Hace algunas semanas, fue elegido por unanimidad en el cargo sindical en un congreso cooperativista en Santa Cruz. Contrario a la confrontación con que muchas veces se presenta el sector, el diálogo es su carta fuerte, según sus propias palabras. Su meta es conseguir del Gobierno las tierras ociosas.
¿Cómo llegó a ser dirigente minero?
Empecé desde mi cooperativa haciendo escuela. Fui primero laborero de mina. Luego me nombraron secretario de deportes. Fui vocal del Consejo de Vigilancia. De ese modo, desde muy joven fui dirigente de mi cooperativa. Siempre hemos actuado de manera muy transparente y orgánica. En el congreso nacional de cooperativas realizado en Santa Cruz, hace dos semanas, empezó a salir mi nombre. Hubo un apoyo unánime de todas las federaciones a escala nacional y por eso estamos aquí.
¿Cree que hay esperanzas para el sector cooperativo en el futuro inmediato?
El sector cooperativista, desde que hubo la relocalización en los años 80, reactivó aquellos sectores abandonados de la empresa estatal en diferentes distritos. Desde ese entonces, el cooperativismo es una alternativa para la actividad minera.
¿Están en buenas condiciones laborales?
Ahora no hay incentivos de nuestras autoridades. Hemos sido absorbidos por las empresas privadas. Pero las comercializadoras pagan al precio de gallina muerta. La gente ha ido habituándose y, hoy por hoy, se trabaja por la subsistencia de sus familias. Pocos cooperativistas o cuadrillas llegan a un buen sector (productivo) y ganan. Pero las empresas privadas no han sabido invertir. Toda la utilidad que han podido percibir la llevaron a otro lugar.
Por ejemplo, en Potosí, se chuparon toda la leche de la vaca lechera y no nos dejaron nada.
¿Y qué puede hacer el Estado según su parecer?
En varias oportunidades hemos pedido que haya prospecciones, exploraciones aledañas al Cerro Rico de Potosí. O se reviertan las concesiones ociosas que desde décadas no han tenido actividad minera. Esto puede ser una solución para el desempleo.
¿Ahora hay más posibilidades con este Gobierno?
Esa es la gestión que vamos a hacer a escala nacional. Hay concesiones ociosas que pueden existir para la actividad minera, pero están en manos de la empresa privada, que no las trabaja ni las deja trabajar. Por eso es que deben ser revertidas al estado y dárnoslas.
¿Y cómo puede pasar a manos de ustedes?
Mediante la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (Arjam) podríamos firmar contratos entre las cooperativas a escala nacional. Lamentablemente, bajo los intereses de Comibol, inmovilizan esas áreas y tampoco las trabaja el Estado ni las deja trabajar.
Creemos que podemos hacer esa gestión, que se pueda desmovilizar o puedan revertirse aquellas áreas ociosas que no están explotadas.
¿Esta es una de las propuestas para la reactivación minera?
Las prioridades deben ser la prospección y exploración de aquellas áreas vírgenes, para poder identificar si hay actividad minera. En base a ello, con seguridad tendríamos yacimientos por todo lugar.
¿Y qué hay con la industrialización?
Es otro punto fundamental. Poder complementar por ejemplo, en Karachipampa, la refinación de zinc. Del 100% de la producción que existe, un 85% son complejos de zinc y plata.
¿Se siente la falta de trabajo en el sector?
Somos autogestionarios. Nos creamos nuestros propios empleos. Muchas cuadrillas están trabajando por la subsistencia. Por eso pedimos al Gobierno y vamos a gestionar para que haya apoyo al sector cooperativista, alternativas para poder enfrentar esta crisis económica.
¿Cómo se va a acercar al Gobierno? ¿Con presión?
Vamos a socializar con los compañeros de base, federaciones, cooperativas, recibiendo sugerencias. Así lo determinan nuestras resoluciones de este último congreso, de manera más abierta, para poder trabajar coordinadamente con el Gobierno. De aquí a corto tiempo, tendremos un congreso orgánico y, con seguridad, más clara será nuestra posición.
¿Se considera contrario al Gobierno de Evo Morales?
Siempre hemos ido trabajando en el apoyo al Gobierno. Nunca hemos sido contrarios. Siempre pidiendo que exista el cambio. Con seguridad vamos a seguir trabajando en ese tren para ir coordinando con el Gobierno, con diferentes ministerios y, de alguna u otra manera, buscar alternativas para salir de este momento crítico que estamos pasando en el sector cooperativista.
Pero ¿usted no fue quien encabezó las marchas junto al Comité Cívico Potosinista (Comcipo) en contra del Gobierno?
Nunca encabecé ninguna marcha. Solo que como organización me sumé a las reivindicaciones del pueblo potosino. Tampoco estuve apoyando al Comité Cívico. Eso es falso. Marché en Potosí y en La Paz, pero siempre buscando y gestionando para que se abra el diálogo. Eso lo logramos. A través de mi persona, se abrió el diálogo con los ministros.
¿No ha estado en contra del MAS?
Para nada. Por el contrario, yo gestioné para que se abra el diálogo.
El Comité Cívico solo quería audiencia con el presidente y no quería saber nada con los ministros
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