jueves, 30 de junio de 2011

El boom de los buenos precios permitió record en cotizaciones

De acuerdo a la memoria del ministerio de área minera y metalúrgica, lo que está sucediendo en nuestro país en materia de cotizaciones para nuestros minerales, es realmente algo excepcional por las características del sistema vigente que por lo menos en el caso de cinco minerales que producimos ha marcado "récord" que ha permitido elevar los ingresos provenientes de los impuestos y las regalías, aunque hay que indicarlo reiterativamente que este fenómeno de las finanzas no ha significado que se incrementen los volúmenes de producción de los mismos minerales de alto precio.

Se mencionaba en algunas notas periodísticas, que desde el año de 1941, no se había generado una escalada de precios tan interesante como la que estamos observando en el tiempo presente, aunque no aprovechando la circunstancia adecuadamente y como hubiéramos querido todos los bolivianos para lograr mejores utilidades y crear las corrientes necesarias y apropiadas para fortalecer los planes de crecimiento de la propia actividad minera en general.

Uno de los minerales que se explota desde tiempos inmemoriales es el estaño, conocido en nuestro país como el "metal del diablo", reemplazó a la plata desde el periodo de la Colonia y actualmente tiene un precio que sobrepasa la barrera de los 12 dólares por libra fina.

Hubo un periodo de muchos años que el valor por libra fina de estaño no llegaba a los 2,50 dólares, pero aún con ese precio era exportado a los mercados internacionales. Hubo un corto periodo en la década de los 70 que subió de precio, pero al llegar a los años 80 sufrió una abrupta caída, durante el gobierno del MNR, cuando se dispuso por tal efecto la "relocalización" de miles de trabajadores mineros.

Desde entonces con subidas v bajadas el estaño alcanzó no hace mucho su precio récord con 14 dólares y centavos la libra fina, lo que representa un valor altamente rentable y que produce muy buenas utilidades, especialmente para la mina de Huanuni, la más importante productora de estaño.

Pero más allá del estaño y su historia, en el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) está el registro muy interesante de otros minerales que lograron precios excepcionales en la presente gestión. El caso del oro, la plata, el cobre y el zinc, cuyos precios si bien no alcanzaron la proporción del estaño, igualmente se ubicaron entre los que rindieron mejores beneficios a sus operadores mineros.

LA INDUSTRIALIZACIÓN

Según el titular del MMM, José Pimentel, en los planes inmediatos del Gobierno se consigna concretar el proyecto de industrialización de nuestros minerales justamente "aprovechando el buen momento de los precios", aunque en esa dirección tan sólo se vislumbra Karachipampa como el hecho más importante en la transformación de nuestros minerales de plomo y plata. Es un significativo avance, considerando que ese complejo data de muchos años sin haber producido absolutamente nada, salvo compromisos y deudas.

Hay otros planes en la carpeta ministerial y apuntan a fortalecer el proyecto del zinc y paralelamente el caso del oro y la plata, algunos que deben ser procesados en el exterior y cuyo costo de tratamiento significa el gasto de más del 43% de su costo total, lo que significa que el país sólo se beneficia con el 57% restante, situación que debe cambiarse para que, el beneficio sea de más del 90 por ciento para el sistema económico boliviano.

LOS PLANES HACIA ADELANTE

Esperando que se ponga en marcha la nueva Ley Minera, cosa que puede suceder en el segundo semestre del año en curso, el MMM dispondrá de algunos recursos provenientes de la comercialización de nuestros minerales con precios altos, para encarar los denominados "mega" proyectos de la gran minería, caso del hierro del Mutún y el litio de los salares de Uyuni y Coipasa.

No hay que olvidar que como muestra de los beneficios que reporta la minería en su conjunto el Estado recibió 300 millones de dólares provenientes de los impuestos que gravan las Utilidades de las Empresas (IUE), así como de las regalías que se son la alícuota establecida para cada mineral, con esa consideración, la perspectiva apunta hacia el 2014, un periodo de tres años en que deberán implementarse adecuadamente los proyectos de la gran minería.

Para entonces se prevé una recuperación intensiva de la producción de hierro para exportación, al margen de la preparación de lo que deberá consolidarse como la planta siderúrgica más grande para la producción de acero, aunque en el último tiempo tanto las autoridades de Gobierno como los representantes de la Jindal, prefieren no hablar de manera directa sobre la siderúrgica, es posible que en ambos casos se esperen novedades más concretas en torno a la instalación de gas industrial que debe proveer de energía a la gigante industria.

En el mismo tiempo debería estar en su fase más importante la implementación de la gran industria de baterías de litio en el salar de Uyuni y paralelamente tendría que estar también produciendo una serie de productos para exportación el salar de Coipasa, dando paso de ese modo a una nueva época de auge en la gran producción minera del país.

Si hay algo que podría satisfacer la expectativa de los productores mineros de la zona occidental, es el anuncio de que en el periodo que se abre de aquí hacia el año 2014, el MMM a través de la estatal minera (Comibol) dispondrá un amplio trabajo de exploración minera en los sectores de Potosí y Oruro, donde se considera positiva la existencia de potenciales reservas de minerales para su futura explotación, tratamiento y exportación.

En realidad puede tratarse de una determinación elementalmente práctica si se considera que existe un tiempo perdido (más de dos años) en que existían las mejores condiciones para impulsar proyectos mineros importantes, lo que no sucedió por la falta empeño en los niveles oficiales, indecisiones en torno al tratamiento de las inversiones, fallas de seguridad jurídica y garantías para el desarrollo de una minería estable y sostenible y por supuesto la prolongada espera para definir la suerte del Código Minero y reemplazarlo con una Ley cuyo contenido aún está siendo analizada entre las partes interesadas en el desarrollo de toda la minería boliviana, abriendo oportunidades a todos los subsectores que hacen posible el tratamiento de nuestros recursos naturales, tales como la minería chica, la mediana, la estatal y la del sector cooperativo.

Una interesante descripción sobre la evolución de precios en varios minerales que se producen en el país, muestra las curvas ascendentes que en varios casos han marcado más de un récord en el tiempo presente y que han favorecido coyunturalmente a las expectativas de los productores.

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