La decisión del Servicio Nacional de Registro y Comercialización de Minerales (Senarecom) de convertir en agentes de retención de regalía minera, a los orfebres y relojeros fue ayer rechazado de forma contundente por el sector y declaró al mismo tiempo, estado de emergencia.
Así lo oficializó Wilfredo Rojas en su condición de representante del sector por el departamento de Cochabamba. El Gobierno, a través del Senarecom, busca “realizar cobros por concepto de aranceles que van desde los 350 bolivianos hasta los 5.000, lo que constituye un grave atentado a nuestra precaria economía y además una vulneración a nuestros derechos establecidos por la Ley No. 306”, afirmó el dirigente.
De no llegar a resolverse el problema, Rojas anticipó que los orfebres y relojeros se verán obligados a movilizarse.
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