Como van las cosas en la minería resulta realmente oportuna la decisión de adoptar una lógica previsión de encarar tareas de exploración de nuevos yacimientos mineros en todo el departamento, aunque la idea urgente es de los trabajadores de Huanuni frente al futuro de explotación de las riquezas del todavía "pródigo" cerro Posokoni.
En Huanuni los cinco mil trabajadores saben que las riquezas naturales de esa mina se están agotando poco a poco, especialmente en el actual periodo en que el trabajo es intensivo por parte de una enorme cantidad de mineros que diariamente horadan las entrañas, cada vez más profundas de la mina que en unos años más tendrá tan sólo reservas en el exterior para trabajos de orden extraordinario en residuos de baja ley.
La situación es así de simple en gran parte de la minería estatal donde se están cumpliendo los ciclos de vida de algunas minas y en otras, seguramente las más, ya no hay muchas posibilidades de recuperar minerales de alta ley, por lo tanto se hace imperiosa la necesidad de explorar nuevos yacimientos.
En el caso de la minería chica, la misma acción es determinante sólo que el sector tropieza con la falta de capitales para ese tipo de emprendimientos, los que sin embargo podrían efectivizarse si se pone en funcionamiento un banco de fomento exclusivamente para exploraciones mineras y preparación de nuevas operaciones.
Los cooperativistas mineros están casi en las mismas condiciones que los mineros asalariados del sector estatal, dependientes de los fondos que el Estado pueda disponer…y en el caso de varias cooperativas ya lo ha hecho aunque tales fondos se hayan destinado a otros fines, de todos modos crece la necesidad de ubicar nuevos yacimientos para cubrir la exigente demanda laboral del sector cooperativo minero.
Sólo la minería mediana, previsora profesionalmente de los alcances de inversión segura, cumple con los fines de utilizar importantes recursos para la exploración, verificación de potencialidad de yacimientos, apropiación de los recursos financieros, técnicos y humanos para recién emprender proyectos de magnitud, como los que todavía desarrolla Inti Raymi, lo de San Cristóbal que demoró más de 10 años en preparación o San Vicente que actualmente se desarrolla con intensa actividad de responsabilidad social de beneficio comunitario como lo hacen las empresas de la minería moderna, trabajando en pos de una convivencia sana entre empresa y comunidad y con pleno respeto al medio ambiente.
La minería del presente debe encarar sin pérdida de tiempo el reto de iniciar tareas de exploración, como base de la continuidad del uso adecuado de nuestros recursos naturales, especialmente los mineros. Se trata, como dijimos al principio de este enfoque, de una lógica y acertada previsión.
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