El wólfram es un metal pesado cuyo descubrimiento se adjudica a los hermanos españoles Fausto y Juan José de Elhuyar en 1783, inclusive la etimología de su nombre sueco, de origen germánico significa “tung” pesada, y “sten”, piedra o roca, dando cuenta de su elevado peso específico. Las rocas de wolframita ya eran conocidas en Alemania de ahí que aun se lo denomina con los dos nombres en forma indistinta, tungsteno o wolframio.
La minería del tungsteno en Bolivia tiene una interesante historia que comenzó a principios del siglo veinte, aunque los primeros registros de explotación de minerales de wólfram, en esas primeras épocas casi siempre asociados al estaño, hablan de Don Honorato Blacutt, quien en 1872 comienza explotaciones en la zona de Llallagua. De ahí a fines de la segunda guerra mundial el wólfram fue trabajado por muchas empresas al mando de emprendedores como los franceses hermanos Bebin que explotaron minas en Potosí desde 1904, el geólogo irlandés Juan Minchin quien desarrollo el distrito Animas; Don José Bueno quien en 1878 descubrió los yacimientos de Viloco, y los escoceses Penny y Duncan, mineros y comercializadores radicados también en 1890 en Oruro, quienes trabajaron minas en Morococala y Santa Fe en la provincia Dalence.
Don José Enrique Soria, es considerado uno de los grandes pioneros de la minería de Bolivia, trabajó desde 1913 en Chicote Grande y Chicote Chico, en la provincia Inquisivi del departamento La Paz, considerados entre los distritos más ricos del mundo. También Don Manuel Mier y León, don José Murillo Gómez, ambos en la provincia Dalence en Oruro, Don Federico Thiel en Esmoraca, Potosí, y otros como el francés Pedro Artigue, Don Sergio Oporto, y Don Pastor Sainz, fueron otros pioneros del wólfram y el estaño en Bolivia.
Actualmente los distritos Bolsa Negra, Kami, Tasna y otros, bajo control de cooperativas que dan trabajo a casi 5000 mineros, producen unas 1200 toneladas anuales de concentrados que son exportados sin valor agregado alguno a través de comercializadores hacia estados Unidos y China.
El año 2010 es especialmente importante en la historia económica del tungsteno o wólfram. Desde inicio del año hasta Noviembre el precio internacional se ha incrementado en un 54%, y todo indica que el crecimiento va a ser sostenido. Ni aun en la escalada de precios de los metales del año 2007 previo al crack financiero internacional, el tungsteno había tenido tamaña evolución, y esto es algo a tener en cuenta.
Los motivos de esta escalada de precios del año 2010 son muy distintos y tienen que ver muchísimo con la situación del mercado de China, quien consume el 37% de la producción mundial de tungsteno, tal como sucede con el molibdeno y las “tierras raras”, como el niobio, tantalio, y otros metales de aplicación moderna.
Las autoridades chinas están en proceso de declarar como estratégicos diez metales entre ellos el tungsteno, esto pondrá al aparato de control oficial del estado sobre la explotación y la exportación de estos metales y será el propio gobierno quien realice un acopio en stocks de seguridad, en forma similar a la políticas que mantienen los Estados Unidos.
La restricción que se prevé es importante, para este año se pone un límite de 15,700 toneladas de tungsteno exportables desde China, contra los 16,000 toneladas del año pasado. Esto puede parecer una cantidad pequeña en términos de volumen sin embargo el rumbo firme de estas políticas ha empujado los precios en forma muy importante.
Todo hace prever que se seguirá el camino de las restricciones aplicadas a las tierras raras, las que alcanzan para este año el 72% de lo exportado en 2009, es decir que por cada mil kilos de estos metales, exportados desde China en 2009, solo se podrán exportar 280 kilogramos en 2011. Esto tiene dos factores previsibles, uno, que la suba de precios que se ve en los mercados es real y no meramente especulativa por parte de los traders, y otro, que la misma será sostenida, ya que las medidas chinas no son temporales, y más aun, serán progresivamente incrementadas.
El efecto combinado entre la reducción de exportaciones y el control estatal tendiente a la construcción de un stock estratégico de esos diez metales incluido el tungsteno, da a los productores alrededor del mundo una oportunidad única de abastecer mercados, habitualmente controlados por el gigante de Asia, ahora potencialmente desatendidos, y además, a excelentes precios. Los productos industrializados intermedios del wólfram o tungsteno son básicamente el ferro tungsteno para aplicación en la industria siderúrgica, el carburo, el oxido y el metálico. De todos ellos es el ferro tungsteno el que menor inversión y tecnología requiere, y puede marcar el camino de Bolivia hacia la industrialización de este preciado metal.
La Federación Nacional de Cooperativas Mineras, FENCOMIN cuenta ya con una planta terminada para comenzar a tratar 1200 toneladas de concentrados anuales y poder exportar hasta 800.000 kilogramos de ferro tungsteno anuales, esto significa poder procesar la totalidad de la producción actual de las cooperativas asociadas a dicha organización. Los precios del ferro tungsteno han evolucionado en los últimos diez meses desde 25 hasta los actuales 42 dólares por kilogramo.
La misma planta puede además producir ferromanganeso medio carbono, el cual tiene enorme requerimiento a nivel internacional y además actualmente cotiza a más de dos mil quinientos dólares la tonelada. Las ferroaleaciones son los medios utilizados para aportar metales que modifican y mejoran las propiedades de los aceros. Como ejemplo el ferrocromo y el ferroníquel se agregan para lograr aceros inoxidables, el ferro vanadio, el ferro molibdeno y el ferro tungsteno se agregan para lograr mayor resistencia y tenacidad. Otras ferroaleaciones ayudan a lograr aceros aptos para laminación, forjado, templado, cementación y tantas otras propiedades de la industria madre del desarrollo moderno, como es la siderurgia.
Esto representa una oportunidad muy importante para la minería de Bolivia, el camino de la industrialización es más posible que nunca, el escenario internacional es inmejorable en términos de mercados, sin embargo, es imprescindible lograr la cohesión de intereses de los actores involucrados, la exportación de tungsteno con valor agregado ofrecerá la posibilidad de obtener ingresos mucho mayores por unidad metálica extraída, siendo este el camino a la reinversión de recursos para ampliar reservas y tecnificar la minería de este importante recurso, en pos de mayor producción, con seguridad y respeto por el medio ambiente.
Ing. Mauricio A. Heit Consultor de Proyectos Minero Metalúrgicos
Presidente de Procesos Metalúrgicos SA Presidente de Procesos Agropecuarios SA
El blog es un lugar de intercambio de ideas, me parece extraño que gente ponga avisos insultando a otra gente desde la cobardia del anonimato eso no ayuda a la mineria de Bolivia
ResponderEliminarLeí el artículo .. Muy interesante lastimosamente pocas personas ven el potencial de nuestro país
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