Desde octubre del año pasado más de 6.000 cooperativistas abandonaron las minas para dedicarse a otra actividad debido a la baja en los precios de los minerales ocasionada por la crisis financiera internacional. El sector aún no observa una señal de reactivación.
Según la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), a diferencia de otros años en los que se registraron disminuciones en las cotizaciones, esta vez no se tiene un efecto migratorio al extranjero debido a que no existen expectativas laborales, por esa razón muchos mineros vuelven a su segunda actividad, que es la producción agraria.
Según un diagnóstico efectuado a cooperativas mineras de Potosí y Oruro por el Ministerio de Minería, los procesos migratorios más críticos se registraron entre los años 1997 y 2000, cuando salieron a Chile y Argentina 4.233 personas, que retornarían en 2001 y se quedarían en las minas hasta 2006.
Sin embargo, debido a una nueva disminución de precios 2.443 mineros vuelven a salir.
El asesor de Fencomin Ramiro Paredes explicó que el abandono de la actividad hoy es circunstancial y los mineros volverán a los centros productivos cuando se observe una mejora de los precios internacionales.
En mayo hubo una leve alza de las cotizaciones de los minerales que permitió un repunte en la actividad de los ingenios de Potosí que estaban paralizados desde el año pasado. Explicó que los precios registrados hasta octubre de 2008 compensaban los costos de producción.
Por ejemplo, el estaño tenía a fines de septiembre un precio de 7,98 dólares por la libra fina, pero en diciembre bajó a 4,69 dólares y en los días recientes repuntó a 6,39 dólares.
La situación de los otros minerales es similar. El zinc, que el año pasado llegó a cotizarse en 1,56 dólares la libra fina, se depreció a menos de 0,55 dólares.
Según Paredes, un costo razonable para este mineral tendría que estar sobre los 0,72 dólares para hacer rentable cualquier operación minera.
Agregó que, a pesar de la difícil situación por la que atraviesa el gremio, 516 cooperativas mineras de todo el país continúan operando. De acuerdo con Fencomin, la mayoría subvencionó su producción ante la ausencia de otras actividades de empleo, pero también buscaron alternativas. Por ejemplo, algunas cambiaron la jornada laboral de ocho horas por turnos de 16 o 20 horas continuas.
A la fecha, según Fencomin, existen 67.200 socios en las cooperativas auríferas y de minerales tradicionales.
De acuerdo con el diagnóstico del Ministerio de Minería, al menos el 8 por ciento decidió desde 2007 instituir el triple turno para mejorar su producción.
Los datos de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) revelan que la cotización del estaño pasó de 11,2 dólares en diciembre de la gestión pasada a 11,8 en abril y a 13, 8 dólares en mayo reciente (17,3 por ciento), mientras que el valor de la tonelada del zinc mejoró de 1.113 dólares en diciembre de 2008 a 1.388 en abril y a 1.492 dólares en mayo (7,4 por ciento de alza).
En mayo de 2008, la tonelada de estaño se ofertaba en 23,8 dólares y la del zinc en 2.178 dólares en el mercado externo. Hasta diciembre, 25 ingenios paralizaron operaciones, de los que diez han vuelto a iniciar operaciones.
Para Fencomin, esta recuperación aún no es sostenible, pero las minas volverán a poblarse si continua la tendencia.
En 2007 cerraron 9 asociaciones
La reducción de cotizaciones de los minerales registrada hasta 2007 provocó el cierre del nueve cooperativas y la paralización de operaciones de otras cinco, que posteriormente se recuperarían con la reactivación impulsada en 2008 por una mayor demanda mundial.
Así lo revela un diagnóstico del Ministerio de Minería y Metalurgia a 106 cooperativas mineras de Oruro y Potosí.
Esta situación generó un proceso migratorio mayor a países vecinos y a Europa por las oportunidades de empleo que se tenían en ese momento. Según el informe gubernamental, 2.443 personas salieron de las cooperativas en 2007, pero retornaron en 2008 atraídas por las elevadas cotizaciones internacionales.
Según el diagnóstico del Ministerio de Minería, el 81 por ciento de las cooperativas mineras tiene relación directa con la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en la explotación de yacimientos que pertenecen al Estado; las demás poseen una mina propia, establecieron un arrendamiento privado o trabajan en varios yacimientos con distintos tipos de contratos de concesión o arrendamiento.
Sólo el 29 por ciento de las cooperativas afirma haber recibido inversiones para estudios, gastos operativos y para la compra de maquinaria. El resto no tuvo apoyo técnico.
Según la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), a diferencia de otros años en los que se registraron disminuciones en las cotizaciones, esta vez no se tiene un efecto migratorio al extranjero debido a que no existen expectativas laborales, por esa razón muchos mineros vuelven a su segunda actividad, que es la producción agraria.
Según un diagnóstico efectuado a cooperativas mineras de Potosí y Oruro por el Ministerio de Minería, los procesos migratorios más críticos se registraron entre los años 1997 y 2000, cuando salieron a Chile y Argentina 4.233 personas, que retornarían en 2001 y se quedarían en las minas hasta 2006.
Sin embargo, debido a una nueva disminución de precios 2.443 mineros vuelven a salir.
El asesor de Fencomin Ramiro Paredes explicó que el abandono de la actividad hoy es circunstancial y los mineros volverán a los centros productivos cuando se observe una mejora de los precios internacionales.
En mayo hubo una leve alza de las cotizaciones de los minerales que permitió un repunte en la actividad de los ingenios de Potosí que estaban paralizados desde el año pasado. Explicó que los precios registrados hasta octubre de 2008 compensaban los costos de producción.
Por ejemplo, el estaño tenía a fines de septiembre un precio de 7,98 dólares por la libra fina, pero en diciembre bajó a 4,69 dólares y en los días recientes repuntó a 6,39 dólares.
La situación de los otros minerales es similar. El zinc, que el año pasado llegó a cotizarse en 1,56 dólares la libra fina, se depreció a menos de 0,55 dólares.
Según Paredes, un costo razonable para este mineral tendría que estar sobre los 0,72 dólares para hacer rentable cualquier operación minera.
Agregó que, a pesar de la difícil situación por la que atraviesa el gremio, 516 cooperativas mineras de todo el país continúan operando. De acuerdo con Fencomin, la mayoría subvencionó su producción ante la ausencia de otras actividades de empleo, pero también buscaron alternativas. Por ejemplo, algunas cambiaron la jornada laboral de ocho horas por turnos de 16 o 20 horas continuas.
A la fecha, según Fencomin, existen 67.200 socios en las cooperativas auríferas y de minerales tradicionales.
De acuerdo con el diagnóstico del Ministerio de Minería, al menos el 8 por ciento decidió desde 2007 instituir el triple turno para mejorar su producción.
Los datos de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) revelan que la cotización del estaño pasó de 11,2 dólares en diciembre de la gestión pasada a 11,8 en abril y a 13, 8 dólares en mayo reciente (17,3 por ciento), mientras que el valor de la tonelada del zinc mejoró de 1.113 dólares en diciembre de 2008 a 1.388 en abril y a 1.492 dólares en mayo (7,4 por ciento de alza).
En mayo de 2008, la tonelada de estaño se ofertaba en 23,8 dólares y la del zinc en 2.178 dólares en el mercado externo. Hasta diciembre, 25 ingenios paralizaron operaciones, de los que diez han vuelto a iniciar operaciones.
Para Fencomin, esta recuperación aún no es sostenible, pero las minas volverán a poblarse si continua la tendencia.
En 2007 cerraron 9 asociaciones
La reducción de cotizaciones de los minerales registrada hasta 2007 provocó el cierre del nueve cooperativas y la paralización de operaciones de otras cinco, que posteriormente se recuperarían con la reactivación impulsada en 2008 por una mayor demanda mundial.
Así lo revela un diagnóstico del Ministerio de Minería y Metalurgia a 106 cooperativas mineras de Oruro y Potosí.
Esta situación generó un proceso migratorio mayor a países vecinos y a Europa por las oportunidades de empleo que se tenían en ese momento. Según el informe gubernamental, 2.443 personas salieron de las cooperativas en 2007, pero retornaron en 2008 atraídas por las elevadas cotizaciones internacionales.
Según el diagnóstico del Ministerio de Minería, el 81 por ciento de las cooperativas mineras tiene relación directa con la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en la explotación de yacimientos que pertenecen al Estado; las demás poseen una mina propia, establecieron un arrendamiento privado o trabajan en varios yacimientos con distintos tipos de contratos de concesión o arrendamiento.
Sólo el 29 por ciento de las cooperativas afirma haber recibido inversiones para estudios, gastos operativos y para la compra de maquinaria. El resto no tuvo apoyo técnico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario