El proceso vigente a nivel internacional con la caída de precios reducirá los ingresos en la economía boliviana, en una proporción de 3.250 millones de $us.
• Los sectores más vulnerables son los de gas natural, combustibles y minería
La minería está pendiente de políticas efectivas para encarar planes de mayor productividad y enfrentar la crisis de precios
La caída de precios de nuestras materias primas en los mercados externos tendrá una repercusión negativa en los distritos productores, tanto de hidrocarburos como de los minerales. Un dato oficial señala que este año con relación al pasado 2014, la reducción de ingresos por la venta de gas natural y combustibles será de 38 %, mientras que en el caso de los minerales esa baja en el mismo periodo será del 37 por ciento.
La información fue corroborada por el Primer Mandatario quien admitió que en ésta gestión (2015) a poco de dos meses de su conclusión, dejará de percibir más de 3.250 millones de dólares, por lo mismo que el primer impacto sentirá la mayoría de las gobernaciones y municipios en los que se ejecutan operaciones hidrocarburíferas y mineras.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dispone de las cifras comparativas en función al registro por gestiones, como el valor de las exportaciones de hidrocarburos (gas natural y combustibles) que cerraron la gestión pasada (2014) con 6.568,98 millones de dólares, mientras que la venta de minerales en esa misma gestión llegó a 2.030,39 millones de dólares. Los datos preliminares del INE estiman que al cierre de este año, los ingresos por la exportación de los hidrocarburos, especialmente gas, disminuirán en 2.500 millones, en tanto que en el caso de los minerales, la rebaja de ingresos será de 750 millones de dólares.
Aunque hay una leve esperanza en que mejoren los precios internacionales del petróleo, el impacto sería menor en materia de recuperaciones por la exportación de gas comprometida con Brasil y Argentina. En lo que corresponde a minerales, la previsión estaría centrada en un equilibrio del precio de minerales que mantendrían una cotización accesible a los costos de producción, caso del estaño que si se mantiene entre 7,4 a 7,5 dólares por libra fina, evitaría el colapso de la minería estatal. Con el oro y otros minerales el optimismo es mayor.
Soluciones
Desde el derrumbe de los precios, el Gobierno adoptó algunas medidas de emergencia, señalando que la disminución de ingresos será contrarrestada con "un nutrido plan de inversiones" que llegará a los sectores afectados mediante fideicomisos, en el caso de la minería y mayor fortalecimiento en la inversión de exploración petrolífera en zonas ya definidas, en algunos casos ya se produjo un avance sustancial de operaciones y se esperan buenos resultados.
Un informe del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, establece que excepto La Paz, todos los departamentos tendrán menos ingresos, con una obligada reducción en la distribución de los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), además los distritos productores también verán reducidos sus ingresos por concepto del Impuesto Especial a Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD), además en el caso de los productores de materias primas, gas y minerales, ya bajaron los porcentajes por las regalías.
Inversión extranjera
Otros datos sobre materia económica, globalizan el factor negativo revelando que la inversión extranjera de la región cayó en 21 por ciento, el flujo financiero se redujo de tal manera que alteró las previsiones económicas de 16 países en América Latina y el Caribe, incluyendo por supuesto a Bolivia que se encuentra en el rango de exportadores de materias primas con mayor incidencia negativa en el orden de sus exportaciones, como en otros países hidrocarburos y minería.
El hecho contundente es que los ingresos de Inversión Extranjera Directa (IED) bajaron en un 21 por ciento y obligaron a tomar medidas especiales en América Latina y el Caribe, que bajo un régimen distributivo especial dejarán de recibir más de 88.717 millones de dólares.
Según la apreciación técnica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la IED en la región cayó arrastrada por una caída de las inversiones en la minería y en hidrocarburos, por la reducción de los precios internacionales, la desaceleración de la economía china y el crecimiento negativo de la región de menos el 0,3 por ciento. La Cepal toca como ejemplo al Brasil que confronta el mayor efecto de la crisis, (36%).
El conjunto de problemas que produce la baja de precios en los commodities, en el caso de exportadores de materias primas, tiene algunas variantes cuando se trata el asunto por ejemplo en países en los que sólo se exportan materias primas como el nuestro y los otros que con un grado de industrialización de sus materias primas pueden enfrentar de mejor manera la reducción en sus ingresos.
Los datos económicos de nuestro país señalan, según el INE, que las exportaciones nacionales bajaron en 31,5 por ciento en los ocho meses del año (enero - agosto) fueron sólo de 6.180,2 millones de dólares, mientras que un año atrás en el mismo periodo el país recuperó 9, 018. Millones de dólares, lo que significa una merma de 2.837 millones de dólares, precisamente el 31,5 %.
Hasta el fin de la gestión, en algo más de 60 días, es posible que se mantengan ciertas condiciones de orden productivo, en el caso de la minería estatal, empero en la nueva gestión venidera, se avizora que las soluciones deberán extremarse para evitar problemas de productividad en la minería y la incidencia de esa labor en la metalurgia. Las inversiones que se anuncian deberán ser desembolsadas para concretar importantes proyectos que cambiarán la situación de crisis que prevalece al presente. Decisiones técnicas y voluntad política deben unirse para confrontar la coyuntura negativa del presente.
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