lunes, 4 de noviembre de 2013

Nacionalizar las minas incumplió el objetivo de socializar su beneficio colectivamente

• Dos opiniones importantes sobre la nacionalización y las renacionalizaciones de las minas, las expectativas nacionales en una riqueza que sigue postergada y precisa de incentivos muy concretos para desarrollar el verdadero rol que tiene el sector en la economía nacional.

• Se trata de fuertes inversiones para la prospección y exploración de nuevos yacimientos mineros, asegurando miles de empleos, ingresos para el Estado y regalías para municipios y departamentos donde se produce la minería.

• Es necesaria una política minera respaldada por normativas adecuadas al tiempo presente, cuando la competitividad del sector exige incentivos por un lado y garantías por otro, para la atracción de capitales y la transferencia de tecnología de punta, para ejecutar planes mineros limpios y seguros.


Ing. Carlos Sandy Antezana, experto en Minería, exlegislador boliviano
Carlos Sandy Antezana.- Un destacado ingeniero de minas, experto en la materia, docente universitario, exsenador nacional y analista de la temática productiva minera.

Perspectiva Minera.-

(PM) Han transcurrido 61 años de la nacionalización de las minas y aún en el presente pareciera que tal medida no cumplió el objetivo de posesionar al sector en beneficio colectivo

Carlos Sandy (CS).- Un gusto llegar a la opinión pública a través de este medio. Evidentemente yo creo que al cumplirse 61 años de una minería nacionalizada corresponde hacer una evaluación sobre todo técnica para de alguna manera observar lo que ha pasado y ver el futuro de alguna manera y no seguir reeditando lo mismo y a veces en peores condiciones de una nacionalización o mal llamada renacionalización. Lo primero que hay que ver es que una primera fase del 52 al 85 y el 87 sin duda alguna tuvo repercusión importante para el desarrollo económico y social, empezando por tener control de nuestros recursos mineros que estaban siendo explotados por los barones de la minería de esa entonces, (Hochschild, Patiño, Aramayo) que las ganancias que obtenían no las reinvertían en el país y favorecían a intereses extranjeros. Una vez que se ha recuperado ese valor o esa ganancia ha servido para que el país pueda hacer importantes emprendimientos a nivel nacional, el caso de algunas carreteras, han mejorado las condiciones de trabajo en las minas, de salud, educación y hasta de seguridad social y con algunos excedentes se han hecho inversiones importantes en el occidente, pero fundamentalmente en el oriente…pero como todo lo nuevo tiende rápidamente a desgastarse se llegó a los años 85 y siguientes con grados de ineficiencia en la producción ya que bajaron las cotizaciones internacionales y consecuentemente se entró en una crisis minera de proporciones inimaginables hasta llegar a un proceso de hiperinflación que fue insostenible en su momento obligando a tomar decisiones de política económica que obligó a una privatización parcial de nuestros recursos mineros, creo por tanto que el balance para ese tiempo fue positivo y lo negativo es que hemos contaminado el medio ambiente y pese a esos factores negativos que ese primer proceso ha sido provechoso.

PM.- ¿Cuál es su opinión en torno a un nuevo ciclo de la minería partiendo de una ley minera que se está esperando por muchísimo tiempo, años en este caso, será una solución esa nueva normativa?

CS.- No, no creo, pero no hay que olvidar que los años 96 y 97 tenemos una nueva ley minera pero con otro enfoque a la nacionalización y varias minas han pasado a las cooperativas mineras y las más importantes como Huanuni, Colquiri, Bolívar y otras han entrado a un riesgo compartido, pero el Estado nunca perdió la propiedad sobre los recursos minerales, entonces en éste último caso y me refiero al Gobierno actual ha dado algunos "bombazos" políticos aparentando que está nacionalizando nuestros recursos y no era absolutamente nada de eso porque siempre han estado bajo el control estatal con la Comibol. Nos han prometido una nueva ley minera, pero la estamos esperando mucho tiempo como Ud. decía y parece que esa ley está en una línea central y eso significa que vamos a manejar una minería sobre todo estatizada, y si hay participación del sector privado será en porcentajes mucho menores al 50% y seguramente se favorecerá a la minería cooperativizada. Eso es más o menos lo que se está vislumbrando.

PM.- Este hecho favorecerá a la minería o ahuyentará las inversiones, es el caso por ejemplo de los megaproyectos como el litio, el Mutún, Karachipampa, la prospección de Mallku Khota, que son proyectos importantes, ¿pero en las condiciones actuales cree que avanzará la minería?

CS.- Mi opinión es que no habrá avances, primero porque evitaremos que existan inversiones privadas, pues lo que aparentemente quieren (Estado) es aprovecharse de ciertas inversiones y luego cuando políticamente le conviene y no técnica o económicamente, las nacionaliza y creo que ese sistema no será beneficioso, pero además hay un cosa…no podemos tener la mentalidad que se arrastra desde hace muchos años sobre las nacionalizaciones porque modernamente sólo es posible una nacionalización cuando vamos a explotar nuestros recursos naturales con mayor eficiencia técnica, económica, social, es decir hacer una explotación racional de nuestros recursos naturales en beneficio del Estado y el pueblo boliviano. Segundo tenemos que nacionalizar sólo para tener un medio ambiente controlado que no dañe el suelo, el aire y el agua, sólo en esas condiciones es favorable una nacionalización, pero sobre todo para garantizar que el Estado pueda transformar esos recursos en beneficio de la sociedad, si esto no se puede hacer y no lo va poder hacer el Estado, yo creo que es un error enfocar una nueva minería estatizada, hoy en día precisamos mega proyectos, han cambiado enormemente las visiones de lo que es prospección, exploración, por lo tanto necesitamos de nuevas tecnologías avanzadas, que es cierto que las podemos tener nosotros, pero tenemos que estudiar, trabajar muchísimo en las universidades y eso será para el futuro, mientras tanto necesitamos hacer negocios con las empresas transnacionales privadas para alcanzar una minería moderna y limpia que beneficie al Estado boliviano en este caso.



Jorge Zaral Magne.- (JZ) Exdirigente sindical de Huanuni, la Fstmb, Control Obrero y exdirector de la Comibol. Sus años de experiencia en la mina y en la actividad sindical, además de su observación directa en Comibol, le permiten analizar el proceso de nacionalización de las minas.

Perspectiva Minera.-

(PM). ¿La nacionalización de las minas tuvo efectos más positivos o negativos para el sector laboral minero?

JZ.- Agradezco la entrevista y aprovecho para saludar a los trabajadores mineros, recordando que el valor de estos permitió romper el monopolio de los barones del estaño, Patiño, Hochschild y Aramayo que con la revolución del 52 permitieron recuperar la riqueza minera, de ese tiempo al 85 pasaron 33 años cuando los mineros recordamos al gobierno de Paz Estenssoro cuando un 29 de noviembre se produce la relocalización de miles de mineros a consecuencia de la baja cotización de los minerales de 5,40 dólares a sólo 2,40 la libra fina, ese es un ciclo en el proceso de nacionalización de la minería, pero no es sólo eso, hay que recordar otro periodo entre la "Marcha por la Vida" y el 2005, con otro periodo de la minería que afectó a los trabajadores y marcamos al 2013 unos 27 años de lo que podemos calificar una desnacionalización con la el retiro masivo de trabajadores, relocalizados que sumaron más de 30.172 trabajadores y 23.124 mineros fuera de sus fuentes, el saldo de ésta cantidad de personas 7 mil y más, aparece ahora un sector de cerca de 110 mil personas que serían los desocupados y se vuelven cooperativistas, lo que quiere decir que un 390% de personas se incrementó en la minería nacional lo que significa un dique humano que puede reventar si las condiciones se presentan como lo que sucedió el 29 de noviembre de 1985. Entonces puede ser un proceso positivo, aunque ésta mostrando la presencia de cooperativistas prácticamente están asentados en toda la minería estatal como Bolívar, Bolsa Negra, Catavi, Colquiri, Caracoles, Corocoro, Huanuni, Kami, Matilde, Santa Fe, Unificada, San José, Viloco, Uncía y Pulacayo, los cooperativistas aprovechan la buena cotización de los minerales, pese a que se ha producido una depresión de precios en 1975 como el estaño cuyo precio bajo durante 20 años con un promedio de 3,40 dólares la libra fina, el oro y la plata igualmente han tenido precios bajos y pese a esa situación esas minas han estado produciendo con la presencia de los desocupados organizados en cooperativas que están trabajando según datos en zonas rojas de esas minas.

P.M.- En su condición de exdirigente y habiendo sido parte de otros periodos ¿cuál es su opinión sobre la nueva Ley Minera que estamos esperando, será una solución a la crisis minera?

JZ.- Yo considero que la nueva ley minera para tener que aplicarse correctamente tendría que estar diseñada con títulos, capítulos y artículos que den fuerza a una autoridad jurisdiccional administrativa minera para que controle, administre, fiscalice, sancione, pero sobre todo responda por las carpetas presentadas como proyectos mineros de todos los rubros de la minería, aclarando con precisión el inicio, ejecución y fin de cada caso y con el respaldo de estudios seriamente aprobados y asesorados para evitar proyectos volando, inconclusos o mal ejecutados con la pérdida de millones de dólares que deberían servir para crear más fuentes laborales en la misma minería, pero con beneficios para el pueblo de Bolivia. Quiero aclararle que si se insertan estos aspectos que menciono la nueva ley minera puede ser efectiva de lo contrario vamos a seguir con casos como Karachipampa, el Mutún, este último que no se llegó a conocer cuál fue el trabajo de Sergio Alandia, ni de Guillermo Salinas, ni lo que ha hecho Cardona o sea que no se sabe oficialmente lo que pasa en el Mutún y lo mismo está sucediendo con los recursos evaporíticos en el salar de Uyuni donde no se sabe las inversiones que se están haciendo aunque se habla de mil millones de dólares para ese proyecto, pero nada de los resultados concretos que hay a la fecha. No se sabe en qué porcentaje se avanza en los propósitos del Presidente Evo Morales que con su idea revolucionaria quiere que el megaproyecto sirva a Bolivia y no a otros intereses.

P.M. Dadas las condiciones actuales de la minería con mucha incertidumbre, con dudas sobre nuevas inversiones, sin políticas definidas, con muchas contradicciones, ¿cuál es el futuro de la minería luego de 61 años de su nacionalización?

J.Z. Reitero hay que insistir en una ley ordenada, con los elementos que mencioné, sus capítulos, artículos, etc., que sirva para definiciones muy claras en materia de minería, desde la planificación, ejecución y fiscalización de todos los proyectos. Hay que cuidar algunos casos por ejemplo Corocoro donde Kores, (coreanos) se adjudicó el yacimiento de cobre, al estilo de San Cristóbal y estos señores han anunciado la inversión de 10 millones de dólares para la fase de exploración que están cumplido esa etapa de cuatro años aunque no muestran satisfacción por las muestras obtenidas hasta ahora en razón a que no confían en la eficiencia de laboratorios nacionales, ni siquiera del Perú donde enviaron parte de las muestras e inclusive recurrirían al Canadá para garantizar el resultado de las muestras. Sabemos que están planteando una adenda para ampliar su contrato y las autoridades no ponen límites a ese tipo de operaciones, aunque ofrecen aumentar su inversión. El caso del Mutún tiene características parecidas, a los hindús no se les fijó tiempos límites y ya sabemos lo que pasó, otro tanto hay que analizar en el caso de evaporíticos donde no hay proyecto a diseño final.

P.M. Finalmente, el tema de la Comibol, Ud. Ha sido director de la minera estatal y conoce su movimiento interno, la pregunta parecería ociosa, pero ¿cree que cambiándole el nombre institucional, mejorarán las condiciones de funcionamiento de una empresa estratégica para mover la minería nacional?

J.Z. Me parece que primeramente se debe conocer un diagnóstico general de cómo está la minería nacional, porque ni siquiera sabemos cuáles son en realidad las reservas mineras que tiene Bolivia, sólo sabiendo de ese potencial se puede pensar en nuevos planes mineros, porque un cambio de nombre no impulsará el desarrollo de los proyectos, lo que se necesita es una estrategia que permita crear más fuentes de trabajo para la juventud y para la gente que sigue entregando su fuerza a la minería nacional. Es importante recordarle al Sr. Ministro de Minería, como responsable y cabeza del sector, la obligación que tiene de planificar y desarrollar un plan de actividades como manda la Constitución en su Art. 175 – num 1 – 10 que conmina a los responsables de área a cumplir responsablemente sus obligaciones.

Perspectiva Minera entregó dos opiniones importantes sobre la situación minera, tras 61 años de la nacionalización de las minas y la serie de otras alternativas que se produjeron en circunstancias políticas especiales, pero de cuyo movimiento el resultado es que la minería aún sigue casi estática.

P.M.

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