El proyecto de mayor trascendencia de las últimas décadas en materia de minería será sin lugar a dudas la explotación de las salmueras de litio y la industrialización de ese liviano metal convirtiéndolo en materia prima de las requeridas baterías de litio para energizar los vehículos de la nueva generación de motorizados que funcionarán sin gasolina o diesel.
No estaba descartada la posibilidad, al contrario existían muchas muestras de un posible acuerdo entre nuestro gobierno y el de Irán, para la exploración y explotación de ciertos minerales estratégicos, se habló del uranio, pero Evo Morales y Mahmud Ahmadineyad, suscribieron cinco convenios, entre esos uno para la exploración y explotación del litio boliviano.
El mandatario boliviano, de visita en Irán, justificó su decisión señalando que “Bolivia está consciente del amplio conocimiento científico de Irán para que sea socio del país en la industrialización del litio”.
Las más recientes declaraciones del presidente boliviano sobre el tema revelan un marcado optimismo en función de tiempo e inversiones y en sostener lo que parece una posición estratégica de orden gubernamental con relación a la futura implementación empresarial para la explotación y la industrialización del litio y otros componentes que en el tiempo más breve posible podrán implantarse como parte de la política minera nacional.
Si bien el gobierno necesitará más de 900 millones de dólares en inversión, la decisión es que Bolivia industrializará “con sus propios medios” todos los recursos evaporíticos existentes en los salares y principalmente el litio…pero admitirá la inclusión de “socios estratégicos” --como el caso de Irán-- para la provisión de la tecnología necesaria en la fabricación de las baterías de litio.
El mandatario boliviano justificó su posición explicando que “hasta ahora todas las empresas quieren invertir sólo en la compra de carbonato de litio y que la industria de baterías de litio se instale fuera de nuestro país”, apuntó el Jefe de Estado añadiendo que “necesitamos socios para que la industria de baterías de litio sea en Bolivia, esa es nuestra propuesta”, aseguró el mandatario.
SURGEN LAS DUDAS
Inmediatamente de conocidas las declaraciones del Presidente Evo Morales surgieron opiniones de expertos que ponen en duda la intención oficial de encarar el millonario e importante proyecto de industrialización del litio solo por parte del gobierno y con una limitada participación societaria de orden tecnológico.
Una primera apreciación sobre el tema correspondió al experto en litio, Juan Carlos Zuleta, quien opina concretamente que “Bolivia corre el riesgo de perder el mercado (de litio) debido a que a nivel mundial diariamente se producen grandes cambios y aparecen nuevos sustitutos para el litio”. El entendido mostró ejemplos como los de China, Taiwán, Singapur, Corea o Hong Kong países que avanzaron a través de asociaciones estratégicas con empresas poseedoras de tecnología para desarrollar grandes proyectos, mientras que en el país dijo “estamos eligiendo el camino más largo que puede dejar la industrialización, sólo en fase de buenas intenciones”.
Pero… por lo menos de momento la estrategia “oficialista” apunta a encarar la industrialización del litio y los otros recursos evaporíticos en tres fases, la primera que se iniciará el año 2011, la segunda tomará cuerpo el 2013 y la fase final más importante se cumplirá a partir del año 2014. Se insiste en que el Gobierno nacional está en condiciones de financiar el cien por ciento de la inversión requerida en cada una de las fases y que sumadas sobrepasan los 900 millones de dólares.
EL TIEMPO, UN PELIGRO
Para los analistas de la materia la intención gubernamental puede ser muy interesante, salvando esa parte en la que sólo se requerirán socios para la provisión de tecnología, sabiendo que será importante tener experiencia “a mano” para la producción de otros elementos como el carbonato de litio, el cloruro de potasio o el cloruro de litio y el mismo litio metálico.
El peligro está en el tiempo que transcurre y la rapidez en que evolucionan otros proyectos a nivel mundial, inclusive con claras muestras de sustituir las baterías de litio por otras de zinc, inclusive hay proyectos en pleno desarrollo para industrializar elementos como el metanol o el hidrogeno, que no deben ser descartados, pero en el caso nuestro tienen que ser “confrontados” en función de tiempo para no quedar “colgados” con un hermoso proyecto de industrializar el litio, cuando en el mundo ya se hayan cambiado las matrices de sustitución de combustibles.
(Agencia URU).
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