas las circunstancias en que se produjeron los hechos y se frustraron los planes de funcionamiento del complejo.
La expectativa ciudadana está pendiente de lo que ocurra en los próximos días bajo esa posición de quienes desarrollan el proyecto y que parecen pensar en eso de que "habiendo esperado tantos años, no cuesta nada esperar unos cuantos días más". Es la lógica conformista a la que replican los expertos cuando señalan que "no se trata sólo de tiempo, el caso Karachipampa debe medirse en costo inversión sin producción", lo que representa un perjuicio a la economía nacional, que no debe ni puede prolongarse por más tiempo.
El país está en suspenso, y los potosinos esperanzados en que su elefante blanco caminará y al hacerlo generará importantes impuestos y regalías para su departamento, otro rubro que engrosará los ingresos de la Villa Imperial.
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