Como resultado de la promoción que efectuó el Presidente boliviano en el exterior primero en Nueva York ante un grupo de empresarios y luego durante su periplo por varios países europeos, se ha despertado el interés en varios rubros de nuestra actividad productiva y de manera especial en el sector de la minería que avizora un interesante futuro, en base a inversiones y transferencia de tecnología.
Por lo visto la coincidencia de los expertos en minería y de las autoridades gubernamentales apunta a establecer condiciones propicias para alentar o mejor "tentar" buenas inversiones para encarar un agresivo plan minero que revitalice la actual situación con yacimientos casi agotados y con precaria tecnología.
Al margen de la minería privada, la estatal, pequeña y de las cooperativas mineras, necesita un cambio estructural para mejorar sus índices de rendimiento. El ingrediente imprescindible e ineludible es un fuerte capital de operaciones que asegure labores ininterrumpidas de exploración para definir el potencial de nuevos yacimientos, que los hay, pero todavía escondidos y bajo limitaciones operativas para su rendimiento efectivo.
Se menciona a varias empresas extranjeras, la Sumitomo japonesa, un grupo canadiense, empresas norteamericanas, un emprendimiento alemán y los que ya avanzaron provenientes de la China y Corea, estas últimas en el caso del litio y el hierro del Mutún.
El ministro de minería confirmó que se plantearon a los futuros inversionistas once proyectos mineros, de los cuáles siete son para la exploración y producción de complejos en áreas de La Paz, Oruro, Potosí y Santa Cruz. Algunos interesados requirieron mayores datos y otros coordinaban las posibilidades de sostener reuniones en nuestro país y la posibilidad de observar las opciones ofertadas.
En lo que resta del presente mes de noviembre es posible que se conozca la visita de dos consorcios externos que desean inspeccionar los complejos de estaño en La Paz, Potosí y Oruro, además de observar los sistemas productivos de las empresas metalúrgicas, la de Vinto en Oruro y Karachipampa en Potosí.
Estos datos nos permiten alentar positivas esperanzas sobre posibles inversiones que "reactivarían" de manera tangible el aparato minero metalúrgico nacional, un aspecto que debe merecer atención particularizada de nuestras autoridades es responder con seriedad a los requerimientos que fuesen planteados y que tienen que ver con seguridad jurídica y reglas claras en materia tributaria y de orden legal Finalmente en este tema lo último que no debemos perder, es la esperanza.
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